Las negociaciones del convenio de Renault quedan paralizadas

Ó. Fraile
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La empresa traslada a los trabajadores que sus propuestas suponen un incremento del 56% de la masa salarial y los sindicatos siguen exigiendo adjudicaciones para avanzar en los acuerdos

Cadena de Montaje de Renault.

La tercera reunión entre los sindicatos y la Dirección de Renault para el nuevo convenio colectivo volvió a servir para mostrar las enormes diferencias que todavía separan a ambas partes para llegar a un acuerdo. En este encuentro la empresa respondió a la batería de 190 propuestas que la plataforma única sindical presentó en la anterior reunión. Un planteamiento que no gustó a la empresa, ya que, según el análisis que trasladó este miércoles, supondría un aumento del 56 por ciento de la masa salarial, algo que, según la multinacional, pondría en riesgo la supervivencia económica y la competitividad de Renault en España. La Dirección recordó a los sindicatos que durante el primer semestre del año la compañía acumuló pérdidas por valor de 7.386 millones.

La compañía detalló que las propuestas sobre salario aumentarían un 23 por ciento los costes y las de reducción de jornada, otro doce por ciento. Y así, uno a uno, ha ido detallando a los trabajadores cuánto cuesta cada bloque de medidas propuestas en un momento en el que, según la Dirección, la competitividad es un factor clave de cara a la adjudicación de nuevos modelos. Sobre lo que no se pronunció Renault fue sobre la exigencia de los trabajadores de despejar el futuro de los centros de trabajo en España, ya que, según les trasladó, esas decisiones se toman en Francia y serán anunciadas en los próximos meses.

No obstante, desde el sindicato CCOO se sigue exigiendo a la empresa que adjudique nuevos modelos a las plantas españolas como condición sine qua non para seguir con las negociaciones. «Si la Dirección española no tiene capacidad de decidirlo, que vayan a Francia a dar respuesta a nuestras exigencias», señaló el sindicato en un comunicado. Por su parte, la empresa avisó al final de la reunión de que esta finalizó sin posibilidad de seguir negociando el convenio, algo que, a su juicio, pone en riesgo la actividad industrial en España.

UGT también incidió en la necesidad de concretar actividad futura para las factorías como «condición indispensable para entrar a debatir aspectos laborales». Se trata de una «línea roja» para el sindicato, aunque la empresa no parece estar dispuesta a tomar esa decisión sin tener claro antes las condiciones del convenio.

Por su parte, CGT también señaló que está dispuesta a retomar las negociaciones cuando la empresa garantice la continuidad de las fábricas españolas. «No estamos dispuestos a aceptar ningún chantaje», dijo el sindicato en un comunicado.

Pero lo cierto es que, a día de hoy, las negociaciones están paralizadas. De hecho, no hay ni fecha para la próxima reunión, ya que los sindicatos han pedido a la empresa que la fije cuando conozca los planes del nuevo CEO, Luca de Meo, para España.