Valladolid llega a la fase final de la 'operación verano' con datos que apuntan al optimismo, pese al pésimo final de mes que están viviendo las carreteras de la provincia, con cuatro fallecidos en tres accidentes registrados en una semana. Así, si el análisis se eleva al conjunto del año, se descubre que la accidentabilidad vallisoletana acumula una caída del 20%, pese a que la DGT detecta ya incluso más desplazamientos de vehículos por carretera que antes de la pandemia. Julio y lo que va de agosto han sumado cinco víctimas estivales –una más que el año pasado– a una lista de siniestros mortales que afrontará el último tercio de este 2022 con ocho fallecidos sobre el asfalto.
«La evolución del año por ahora es buena. Si lo comparamos con los datos de 2019, que sigue siendo nuestro año de referencia, pues las cifras son muy buenas, sí». La jefa provincial de la DGT, Inmaculada Matías, hace referencia a las diez víctimas que acumulaba el asfalto a estas alturas tanto en 2019, como en un 2021 que tampoco se estaría utilizando de referencia debido a que los cinco primeros meses también estuvieron marcados por ciertas restricciones a la movilidad en el contexto de la lucha contra la pandemia.
En igual sentido, también iban diez en 2018, mientras que en 2017, al cierre de agosto, ya eran trece las personas fallecidas en carreteras vallisoletanas. Por el contrario, en el pandémico 2020 no se registró ningún caso precisamente hasta un mes agosto en el que llegaron a acumularse tres, de modo que eran menos casos de los que hay ahora, «pero 2020 no se puede tomar de referencia, puesto que hubo un confinamiento y ya se sabe que no fue normal, igual que en 2021 pues también hubo esas restricciones en Castilla y León hasta mayo, por lo que el año de referencia ajustado sería solo 2019, que es cuando la movilidad estaba al cien por cien».
Accidente mortal registrado el pasado enero en la N-601, a la altura de Ceínos. - Foto: Bomberos Diputación de ValladolidCinco de las ocho víctimas que se ha cobrado por ahora este 2022 se han producido durante los meses de verano, cuatro de ellas en solo una trágica semana de agosto. El 18 de julio fallecía un conductor de grúa en una carretera provincial (VA-912) cerca de Mucientes y ya lo siguiente es lo vivido en este final de agosto: dos en poco más de 24 horas, entre la mañana del viernes 19 de agosto (cuando moría un motorista de 42 años cerca de Mayorga, en otra vía provincial, la VA-542) y la tarde del sábado 20 (cuando un vehículo se salía de la autovía A-6 y fallecía horas después una mujer de 79 años) y otros dos, un padre y su hijo, menor de edad, en la brutal colisión del pasado viernes en la N-122, a la salida de Peñafiel. De este modo, a falta de lo que ocurra en las últimas jornadas de agosto, este verano acumula tres víctimas, una más que el año pasado, y dos más que en 2020, 2019, 2018, 2017 y 2016. En 2015 fueron seis y en 2014, otra vez tres.
Igual que ha ocurrido en verano, el análisis del conjunto del año en Valladolid también desvela que dos de cada tres accidentes mortales se están produciendo en carreteras sin desdoblar, de doble sentido, pese a que soportan el tránsito de muchos menos vehículos que las autovías. «La seguridad del tráfico en las vías convencionales, las de doble sentido, sigue siendo uno de los caballos de batalla de la DGT. Ahí ya llevamos tiempo haciendo mucho hincapié en que se circule en alerta, que se tenga precaución cuando se vaya por alguna de estas vías. Los datos nos demuestran que hay que insistir en esta línea para intentar reducir más los accidentes en las carreteras de doble sentido», valora la jefa de Tráfico.
El móvil y las distracciones
En este sentido, Matías apunta a «las distracciones como la primera causa de muerte en carretera» y recuerda que «el móvil es el rey de las distracciones»: «Por eso se cambió la ley de seguridad vial, con el fin de buscar un mayor castigo a todos aquellos conductores que lo manipulaban yendo al volante», justifica la propia jefa provincial a El Día de Valladolid.
«La ley entró en vigor en marzo y quizá es pronto para decir si está teniendo un efecto positivo sobre la seguridad vial, si ha conseguido el efecto que se buscaba, que no es otro que reducir la accidentalidad, porque no debemos olvidar que en esta medida no se puede hablar de un afán recaudatorio, puesto que no se incrementaba la cuantía de la sanción económica (200 euros por manipular el móvil al volante), solo subía la pérdida de puntos (a seis créditos). En todo caso, sí es cierto que la última reforma es un cambio importante y esperamos que surta el efecto deseado», dice Inmaculada Matías, quien todavía se muestra prudente para achacar a estos cambios esta reducción de los accidentes que está logrando acumular Valladolid en lo que va de 2022.
Un año en el que, además, están registrándose ya tantos viajes por carretera como en era precovid o incluso más: «Todavía no tenemos los datos de movilidad de todo el verano, pero las primeras cifras sí señalan que se han recuperado los niveles de antes de la pandemia e, incluso, todo apunta a que se va a estar por encima de lo que había en 2019», avanza Matías, quien no se cansa de apelar a la prudencia de los conductores para evitar que haya más accidentes graves: «Hay que salir y disfrutar, pero siempre tenemos que tener una enorme responsabilidad al volante».