CCOO y UGT exigen más recursos frente a la siniestralidad laboral y controles a la Inspección de Trabajo para acabar con accidentes "evitables" como el que ayer costó la vida a una trabajador en Zaratán, recoge Ical.
El secretario de acción sindical de CCOO CyL, Fernando Fraile, exigió a las administraciones un aumento de los recursos que garantice la revisión y el control de las evaluaciones de riesgos laborales en las empresas, así como que los organismos con competencias en seguridad y salud intensifiquen su compromiso con la salud de las personas trabajadoras, tras otro fallecimiento ayer de un trabajador en la localidad vallisoletana de Zaratán.
"En una comunidad como Castilla y León es necesario la implantación de la figura del delegado territorial para llegar a las miles de pequeñas empresas de nuestra Comunidad", añadió Fraile. En cuanto a los empresarios, Fraile reclamó que "no ahorren" en lo que se refiere a riesgos laborales y cumplan con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y las medidas de prevención a través de la planificación de la actividad. "Exigimos a los empresarios una mayor responsabilidad e implicación con la salud de sus trabajadores y trabajadoras. Es necesario una formación, información e inversión adecuadas y suficientes", indica Fraile.
CCOO CyL mostró hoy sus condolencias a la familia, amigos y compañeros del trabajador que ayer perdió la vida en accidente laboral en el Paseo Enrique Tierno Galván de Zaratán (Valladolid). Los hechos se produjeron sobre las 18.30 horas en el interior de una nave de maquinaria agrícola cuando el fallecido de 40 años cayó desde el tejado.
Datos
Los accidentes laborales mortales registrados hasta agosto se elevaron, respecto al mismo período del año pasado, en un 40 por ciento. Frente a las 38 víctimas mortales que se produjeron hasta este agosto de 2022, en las mismas fechas de 2021 se registraron 27. A estas cifras hay que añadir los seis fallecidos "in itinere", alcanzando los 44 fallecidos en este 2022, lo que supone seis muertes al mes.
Además, dentro del número total de fallecidos (44), se anotaron cuatro accidentes mortales por caída de altura y cuatro en el sector Agrario, sin contar con el que se produjo ayer en Zaratán. Agosto fue el mes más trágico del año con cinco fallecidos en accidente laboral en Castilla y León. En concreto dos en Valladolid y uno en Béjar, Salamanca y Burgos.
Uno cayó en altura de cubiertas de fibrocemento, otro cayó de un tejado por no disponer de sistemas de sujeción, otra de las víctimas falleció sepultada por un deslizamiento de tierra, un agricultor atropellado y el quinto fallecido, un trabajador de limpieza, sufrió un infarto.
El último accidente mortal se produjo en el mes de septiembre en la antigua bodega de Protos en Peñafiel (Valladolid), donde un trabajador quedó atrapado por una carretilla elevadora. El accidente de ayer en Zaratán es el segundo siniestro con víctima mortal en un mes y el primero del mes de octubre.
Por su parte, la secretaría de Salud Laboral de UGT Castilla y León, María Fe Muñoz, defendió la necesidad de "incrementar los controles de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social" para evitar accidentes como el que ayer costó la vida a un trabajador en la localidad vallisoletana de Zaratán. Muñoz lamentó el fallecimiento de este trabajador de 40 años tras sufrir una caída desde el tejado de una nave.
La responsable sindical denunció que los accidentes por caída en altura, como el de ayer, representan la tercera causa de mortalidad laboral en la Comunidad, por detrás de las lesiones no traumáticas y los siniestros de tráfico laborales. Además, la organización incidió en que también es la primera causa de mortalidad por accidente de trabajo traumático. Y es que, en lo que va de año, cinco personas trabajadoras de Castilla y León perdieron la vida por caídas desde altura.
María Fe Muñoz Queipo subrayó que "cualquier accidente de trabajo resulta triste, sin embargo, aquellos que responden a riesgos que objetivamente se pueden eliminar como son los accidentes por caídas en altura, son especialmente dolorosos".
En este sentido explicó que "las caídas en altura son accidentes tan antiguos como el propio trabajo y resultan especialmente dolorosos porque son accidentes fácilmente prevenibles siempre que se dispongan de los medios de protección colectiva e individual adecuados", es decir, "si se da cumplimiento a las obligaciones que marcan las normas en prevención de riesgos laborales".
En este contexto, exigió que las empresas recuperen las inversiones en seguridad y salud laboral y señaló, además, la necesidad de un cambio radical en la mentalidad del empresariado que "sigue considerando la gestión preventiva como un coste derivado del sistema de relaciones laborales". Por lo tanto, consideró preciso integrar la filosofía preventiva en los métodos de trabajo y en el día a día de la actividad empresarial, incentivando la participación de los trabajadores en la toma de decisiones relacionadas con su propia salud y seguridad.