'Victoria': el grito de guerra de Raphael

Javier Herrero (EFE)
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El artista de Linares saca un nuevo disco en el que cuenta con las canciones de Pablo López, que le conectan con el ahora

El cantante Raphael estrena nuevo disco - Foto: Borja Sánchez Trillo (EFE)

Cuando Raphael vio cantar a Pablo López por primera vez, pensó lo que con muchos artistas cuyo talento le había atraído en el pasado: «¿Me podría hacer una canción?». Y cuando al fin lo conoció en persona, ese pensamiento se transformó en: «Quiero que me hagas un disco entero y que se llame Victoria». Y así, hoy ve la luz el álbum que lleva ese título, una palabra que según, según confiesa, ha gritado interiormente muchas veces desde aquel festival de Benidorm de 1962 en el que, en lugar de irse de fiesta la noche de antes, a romperse la voz o a la playa al día siguiente, se quedó en su cuarto. Era mucho lo que se jugaba.

«¡La vida de sacrificio que he hecho en mi vida entera! He salido victorioso de muchas cosas por mi férrea voluntad de hacer las cosas bien. Divertirse es fácil, pero guardar las formas para estar bien cuando tienes que estarlo es más difícil», reflexiona.

De todo eso trata este nuevo trabajo, su enésimo álbum (hace tiempo que se perdió la cuenta del número que hace en su larga discografía): de los sacrificios, de las recompensas, en definitiva de ser Raphael en 11 canciones, 10 de ellas hechas a medida por López, quien además ha ejercido de productor.

«He tenido conmigo a los mejores siempre. Manuel Alejandro fue un punto y aparte, igual que José Luis Perales, pero me faltaba esa persona con el lenguaje de hoy, joven, pero ya no tanto y que nos entendiéramos», aduce sobre qué le llevó al compositor e intérprete malagueño.

El entendimiento, según Rafael Martos (Linares, 1943), fue fácil: «Somos dos personas diferentes con muchas cosas en común, como el amor a nuestras canciones, a nuestro modo de vida. Somos dos artistas puros y duros». La comprensión similar del oficio lleva a López a escribirle versos como los de Por si acaso, en los que muestra cómo aquel se rebeló contra quienes le decían: «No pretendas engañarte, no te sueñes diferente, no te fíes de la calle, de la gente, no recorras todo el mundo regalándoles tu suerte, no te atrevas a gastar el corazón».

«El secreto del éxito de un artista es la entrega total», afirma rotundo al respecto. ¿Y la vida personal, dónde queda? «Esa tiene que ir por delante, pero marcándote el camino de estar con el público», afirma el artista, que insiste en esa idea en otro tema, De tanta gente, cuando proclama: «Yo sé que soy de tanta gente».

A lo largo de las canciones cuesta separar la aportación de uno y de otro. Así, el de Linares alarga de repente frases al estilo de López, quien a su vez se sumerge por primera vez en un género como el del tango en un tema como Mariposas.

«Ha hecho una maravilla», suscribe el cantante, que estuvo al tanto de todo el proceso («pero sin ser pesado») y que se «empeñó» en versionar un tema antiguo del malagueño, Lo saben mis zapatos.

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