La covid-19 ha conseguido que, después de muchos años con balances positivos, el Ayuntamiento de Valladolid liquide el presupuesto de 2020 con un déficit de 5,3 millones de euros. Estos números rojos, que inicialmente se preveía podían llegar a superar los 20 millones, se deben, en parte, a la rebaja de ingresos de las arcas municipales. Pero sobre todo se atribuyen al déficit de 4,6 millones de euros de Auvasa, que el año pasado perdió el 47% de sus viajeros por la pandemia. 

La cantidad, adelantada por el concejal de Planificación y Recursos, Pedro Herrero, todavía está pendiente de certificar por la Intervención municipal, aunque esta semana ya conoció en el Pleno un adelanto de esta liquidación. Un balance en el que se comprueba que el capítulo de transferencias corrientes subió en 7,3 millones respecto a 2019 debido a que «se han mantenido las transferencias a los entes municipales dependientes, a lo que hay que sumar las ayudas concedidas a los sectores más afectados por la crisis», tal como detalla el informe del Interventor.

La crisis sanitaria motivó que el Ayuntamiento tuviera que modificar en diversas ocasiones el presupuesto inicial, y finalmente se recurrió a 46,9 millones de remanente de tesorería para financiar expedientes de modificación de créditos para gastos generales. Aun así, antes de los ajustes finales de la liquidación, las arcas municipales siguen disponiendo este año de más de 51 millones de remanentes, aunque solo en el pasado Pleno ya se comprometieron 21 millones de esta partida. Entre estos nuevos gastos están los 8,7 millones para comprar el antiguo colegio de El Salvador y otros 4,6 millones para hacerse con las acciones de Ferrovial en Nevasa y conseguir que el cien por cien del accionariado sea municipal. Además de estos fondos saldrán los 6,5 millones de euros para cubrir todas las peticiones de ayuda del programa Reactiva para pymes y autónomos. 

El impacto económico de la pandemia ha tenido un claro efecto en los ingresos, donde se ha producido una caída respecto a 2019 de más de 7,2 millones. En los impuestos indirectos destaca que se recaudaron tres millones menos del Impuestos sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), mientras que el impacto negativo en los ingresos por las distintas tasas municipales fue de casi 2,6 millones de euros, sobre todo por el no cobro de tasas de terrazas y ORA, con unos ingresos total que se sitúan en niveles del año 2013. Sin embargo, el Ayuntamiento recibió 3,4 millones más de transferencias corrientes, principalmente por la participación de los Ingresos del Estado y otras ayudas recibidas por el coronavirus.

INVERSIÓN

En este balance económico local se observa que el Ayuntamiento, a pesar del efecto de la covid-19, ha cerrado el cuarto mejor año de los cinco presupuestos de Óscar Puente, con un 67% de ejecución en las inversiones previstas. De los 47,1 millones aprobados inicialmente se han ejecutado 31,6. Esto hace que el nivel de inversión por habitante sea de 132,64 euros, inferior a 2019 y 2018 cuando subió a 159,81 y 150,49 respectivamente, pero superior a 2017 cuando estaba en 127,26 euros. Una media que podría volver a subir este ejercicio si se consiguiera un porcentaje similar de ejecución de los 73 millones previstos para inversiones.

Aunque la cifra global de inversión de 2020 fue sensiblemente inferior a la de 2019, cuando se consiguió ejecutar 43,4 millones de los 70,2 previstos en el presupuestos. En este caso, el porcentaje bajó al 62%, y hay que tener en cuenta que parte de las partidas provenían de las inversiones financieramente sostenibles, que el año pasado no se aprobaron por la flexibilización de las reglas fiscales. Por contra, lo que sí ha subido significativamente es la ejecución de las transferencias de capital, que son las cantidades que el Consistorio transfiere a otras entidades para que puedan desarrollar sus inversiones. En 2020 se ejecutó el 89% del presupuesto previsto, y se superaron los ocho millones, la cantidad más alta desde el presupuesto de 2009.

A pesar de estos buenos porcentajes, el Ayuntamiento ha gastado 11,7 millones de euros menos en inversiones reales que en 2009 y mantiene en sus arcas la aportación de 9,4 millones del préstamo participativo a la Sociedad Alta Velocidad, que este año se decidió suspender. «Hay un sobrante que no han gastado a pesar de las necesidades tan importantes que hay en la ciudad», critica la portavoz del Grupo Municipal del PP, Irene Muñoz. La ‘popular’ critica la mala ejecución presupuestaria, aunque reconoce la incidencia de la transferencia «tan grande» a Auvasa. De hecho, considera que el equipo de Gobierno «no ha sabido anticiparse» y critica el error de «acumular» remanente en 2020 para ahora destinarlo a planes como el Reactiva. «Llegan tarde a acciones necesarias. Se pidió más fondos para el Reactiva y los han sumado ahora, lo que provoca que los beneficiarios tienen que esperar seis meses más», lamenta.