Escombreras: un mal endémico que no cesa

R.G.R
-

A pesar de las actuaciones de Junta y ayuntamientos continúan surgiendo nuevos focos de suciedad y escombros repartidos por toda la provincia. Los alcaldes lamentan que no pueden actuar en los parcelas de propiedad privada

Escombreras, en la provincia de Valladolid. - Foto: J. Tajes

La lucha contra las escombreras ha sido constante en la provincia durante los últimos años, pero los hechos demuestran que no es suficiente. La proliferación de vertederos y escombreras de diversos tamaños en la provincia es, a día de hoy, una constante. Los ayuntamientos no tienen más remedio que ver cómo crecen estos espacios de forma incontrolada a pesar de contar, en la inmensa mayoría de los casos, con espacios habilitados para depositar cualquier tipo de desperfectos. 

Si bien en cierto que algunos municipios, como Valdestillas o Peñafiel, han sido capaces de solventar estos problemas gracias a las intervenciones de la Junta y de los propios consistorios, no lo es menos que aún queda mucho trabajo por hacer. Todo tipo de suciedad llega a diario a parcelas públicas y privadas. 

Tanto los propios ayuntamientos como desde Ecologistas en Acción coinciden en señalar que estas escombreras surgen de forma inesperada y, por norma, con escombros procedentes de obras particulares que se hacen sin los consiguientes permisos. Una vez que un vecino deposita escombros en una parcela poco a poco va aumentando de tamaña hasta ocupar en ocasiones la superficie de varios campos de fútbol. 

Escombreras, en la provincia de Valladolid. Escombreras, en la provincia de Valladolid. - Foto: J. TajesEl alcalde de Viana de Cega, Alberto Collantes, indicó que llevan años sufriendo este problema a pesar de que han llevado a cabo varias actuaciones. «Nosotros tenemos una justo en el límite de nuestro término municipal con Valladolid», comenta el alcalde. Al igual que otras muchas, aparecen de la nada y se forman en muy pocas semanas. «Una vez que una persona echa algo, luego poco a poco cada vez hay más y más». 

Collantes indicó que una forma de mantener limpios los espacios es ceder la explotación del coto a los cazadores, a cambio de que sean ellos los que vigilen los terrenos y hagan limpiezas periódicas. «Nosotros lo hacemos así en el pueblo y funciona». 

Para Ecologistas en Acción se deberían poner en marcha y potenciar actuaciones para evitar que se pueda aumentar el daño que estas escombreras hacen al medio ambiente y al espacio natural. Hay que tener en cuenta que en algunos casos se echan a estos vertederos todo tipo de materiales, no solo escombros. 

Ruedas desgastadas, aceite usado, bolsas de basura, electrodomésticos, muebles…, todo se junta en grandes montones que en ocasiones son más grandes que un campo de fútbol. Los regidores coinciden en señalar que las sanciones deben ser más elevadas para aquellas personas que son sorprendidas vertiendo cualquier tipo de utensilios. Pero también se deben llevar a cabo campañas de concienciación para conseguir que los habitantes de la provincia sean conscientes de la importancia que tiene evitar que se formen este tipo de escombreras. Y, por último, también solicitan tanto a la Junta como a los ayuntamientos que potencien los servicios de recogida y los puntos limpios para dotar a los vecinos de los medios necesarios para que puedan depositar los utensilios que no necesiten. «Necesitamos hacer una labor conjunta de todas las administraciones para evitar que surjan nuevos focos en la provincia». 

Los alcaldes manifiestan que, en algunas ocasiones, «es muy complicado» conseguir que estas escombreras puedan eliminarse, especialmente cuando surgen en parcelas de ámbito privado. Desde el Ejecutivo regional les informan que es necesario contactar con el propietario para solicitar que proceda a su limpieza, pero los regidores sostienen que no siempre es posible. En ocasiones, se trata de terrenos heredados, con una enorme dificultad para dilucidar con exactitud qué personas son las dueñas y también existen casos de que son suelos pertenecientes a empresas que han dado en concurso de acreedores, lo que también imposibilita saber quién es el dueño. 

El alcalde de Triguros del Valle, Pedro Pérez, indicó que dentro de su término municipal «surgen en multitud de cunetas» y en parcelas. «Tener un espacio para que los vecinos lo echen es complicado porque tendríamos que tener una persona permanentemente y eso es imposible». Pérez indicó que no es la primera vez que se encuentran con problemas debido a que los dueños de las parcelas ni siquiera residen en la provincia y «es muy complicado contactar». 

Así, a pesar de las actuaciones, todavía son muchos los pueblos, especialmente en la zona sur de la provincia que cuentan con numerosas escombreras. Lo importante, descantan los regidores, es actuar de manera inmediata en cuanto aparecen los primeros escombros. «Si lo dejas un poco al final se convierte en un minivertedero», comentan. 

El alcalde de Santovenia de Pisuerga, Bernardo Canedo, lamenta que en la zona donde se sitúa el polígono industrial dentro de su término municipal existen varias parcelas que están «completamente llenas» de escombros y suciedad. «Entre las parcelas de Valladolid y las nuestras existe mucha suciedad». 

Sin embargo, algunos pueblos como Valdestillas han conseguido solventar estas situaciones. «Nosotros teníamos dos grandes escombreras y hemos conseguido solucionar el problema. Una a través de los fondos de la Junta de Castilla y León y otra con fondos propios. En el espacio de una de ellas hemos situado el punto limpio y en otra vamos a construir un gran parte», comenta su alcalde, Alberto Sanz.