Las UCI encadenan 7 meses con más covid de los recomendados

A. G. Mozo
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Las unidades de críticos de Valladolid están desde el 19 de septiembre por encima del umbral máximo del 25% de ocupación covid que aconseja el Ministerio de Sanidad. Pese a ello, Clínico y Río Hortega ya tienen activos el 85% de sus quirófanos

UCI del Hospital Río Hortega. - Foto: Sacyl / Ical

La extensión de la vacunación y el mantenimiento de buena parte de las restricciones están logrando que la cuarta ola del coronavirus irrumpa en su versión más tenue de toda la pandemia del SARS-CoV-2 en Valladolid. Los contagios llevan ya un mes subiendo en la provincia, pero la escalada es tan contenida que se están eludiendo por el momento las medidas más severas, ya que gimnasios y centros comerciales continúan abiertos (aunque aún con aforo limitado) y el interior de la hostelería solo está clausurado en la capital, Tudela de Duero, La Cistérniga y Aldeamayor de San Martín, donde se supera la tasa de incidencia pactada en el Consejo Interterritorial de Sanidad para la adopción de ese cierre: 150 casos por 100.000 habitantes en la IA a 14 días (en municipios de más de 5.000 habitantes).

El Ministerio incluyó esa medida en la última revisión del ‘semáforo’, en ese conjunto de indicadores acordado por las comunidades para la vigilancia de la pandemia y que fija una tasa máxima de 25 para dar por controlado al virus y desactivar el grueso de restricciones. Sería el nivel 0, ese que Valladolid no toca desde finales de julio, mientras que el 1 contempla una IA máxima de 50 y el 2, una de 150, que es donde estuvo esta provincia durante las 41 jornadas de transición entre la tercera y la cuarta ola, antes de regresar, hace una semana, al nivel 3 (el que indica riesgo ‘alto’). Unos indicadores epidemiológicos que solo contemplan otro nivel más, el 4, para aquellos territorios en que se supere la ratio de 250 casos por 100.000 habitantes.

Este ‘semáforo’ también vincula las restricciones a los indicadores sanitarios, en función del grado de ocupación covid en los bloques de hospitalización y las  UCI. Para las unidades de críticos, Sanidad fija un umbral máximo del 25 por ciento de ingresados con coronavirus, que en la desescalada de la tercera ola ya se subrayó como el porcentaje mínimo para la relajación de las principales medidas.

Y es ahí donde llevan ya siete meses los hospitales de Valladolid, al haberse encadenado la segunda y la tercera ola, y, ahora, la cuarta. Todo ello sin que les haya dado tiempo de completar un descenso que siempre se ha topado con un nuevo repunte de la incidencia antes de que la mejoría llegara a las UCI, convertidas en el termómetro de una crisis sanitaria que, en el caso del Clínico y Río Hortega, les obliga a trabajar por encima de esa tasa del 25% desde septiembre.

129 CAMAS UCI

Ahora mismo esa ratio se sitúa en el 32% y eso que la Consejería de Sanidad elabora ese porcentaje sobre el total de camas UCI que hay habilitadas, no sobre la capacidad estructural marcada, que es de 90 en Valladolid: 57 en el Hospital Clínico (HCUV) y 33 en el Hospital Río Hortega (HURH). Las áreas de críticos ofrecen en este momento 129 puestos UCI (86 y 43, respectivamente, es decir un 43% más de las marcadas) y están ocupados 91 (56 y 35), 41 de ellos con covid y 50 con no-covid. Así las cosas, si la cuenta se elaborase sobre la capacidad estructural, el grado de ocupación superaría el 45%.

Por tanto, Clínico y Río Hortega deberían aglutinar un máximo de 22 contagiados en sus UCI para cumplir con ese requisito mínimo y eso es algo que no sucede desde el 19 de septiembre. En aquellos días se ponía fin a cuatro meses por debajo de ese umbral del 25% y que, desde entonces, ha impedido a los hospitales recuperar la plena normalidad, con sus UVI, sus REA y demás estancias habilitadas para críticos, condicionadas siempre por la patología covid, sin bajar de 40 infectados desde el 2 de octubre.

Y es precisamente la atención a la patología no-covid la que se va recuperando poco a poco, con más operaciones programadas después de que en lo peor de esta tercera ola hubiera que suspender muchas y llevar las prioritarias a quirófanos alquilados en centros privados. En este momento, tienen operativos ya el 85% de sus quirófanos, 18 de 22 en el caso del HCUV y 16 de 18 en el HURH; 34 de 40 en total.

DE 65,5 AÑOS DE MEDIA

Todo sigue condicionado por el elevado número de críticos con covid que hay ingresados y que necesitan más de un mes de hospitalización para poder salir de la UCI. Los últimos datos difundidos por la Consejería de Sanidad dibujan una estancia de media de 33 días, si bien hay un tercio de ellos que se pasan más de 40 jornadas. La edad media de los covid ingresados en una cama de cuidados intensivos es de 65’5 años, con una franja que va desde 24 a 83. Y es por esas prolongadas recuperaciones que requieren los contagiados que acaban en una UCI, por lo que la capacidad de normalización de estas áreas se lleva viendo limitada siete meses.

Tras superar la severa tercera ola, cuando se anotó en 107 el récord de pacientes covid en las UCI, estas áreas llegaron a rebajar su nómina a 40 ingresados con coronavirus a fecha 30 de marzo, pero ahí se frenó la caída. Desde entonces la situación se ha estancado en la franja de los 43-48 ingresados, que es el doble de lo recomendable.

Es un poco la misma situación que se vive con los contagios, que encadenaron cuatro semanas de subidas y que en esta última casi se han estancado. En concreto, se ha pasado de los 33,8 positivos diarios contabilizados en la semana del 8 de marzo, a los 34,2 de la del 15 y a los 43 de la del 22. Marzo acababa con una media de 54 por jornada y abril arrancaba con una de 65, para, en esta última semana, llegar a 71.