"Todos los derechos tienen un límite: los de los demás"

D.V.
-

La magistrada del Tribunal Constitucional, María Luisa Segoviano, participó hoy junto al satirista Edu Galán y la rapera Miss Raisa en un encuentro dentro del VI Foro de la Cultura

La jueza María Luisa Segoviano, la rapera Miss Raisa y el escritor Edu Galán participan en el Foro de la Cultura 2023. - Foto: Rubn Cacho ICAL

"El derecho a la libertad de expresión, que significa el derecho a difundir libremente ideas y opiniones, es un derecho fundamental que tenemos todos, pero en este país todos los derechos, por muy fundamentales que sean, tienen un límite: los derechos fundamentales de los demás, como el derecho al honor, a la intimidad, al respeto a la verdad o a su propia autodeterminación". Así lo subrayó la magistrada vallisoletana del Tribunal Constitucional María Luisa Segoviano, durante su intervención en el encuentro 'Perdonen que discrepe', que compartió en el Teatro Calderón junto a la rapera Miss Raisa y el escritor Edu Galán, en el seno del VI Foro de la Cultura.

La jueza respondió así a la intervención de Edu Galán, cofundador de la revista 'Mongolia', cuestionado por el moderador de la mesa, el periodista de Castilla y León Televisión José Luis Martín, que les interpeló sobre la condena del Tribunal Supremo contra la publicación por publicar hace dos años una portada contra el torero Ortega Cano. "En cierto modo me alegré por esa condena", señaló Galán, "ya que también la sátira tiene que ver con testear los límites de una sociedad democrática, como ocurrió en Estados Unidos con Larry Flint, por ejemplo. Creo que nuestra condena es desproporcionada y está mal enfocada, pero a mí me ayudó a entender lo importante que es el estado de derecho en un país: entender por qué se nos condenó, en qué fallamos en el proceso, y por qué por mucho que lo considere desproporcionado existe un estado de derecho. Las revistas satíricas están para señalar determinadas contradicciones en el estado de derecho. Tengo que acercarme a la línea, eso es un satirista, y si me quemo me quemé. Eso es una sociedad democrática, con sus contradicciones. Y la sátira es muy necesaria en todo esto", valoró.

Por su parte, la rapera Miss Raisa, que sufrió amenazas de muerte en redes sociales, señaló que siempre se ha encontrado en un entorno bastante distinto al suyo y se ha visto obligada a construir su propio "espacio seguro" para sentirse "en paz" consigo misma. "El mundo exterior hace mucho ruido y prefiero vivir dentro de mí, estoy mucho más tranquila. Gestionar el 'hate' no es tarea fácil, pero más allá de regocijarme en el victimismo, entiendo que las redes sociales son un arma de doble filo: puedes usarlas para hacer el bien y conectar con las historias de vida de otras personas, pero también para hacer mucho daño. En mi caso personal, he recogido de ellas muchísimo aprendizaje y conocimiento", apuntó en declaraciones recogidas por Ical.

Redes sociales

A juicio de Edu Galán, las redes sociales "han venido para quedarse mucho tiempo", por lo cual pidió "paciencia" para comprender que "no son malas per se, sino que son una herramienta". "Lo que hay que entender es cómo las utilizamos. El automóvil se inventó a finales del siglo XIX y no nos dimos cuenta hasta el año 60 de que no estaría mal incluir un cinturón de seguridad, y hasta los 90 no nos dimos cuenta de que no estaría mal penalizar a quien conduce drogado o borracho. Las redes solo tienen diez años. Demos tiempo para entender las redes sociales e internet. Seamos más conscientes de cómo las utilizamos", pidió. "Tengo la sensación de que tenemos un martillo en la mano, y en lugar de usar la parte metálica para clavar un clavo, lo estamos haciendo al revés, y cuesta mucho, te hace daño, te crea ansiedad. No dejemos de usarlas, pero entendamos para qué sirven", señaló.

Al respecto, Segoviano aseguró que las redes sociales "tienen una parte fantástica de comunicación, difusión y libertad de expresión, y otra espantosa, y es que la gente se cobija en el anonimato y sus problemas personales los traduce en mensajes de odio y agresión muy inadecuados". En ese sentido recordó un caso que vivió hace dos años en la Junta Electoral Central, cuando aparecieron mensajes de odio en internet contra los menas que llegaban a España, a quienes "empezaron a acusar con datos falsos de una serie de delitos y a crear un clima muy peligroso y hostil". "Decidimos borrar aquello, reclamaron y se generó mucha polémica", añadió.

La magistrada, por su parte, reconoció contar con "muchísimos corsés" en su vida pública para ejercer la libertad de expresión. "Yo no podría opinar de algunas leyes que hay ahora mismo verdaderamente interesantes, porque es posible que se recurran al Constitucional y me podrían recusar. Estamos muy limitados, pero donde sí tenemos libertad para discrepar cuando estamos deliberando y resolviendo un asunto", apuntó.

Además, aseguró discrepar ante la afirmación de que el Consejo General del Poder Judicial esté "politizado", como afirman muchos medios. "Eso no es así. El CGPJ, pese al nombre que tiene, no es poder judicial, no lo forman jueces ni magistrados, no dictan sentencia. Es el órgano de gobierno de los jueces, que les organiza. Es un órgano de administración de los jueces. Lleva en funciones tres años y no es que los jueces se hayan politizado, es que los políticos que tenían que haber renovado el Consejo no lo han hecho", sentenció.

El debate ganó temperatura en su parte final, cuando al hablar sobre el contenido agresivo de las letras de muchas canciones de reguetón la magistrada aseguró que "elevar la violencia de género a la categoría de arte es inasumible", ante lo cual Galán replicó que "esas creaciones son un síntoma, no una causa". "La vida está por encima de todo, y la violencia sobre la mujer es inasumible e inaceptable, ni cantando ni sin cantar", señaló mientras Galán defendía que "la libertad artística requiere una protección muy especial" y le inquiría sobre casos concretos como la canción 'La mataré', de Loquillo.