Los resultados marcan los estados de ánimo... y la clasificación (obvio). Hace poco más de un mes, el Real Valladolid estaba en puestos de descenso tras enlazar cinco derrotas seguidas sin marcar. Tres semanas más tarde, el conjunto de Pacheta veía por detrás a un buen puñado de equipos tras ganar al Valencia y la RealSociedad, y empatar con Osasuna. Y este domingo, antes de que sus futbolistas salten al césped de Zorrilla a enfrentarse al Espanyol, puede estar de nuevo en descenso. Por eso, el encuentro entre pucelanos y periquitos es una final, quizá la primera en la recta final liguera.
Los blanquivioleta han caído en sus dos últimos compromisos, ambos a domicilio. Y este domingo regresan a casa, al José Zorrilla, donde solo han encajado un gol en los tres encuentros precedentes, ante Rayo, Valencia y Osasuna. Por entonces, con Masip como dueño de la portería. Su lesión –tras una surrealista entrada del bético Ayoze– le ha abierto la titularidad a Asenjo, sin suerte en su regreso a Valladolid y que esta semana ha dejado claro que quizá se exigió demasiado en el inicio de la competición pero que desea que la afición esté contenta con su rendimiento y con su vuelta.
Esa fortaleza defensiva, no vista en el Villamarín y, sobre todo, en Balaídos, es a la que apelará Pacheta para doblegar a un Espanyol que llega con dos victorias seguidas, ante el Elche y el Mallorca, lo que le ha dado un poco de aire. Pero no mucho porque solo tiene tres puntos más que el Pucela.
Un Real Valladolid con alguna duda en el once inicial. Con Asenjo, Luis Pérez, JaviSánchez, Olaza, Plata, Plano y Larin casi seguros. Con Machis entre algodones. Y con las bajas segura de los sancionados Kike Sánchez y Amallah, más los lesionados de larga duración Anuar y Kenedy. El técnico tiene que decidir entre seguir con el esquema de juego de las últimas semanas, con dos mediocentros, con Monchu y un acompañante (o Roque Mesa o Aguado o Hongla), más tres jugadores por delante, con Plano y Plata casi como fijos; o regresar al dibujo del 4-3-3, en cuyo caso a Monchu le acompañarían dos de los medios, y por delante podrían estar Plano, Plata y Larin.
Este domingo recibe a un conjunto que suma más puntos lejos de casa que al amparo de sus aficionados. 14 por 13. En el Espanyol, la dupla formada por Joselu –11 goles– y Braithwaite –7– se ha convertido en la segunda mejor del campeonato. El pichichi no pudo estar en tres partidos por una dolencia en los insquiotibiales pero ya regreso el pasado fin de semana ante el Mallorca, aunque lo hizo desde el banquillo. Suyo fue el único gol en el RCDE Stadium en la primera vuelta.
Pero la plantilla de Diego Martínez cuenta con jugadores de mucha calidad, como Darder, Vini Souza, Denis Suárez o Puado, más dos jugadores con pasado blanquivoleta, el vallisoletano Calero, que ha jugado 18 de los 23 encuentros jugador, y Brian Oliván, que estuvo la campaña 2014-15 en el Promesas, llegando a debutar con el primer equipo.