El acercamiento de presos etarras también toca a Valladolid

A. G. Mozo
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Interior agrupa en 'Villanubla' a Balbino Sáenz Olarra, que estuvo en los comandos Donosti y Madrid, y Xabier Zabalo Beitia, que puso cuatro coches bomba en un verano. Hasta el lunes también estaba 'Josu de Mondragón', ex número dos de la banda

Balbino Sáenz Olarra. - Foto: Efe

El Gobierno ha impulsado en los últimos meses el acercamiento a cárceles próximas al País Vasco de un centenar de presos vinculados con la banda terrorista ETA. Los traslados arrancaron a principios de verano y se han acentuado en las últimas semanas, con el Centro Penitenciario de Valladolid como una de las prisiones elegidas para ejecutar esa aproximación, aunque no al nivel de Burgos, Zaragoza o Logroño, donde se está alojando a una decena de etarras en cada prisión.

Los terroristas beneficiados por la medida de gracia del Ministerio del Interior lo están haciendo tras un proceso que arranca cuando aceptan lo que llaman la ‘legalidad penitenciaria’, pero sin necesidad de colaborar con la Justicia ni de pedir perdón a las víctimas. Se les viene aplicando el artículo 100.2 de la ley penitenciaria, que permite a las juntas de tratamiento de las cárceles flexibilizar regímenes de vida a reos clasificados en primer grado e, incluso, traslados a otros centros. 

Así han llegado cuatro etarras en los últimos tiempos a la prisión provincial. Aunque hasta hace un par de semanas eran cuatro los terroristas de ETA que acogía ‘Villanubla’, ya que hace días se ha producido el traslado de José Juan García González (‘Gogoan’) a un centro todavía más próximo al País Vasco y este mismo lunes se produjo la excarcelación de Josu Arkautz.

'Gogoan' cumplía condenas por varios atentados con bomba fallidos, mientras que el segundo, conocido como ‘Josu de Mondragón’, estaba considerado en su día como el 'número dos' de la banda a finales de los años 80. Apenas ha estado un par de meses en Valladolid, a donde llegó a mediados de septiembre procedente de la cárcel de Murcia II. Fue detenido en Francia en 1991 y se le extraditó a España en enero de 1997, donde acumulaba penas de 115 años por delitos de atentados, homicidios frustrados, estragos y terrorismo.

Fue el ‘número dos’ de los responsables del aparato militar, ‘Pakito’ y José Javier Zabaleta Elosegi, y el encargado de coordinar a los comandos de la banda, hasta el punto de que entre 1988 y su caída, en 1991, se cree que era la única persona dentro de la organización que conocía el lugar en que se almacenaba el material para los atentados y que era él quien ordenaba materialmente las entregas a los comandos, después de recibir la orden de la dirección de la organización terrorista.

Xabier Zabalo Beitia.Xabier Zabalo Beitia. - Foto: EfeLas sentencias le han situado tras dos atentados frustrados con paquete bomba cometidos en 1989 contra un funcionario de prisiones de la cárcel de Herrera de Mancha y contra el entonces ministro de Justicia, Enrique Múgica (en ambos casos, los artefactos pudieron ser desactivados), y el cometido en 1990 contra el cuartel de la Guardia Civil de Amorebieta, donde la banda se valió de unos lanzagranadas para atacar la base, aunque sin éxito, ya que estos dispositivos de guerra no llegaron a explotar...

Xabier Zabalo Beitia

Xabiera Zabalo Beitia ha sido el último en llegar, en los primeros días de octubre, después de cambiar su celda en el penal gaditano de Puerto I por una en el páramo vallisoletano, en aplicación de ese artículo 100.2. Zabalo Beitia, que apenas ha coincidido con 'Josu de Mondragón' y 'Gogoan', acumula condenas a 72 años de cárcel, por su participación en dos atentados frustrados cuando era miembro de los comandos Bolueta y Behorburu, en 2001; su arresto se produjo en Francia en 2002.

En el primer caso actuaba junto a Ángel López Anta y bajo órdenes directas del histórico ex jefe del aparato militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’ –el asesino de Miguel Ángel Blanco–, quien fue juzgado y condenado junto a ellos dos por el intento de asesinato del concejal del PSOE del municipio de Arboleda (Vizcaya), Martín Martínez, el 22 de enero de 2001. ‘Txapote’ les suministró un Renault 19, al que le sustituyeron las placas de matrícula por otras falsas, para después insertarle un artefacto explosivo compuesto por 60 kilos de explosivo industrial a base de nitrato amónico, si bien no pudieron cumplir su objetivo, al no dar con el edil socialista.

En el segundo atentado, Xabier Zabalo Beitia actuó en compañía de Ismael Berasategui Escudero y Ainhoa Barbarín Yurrebaso para la colocación, en julio de 2001, de un coche bomba en el aeropuerto de Málaga que no llegó a explotar gracias al Tedax.

Balbino Sáenz Olarra

El más ‘veterano’ de los dos etarras que hay ahora mismo en ‘Villanubla’ es Balbino Sáenz Olarra (alias ‘Ermilo’), quien llegó el pasado mes de junio y que acumula 108 años de cárcel en su historial. Su anterior penal fue el valenciano de Picassent, en donde se le aplicó también el 100.2 del Reglamento Penitenciario para trasladarlo a un centro «cercano a su entorno familiar», tal como se informó en su momento desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Sáenz Olarra, como Zabalo Beitia, fue miembro activo de comandos etarras, aunque, igual que ‘Xabi’, sus acciones terroristas no llegaron a causar muertes. Es un miembro histórico de la banda que pasó en los años ochenta por el Comando Donosti y que en 1993 se exilió a México, donde llegó a permanecer refugiado ocho años hasta que la dirección le volvió a reclutar para integrarse en el Comando Madrid de ETA. Lo integró en 2001 junto a Mikel San Argimiro Isasa e Imanol Miner y se les vincula con varios intentos de atentados en la capital de España. Tenían entre sus objetivos a los exministros José Barrionuevo y Matilde Fernández, pero durante la investigación a la célula también se descubrió que llegaron a colocar cuatro coches bomba para atentar en dos ocasiones contra furgones policiales que acudían al estadio de Vallecas, así como contra la sede de Repsol YPFen la Castellana y contra el Santiago Bernabéu en la previa de un Real Madrid-Barcelona de Liga de Campeones en 2002.