«La gripe debería tener una monitorización como la del covid»

Alfonso G. Mozo
-

Entrevista al director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid y catedrático de Microbiología de la UVa: «Vacunar contra la gripe a toda la población infantil, como Murcia, Andalucía y Galicia, son estrategias de vanguardia en salud pública»

José María Eiros, director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid. - Foto: J. Tajes

Habla desde la más absoluta de las prudencias, sin esos alardes de otros compañeros de profesión que no dudan en jugar a la futurología con la evolución de esa pléyade de virus respiratorios que empiezan a complicar las cosas en los centros de salud y los servicios de urgencias de los hospitales. José María Eiros Bouza (Mondoñedo, Lugo, 1959) ni siquiera se aventura a prever cómo va a evolucionar la gripe en las próximas semanas o el tercer invierno del covid; es un gallego con tantos años de vallisoletanía que es casi imposible sacarle de su discurso puramente científico. Huye de la notoriedad con la que vivió hace unos años, cuando fue director del Hospital Clínico (de 2013 a 2016) y hasta diputado (por el PP) durante aquella efímera XI Legislatura que apenas duró unos meses de 2016. Ahora es el jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega, el portavoz de la Sociedad Española de Microbiología, el director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid y catedrático de la UVa. Allí, en esa Facultad de Medicina en la que enseña Microbiología a los futuros médicos atiende a El Día de Valladolid para hablar de covid, gripe, vacunación...

El lunes 17 arrancó la campaña de vacunación contra la gripe para la población general, pero ya hace semanas que la incidencia de este virus va en aumento, ¿en qué punto está la gripe en Valladolid?

En la última temporada, los virus gripales han circulado de manera inusualmente constante. Así, en octubre y noviembre de 2021 hubo algo de actividad, luego decayó en los meses iniciales del invierno pero enseguida se incrementó de nuevo para continuar circulando durante toda la primavera. Incluso en el mes de agosto hemos asistido a brotes del virus de la gripe A (del subtipo H1N1) en el contexto de personas institucionalizadas. La temporada de gripe convencional va desde el 1 de octubre de un año hasta el 31 de marzo del siguiente y fuera de ese periodo hablamos de lo que sería intertemporada, por eso decimos que la gripe ha circulado de forma inusualmente mantenida durante la última temporada.

¿Y eso había sucedido antes?

El Centro Nacional de la Gripe fue reconocido por la OMS en 1976 y nosotros contamos con registros desde entonces, así que, hasta donde podemos remontarnos, la realidad es que nunca habíamos tenido una actividad gripal tan constante; sí más intensa, pero no tan constante como ha pasado de 2021 a 2022.

Entonces, es cierta esa afirmación que se viene haciendo durante las últimas semanas de que la gripe se ha adelantado, aunque en realidad no haya dejado de circular desde el otoño pasado...

En cierta medida, sí. En los libros, cuando escribimos, solemos decir que la gripe es una enfermedad que mantiene una actividad epidémica de entre ocho y dieciséis semanas, en el otoño-invierno. En este año, ya en septiembre, en las semanas iniciales de este otoño, estamos viendo actividad gripal. No sabemos lo que durará, pero sí sabemos que se encuentra circulando en nuestro medio ya.

¿No hay previsiones más o menos certeras de cómo será el resto de la temporada de gripe?

Es pronto para aventurar cómo va a ser esta campaña de la gripe, ya que hacer predicciones en gripe es muy complicado, pero sí estamos viendo que la gripe circula y lo está haciendo a un buen nivel, tanto por el virus A H1N1, como por el A H3N2, que son los dos subtipos más prevalentes de gripe en nuestro entorno.

¿Qué sintomatología generan esos subtipos de gripe?

Los encargados de identificar la gripe son los médicos de atención primaria, los de urgencias y los pediatras, puesto que son ellos los que soportan el grueso de la carga asistencial por gripe. La gripe tiene variabilidad clínica en su expresión en los pacientes, si bien el cuadro convencional que conocemos es un cuadro con afectación del estado general, dolores tanto musculares como articulares, fiebre elevada, un profundo cansancio y síntomas respiratorios. Pero, pese a ello, hay veces que asistimos a unas formas menores que exhiben parcialmente estos síntomas y, en este sentido, cabe esperar que se pueda hacer un diagnóstico diferencial con otros cuadros respiratorios, como por ejemplo con bronquitis con otros virus o con resfriado común. Por eso, es importante que los servicios y unidades de Microbiología tengan capacidad diagnóstica para poder documentar que el agente etiológico que está justificando esa clínica es tal virus u otro. Junto a la gripe circulan los virus respiratorios sincitial (VRS), los parainfluenza, los rinovirus, los metaneumovirus, los adenovirus respiratorios, los bocavirus, el SARS-CoV-2 y otra pléyade de virus respiratorios que pueden ser diagnosticados.

Al contrario de lo que se ha venido haciendo con el covid-19, con el virus de la gripe no se hacen test de manera generalizada para confirmar el contagio, ¿no sería más lógico hacerlos?

Existe la posibilidad de hacerlo, por supuesto. Nosotros trabajamos en uno de los tres centros nacionales de la gripe de España y nuestra misión es documentar tanto los cuadros que se nos remiten desde la vigilancia de médicos centinela, como dar soporte diagnóstico a la red asistencial de los servicios de microbiología. Entonces, nosotros podemos aplicar el diagnóstico siempre a cuadros humanos, es decir, cuando hay un paciente con una sospecha de gripe en época inusualmente precoz, o bien por tener una clínica que puede no ser concordante con lo convencional; en ese tipo de casos, damos soporte diagnóstico.

¿Por ahora, a qué grupos de edad está afectando más la gripe?

Tradicionalmente, y este año se está cumpliendo también, los virus de la gripe infectan a segmentos jóvenes de la población, a niños pequeños fundamentalmente, y, a partir de ahí, pasan a su entorno familiar, formado por jóvenes, adultos y ancianos. Aunque a los pacientes que puede complicar son aquellos que tienen una avanzada edad o una enfermedad de base, algún tipo de patología que exija cuidados médicos. El segmento más afectado en este momento es el de los niños.

¿Está habiendo hospitalizaciones por gripe ya en este momento tan inicial del otoño?

Sí, claro, ya estamos asistiendo a pacientes que tienen cuadros de hiperreactividad bronquial que exigen valoración hospitalaria, así como medicación y soporte con oxígeno.

¿Y es normal que la gripe ya esté hospitalizando pacientes?

En enfermedades infecciosas, para ver la tendencia de una actividad endémica o epidémica tenemos que hacer un análisis retrospectivo, porque nadie maneja en tiempo real lo que ocurre. Esto no es una monitorización de la línea del AVE, por ejemplo, nadie tiene datos en tiempo real. Hablamos de Castilla y León, que tiene una población de 2,2 millones de habitantes, con un sistema sanitario que presta actividad en el medio rural de una manera muy importante... resulta difícil. Integramos por semanas epidemiológicas la actividad que va habiendo, pero creo que habrá que esperar para verlo.

Pero nada parecido a lo que se ha venido haciendo con los casos de infección por SARS-CoV-2...

Nosotros hemos reivindicado que la monitorización que se hacía con el covid, se hiciera también con la gripe. Hicimos un trabajo titulado 'Vestir un santo para desvestir a otro' en el que lo reflejábamos, ya que nuestra labor, desde el punto de vista de la vigilancia virológica de los virus gripales, nunca debió ser abandonada y es algo que sí se siguió realizando, si bien es verdad que durante las dos temporadas previas hemos visto mucha menos actividad de virus gripales, fuera por todas las medidas barrera (distancia social, mascarilla, lavado de manos...) o por la hegemonía del SARS-CoV-2.

¿Espera una gripe especialmente virulenta por su baja incidencia los dos últimos años?

Para hablar de virulencia, hay que ver la dimensión que imprime en la gravedad clínica.

¿Más allá del número de casos?

El número de casos puede afectar a la capacidad de asistencia del sistema, por lo que es importante minimizar al máximo su impacto, vacunándose y logrando buenas coberturas. Pero para hablar de virulencia como tal tenemos que valorar los casos clínicos que se produzcan. Hay que recordar que la gripe puede ser atendida por los médicos y pediatras de atención primaria, por los de los servicios de urgencias, puede requerir cuidados hospitalarios y, dentro de estos, también puede exigir una terapia intensiva e ir a UCI; incluso puede matar. Cuando monitoricemos la carga de enfermedad que soporta el sistema y, sobre todo, las formas graves, estaremos en condiciones de decir cuán de virulenta es esta gripe.

¿Cómo será la convivencia de la gripe con el covid?

Después dos temporadas en las que la actividad de la gripe fue muy leve en nuestro hemisferio, ahora estamos ante el tercer año donde la gripe ya exhibe su potencial de infección y, en algunos casos, está igualando y hasta superando en infecciones al covid. Pero somos médicos, gente seria, yo no puedo predecir lo que va a pasar durante los próximos meses.

El SARS-CoV-2 ya está dentro de la lista de virus respiratorios que deben ser vigilados por el Centro Nacional de la Gripe de Valladolid, ¿hay capacidad para afrontarlo?

Sí, pero no solo en el Centro de la Gripe de Valladolid, sino que en el sistema sanitario de Castilla y León, la microbiología, ha prestado y presta un gran servicio diagnóstico a otros profesionales clínicos que le demandan diagnóstico. Hay que dejar claro que en los hospitales existen capacidad de diagnóstico para un número amplio de virus respiratorios. Nuestro Centro de la Gripe se dedica a labores un tanto más específicas, como caracterizar genética y antigénicamente las cepas, remitirlas a la Unidad de Enfermedades Víricas de Ginebra, elaborar estudios de respuesta inmunitaria dentro de la población vacunada... que son actividades propias del Centro de Gripe.

¿Cómo vislumbra este primer otoño / invierno sin mascarillas desde la irrupción de la pandemia?

No lo sabemos. Lo que está claro es que las medidas de distanciamiento  social, de lavado de manos, llevar mascarilla, no frecuentar lugares de aglomeración de personas en épocas de gran actividad de virus respiratorios... pueden resultar muy útiles. De hecho, debemos de aprender de otros países, como los de la cultura asiática. Es común ver  imágenes de Japón con gente con mascarilla en el transporte público, por ejemplo.

Aquí sí ha quedado algo de poso de estos dos años de pandemia y sí se ve a personas con mascarilla por la calle...

Yo soy usuario del autobús y tengo asumido que hay que ir siempre con mascarilla, igual que ocurre en los centros sanitarios. Hay que ser respetuoso.

Y vacunarse...

Una de las medidas esenciales en la lucha contra las enfermedades infecciosas es la vacunación. Es que, junto a la potabilización del agua, es de los mayores logros que ha tenido la humanidad en materia de salud pública.

¿Es importante que los pacientes sean constantes y se vacunen año tras año contra la gripe?

La vacunación antigripal es anual y aún hacemos diseños de vacunas anuales. Ser adherente y vacunarse año tras año comporta, y lo hemos demostrado en estudios de nuestro grupo de investigación, un plus, un beneficio adicional, frente al que solo se vacuna una vez de manera extemporánea. Sabemos que las vacunas no son efectivas al 100%, pero con una efectividad vacunal del 60% estaríamos ya ante una buena medida de salud pública. Incluso así, desde el Centro de la Gripe tenemos que monitorizar que los virus gripales que van apareciendo sean concordantes con los que se han incluido en la vacuna; no es raro que el virus que empieza a infectar no es el mismo que acaba la temporada, porque va cambiando.

¿Defiende las tesis de los pediatras para extender la vacunación contra la gripe a todos los niños?

El Ministerio, en su web, recoge que cualquier persona que quiera acceder a la vacunación antigripal, puede hacerlo. Pero en el caso de los niños, sí que hay países como Inglaterra que vacunan a toda su población infantil. Y en el caso de España hay tres comunidades autónomas, Murcia, Andalucía y Galicia, que han incluido en sus estrategias vacunales una vacuna antigripal atenuada, con virus vivos, para los niños. Son estrategias que me parecen de vanguardia en salud pública.

¿Falta sensibilidad de la población con la vacunación antigripal?

Aparte de adherencia vacunal, son necesarias estrategias que avalen con datos reales la bondad de los programas de vacunación, porque la realidad es que minimizan los costes sociales, puesto que lo que se invierte en vacuna es inferior que lo que tienes que invertir si hay que atender las consecuencias de la enfermedad.

También habría que incorporarlo a los planes de estudio de los niños desde Secundaria, para que sepan cuán de bueno es vacunarse, que es una actitud proactiva y solidaria.

¿En esto ha podido ayudar todo el proceso de vacunación del covid?

Sí, seguro.