Zanfonas, guitarras, moraharpa, cajón, tar, pequeñas percusiones, bajo, dulzaina, pito castellano, flauta y tamboril... rítmica e instrumentalización tradicional. Voces. Folk. Así a grandes rasgos se puede resumir lo que es 'Lévid Folk', banda vallisoletana que este 2023 cumple su décimo aniversario. Y lo hace a lo grande. Con nuevo disco, 'El tiempo en mi piel' –el sexto ya desde sus inicios–, presentado la semana pasada en la sala Concha Velasco del LAVA.

El grupo nació en abril de 2013 de la mano de Ángel Lévid: «Había grabado 'Tradición Contemporánea' y a la hora de plasmarlo en un directo eché mano de amigos. Lo presentamos en el Centro Cívico Zona Sur con mucha gente. Y a partir de ahí se nos plantearon otras cosas». Así arrancó 'Lévid Folk', de la mano del propio Ángel, de Pedro Pérez (percusión), Francisco García (vientos) y Miguel Ángel Tabarés (bajo y voces).

Cantautor tardío, «al estilo Julio Iglesias», Ángel jugaba al fútbol hasta que se lesionó con la famosa triada. «Había una guitarra en casa de mis padres y empecé a aprender, para entrar luego en el conservatorio con 24 años. Me titulé con 30», recuerda. Estuvo en 'El abrazo', grupo de pop-rock; y en 'Intimíssimo', de boleros y tangos, para posteriormente pasarse al folk, formándose en el mundo de la pandereta, la zanfona... y la tradición... 

Tras ese primer disco en 2013 y la unión en una formación más pequeña que esas veinte personas que se subieron al escenario en su presentación, han llegado cinco trabajos más. Con cambios en el grupo. César Gutiérrez entró por Pedro; y Mario Castán por Francisco. Este año ha llegado Gastón Gómez (guitarras y voces).

«No es habitual tantos discos, pero tratamos de optimizar rendimientos», asegura Ángel. Él mismo va grabando canciones y luego el resto hace los arreglos: «Un día sale primero la letra y otro la melodía. No hay una metodología, es algo más natural».

La pasada semana presentaron 'El tiempo en mi piel' en el LAVA. Al igual que los dos anteriores trabajos, 'A la vera de La Esgueva' (2018) y 'A Caramelo' (2020), está incluido como uno de los mejores discos del año de la revista especializada Diariofolk.

Sus letras hablan «de cosas cotidianas», del día a día. Las últimas doce son, aseguran, con ritmos pretéritos, combinados con letras y melodías recién llegadas del mundo de las musas: «Bebemos de las fuentes tradicionales pero no es música tradicional».

Aunque el folk es un género de todo el país, lo normal es moverse por zonas más cercanas. Y en su caso lo han hecho por Castilla y León, Asturias, Madrid, Navarra o Toledo. El 22 de abril estarán en Pedrajas; el 10 de junio en Montemayor y el 8 de julio en La Armedilla, en Cogeces del Monte. Muchos de sus integrantes son profesores de música, como Ángel, que es de guitarra en Tudela, Arroyo e Íscar, lo que les da un plus: «Trabajamos mucho en la presentación y luego en los previos a los bolos, que suelen ser entre 8 y 15 al año». Tanxugueiras ha hecho que el folk se escuche más en los últimos tiempos, además del aporte de figuras como Rodrigo Cuevas o Rozalén: «Hay muchos festivales pero se debería apostar un poco más por un circuito de folk».