Orgulloso de la labor que ha llevado a cabo al frente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera durante los últimos cuatro años. Recién reelegido en el cargo, se plantea metas continuistas de consolidación de la denominación.

¿Se esperaba resultar reelegido como presidente de la DO? 

Estaba complicado. Yo nunca he levantado el dedo para esto, tan solo nos blindamos como asociación de bodegueros que somos. Agradecer a mis compañeros y a mis amigos de la asociación y a todos los demás que me hayan blindado su apoyo. 

El anterior mandato ha estado marcado por la pandemia.  ¿Qué balance hace de este periodo?

Si miramos atrás creo que ha sido bueno. Hemos caminado, se ha planteado una visión de futuro. Hemos vadeando lo mejor posible la pandemia. Se ha trabajado de forma conjunta y cuando todo está unido y mirando hacia delante se consiguen cosas. No hay que adjudicarme los éxitos, sino que se debe hacer con todos los vocales. 

Habla de unidad. ¿Se ha trabajado así en el pasado mandato?

Sí, está claro. Es lo mejor que podemos hacer para los próximos años. El beneficio es para todos. Creo que es lo mejor que podemos hacer. 

¿Apostará por una línea continuista?  

Sí, seguir trabajando, luchar con ilusión para que la denominación esté cada vez mejor en todos los sentidos, como imagen de marca, como volumen de mercado... A partir de ahí tendremos que movernos en la dirección necesaria para continuar mejorando y hacerlo bien. 

 ¿En qué momento se encuentra Ribera del Duero?  

Si miramos los datos nos damos cuenta de que estamos bien. En Ribera del Duero hay una mentalidad  interiorizada en todos en busca de la calidad. Esto tiene que ser así. Lógicamente, tenemos que vender. Si no tenemos una masa crítica de comercialización tampoco seremos nada, pero creo que tenemos que intentar conseguirlo todo; el público comercial y la imagen de marca. Al final no tenemos otros camino, un posicionamiento de calidad y un nivel de ventas.  

¿Cómo ha afectado la pandemia a las bodegas?

Curiosamente, cada vez ganamos más posiciones en vinos de más calidad. Cada vez se vende más crianza y más reserva. El cierre del canal Horeca fue un problema en la época de la pandemia, un canal que ha sufrido mucho y aún lo sigue haciendo. Pero bueno, pienso que con ilusión y trabajo saldremos adelante. Siempre hemos estado de su parte porque son nuestros compañeros de viaje. Tenemos el futuro por delante y habrá que luchar por ello. Curiosamente, han crecido las ventas de crianza y reserva.  

Otras denominaciones de origen, con sus características, han hecho una apuesta por un crecimiento más elevado. Ribera se ha mantenido en una apuesta de incrementar hectáreas de forma más comedida. ¿Es esta la apuesta?

Tenemos que crecer, evidentemente. Lo tenemos claro. Lo estamos haciendo porque miramos al futuro. Ribera todavía tiene mucho que decir para tener más botellas en el mercado, pero siempre haciendo buen vino. Tenemos posibilidad de crecer, y por qué no vamos a hacerlo. 

Es todavía muy pronto, pero ¿cómo se plantea la campaña?

Es pronto sí, y más aún en Ribera del Duero. La sequía de invierno fue muy fuerte y no sabemos cómo puede aceptar. Veremos qué va a suceder en los próximos meses. 

¿Cuáles son sus objetivos para los próximos años? 

Creo que todos tenemos un objetivo en mente. Que cada vez tengamos más volumen en el mercado sin perder la calidad. La Ribera no puede perder el objetivo de que seamos cada vez mejores. Ser más precisos en las campañas de promoción para que dentro de unos años el resultado se pueda ver. 

¿Es el mercado exterior cada vez más fundamental? 

En el exterior todavía somos muy poca cosa. Estamos más o menos en el 18 por ciento de la comercialización y tenemos que mejorar mucho. Las empresas están haciéndose más fuertes y esto nos da capacidad para salir al exterior. 

¿Cómo puede afectar la nueva reforma laboral a las labores de vendimia?

En temas laborales, el Consejo Regulador no quiere entrar. Lo único es que deseamos que se haga lo mejor posible para que el sector no se vea perjudicado.