Los vallisoletanos deben casi 28 millones de euros a las arcas municipales. Una deuda que se podría incrementar si finalmente los servicios de recaudación municipal no consiguen recaudar los 6,3 millones de euros que todavía no se han ingresado del ejercicio de 2020. 

Entre estos derechos pendientes de cobro del año pasado están 2,3 millones del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI). En el caso de este impuesto, en el último informe sobre morosidad se advierte de que cuando el deudor está en concurso de acreedores se producen transmisiones de propiedad que no se comunican al Catastro. En este sentido, se apuesta por implantar un sistema actualizado para contrastar los cambios de titular y que la Inspección de Tributos pueda actuar. 

El impuesto sobre vehículos detracción mecánica y las multas por infracción de la ordenanza de circulación también acumulan impagos en 2020. En este caso, el Ayuntamiento todavía tiene pendiente de ingresar 1,4 millones por el rodaje y otros 1,1 por las multas. 

menor actividad. Otro impuesto con saldos pendientes de ingreso es el impuesto sobre actividades económicas empresariales (IAE), con 662.139 euros pendientes. «Se nota que ha bajado la recaudación por menor actividad económica, pero no estamos preocupados por la morosidad», apunta el concejal de Planeamiento y Recursos, Pedro Herrero. El edil apunta que la posible recuperación económica que se atisba para los próximos meses será fundamental para «no volver a caer en el pozo de la morosidad».

Aunque en 2019 se sumaron 1,4 millones al saldo de deudas de dudoso cobro frente a los poco más de uno de 2018 y 1,8 millones de 2017. Unas cifras inferiores a los 3,2 y 3,6 de 2016 y 2015 respectivamente. Unos porcentajes que han descendido por la actividad de los servicios de Inspección Tributaria.