El doble asesino mató en el acto a Paloma e India

A. G. Mozo
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La investigación apunta a que David acuchilló primero a la madre y, acto seguido, a la niña de 8 años, ambas en «numerosas» ocasiones. Fue un ataque «rápido y demoledor» que acabó con sus vidas inmediatamente

Crimen machista en el paseo de Zorrilla. - Foto: Ical

David fue despiadado con sus dos víctimas. No titubeó cuando tomó la decisión de matar a su novia y la hija de esta, de solo 8 años. Se aseguró el resultado con un ataque «rápido y demoledor» que acabó con la vida de ambas en el acto. No tuvieron ninguna opción.

La aún incipiente investigación desconoce todavía sobre qué hora se produjo el doble asesinato, a la espera de que los análisis forenses puedan afinar una cuestión que se antoja clave para poder elaborar una reconstrucción de los hechos. Las pesquisas apuntan a que tuvo que ser con anterioridad a esas tres de la madrugada en que David M.L. alertó a su hermana.

Lo que sí empieza a aclararse es cómo fue el ataque. Los indicios apuntan a que este vallisoletano de 45 años agredió primero a Paloma, de forma súbita, sin darle ninguna opción de reacción. La autopsia descubrió «numerosas» heridas de arma blanca por todo el cuerpo y en zonas absolutamente vitales. Las fuentes consultadas por este periódico hablan directamente de «un ataque demoledor en el que se aseguró el resultado» –situación que derivaría en la imputación por asesinato, en lugar de homicidio–. También señalan que «fue todo muy rápido» y que el acuchillamiento de India, «igual de demoledor», tuvo que producirse inmediatamente después del de su madre.

Su cadáver apareció en el salón, pero se desconoce todavía cómo pudo ser esa secuencia de hechos posterior al asesinato de Paloma, que se produjo en la cocina. Las pesquisas son incipientes aún, tal como se evidencia en el hecho de que el domicilio sigue precintado por la Brigada Provincial de Policía Judicial, señal de que los agentes del Grupo de Homicidios de la UDEV harán más inspecciones.

La única hora que se conoce a ciencia cierta por ahora es esa de las tres de la madrugada cuando David M.L. se derrumbó y decidió llamar a su hermana para decirle que había hecho «algo malo», que «había matado a Paloma»; ella no pudo ni terminar de escucharle y le pasó el teléfono a su marido, quien alertó al 1-1-2 para activar un operativo que iba a concluir poco después con la triste confirmación de la noticia. 

Tumbado junto a ella

Se cree que la llamada de David se produjo poco antes de infligirse varios cortes en los brazos y hasta clavarse un cuchillo en el pecho. Se tumbó en el suelo de la cocina junto a una Paloma ya inerte en el convencimiento de que también sería su final. Cuando Policía y Bomberos consiguieron entrar en el quinto piso del número 66 del paseo de Zorrilla le encontraron en estado «semiinconsciente», pero con vida.

Una ambulancia le llevaba al Hospital Clínico, donde tenía que ser intervenido de urgencia y, tras poco más de 80 horas ingresado, salía de allí en un furgón policial rumbo al Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Allí conocía a su abogada de oficio, se acogía a su derecho a no declarar y dejaba el edificio de la calle Angustias rumbo al Centro Penitenciario de Valladolid entre gritos de «asesino» de familiares y amigos de las víctimas, entre los que estaba el padre de la pequeña India.

riesgo de fuga. Emilio Vega, magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer (JVM) 1 de Valladolid, acordaba su ingreso en prisión sin fianza como presunto autor de dos delitos de homicidio doloso, a la espera de que avance la investigación para determinar «si finalmente se le imputan dos delitos de asesinato». En este auto, el juez argumenta que existen «indicios serios y racionales de que el detenido ha participado en los hechos a título de autor», destaca la «especial brutalidad» de las dos agresiones y explica también que «concurren todos los requisitos exigidos por la legislación vigente para adoptar la medida cautelar de prisión, pues los delitos imputados están penados con penas muy graves, incluso con la posibilidad legal de aplicar la pena de prisión permanente revisable», lo que, a juicio del magistrado, «evidencia un claro riesgo de fuga que hacen que la medida sea proporcional a la gravedad de los hechos».

Protocolo 'antisuicidios'

David M.L. estará durante las dos primeras semanas en prisión bajo una vigilancia especial, tal como señala el protocolo de prevención de suicidios que se le aplica a todos los reclusos que pisan por primera vez la cárcel, más cuando, como en este caso, se ha intentado suicidar antes. El autor del doble crimen ingresó en el centro penitenciario poco antes de las 14.30 horas y se activó este plan que supone un seguimiento médico y psicológico, tal y como informa Efe.

Este protocolo, que conlleva el acompañamiento de otro interno de confianza en la celda, permanece vigente durante quince días, y se hacen evaluaciones periódicas para decidir si continúa su aplicación.

En el último caso de violencia de género registrado en Valladolid el pasado mes de agosto, el detenido se quitó la vida aprovechando un momento de soledad en la celda. En este caso, Aaziz El-Yazid, autor del triple crimen de su mujer, su suegra y un amigo de la familia, ya había estado en prisión por otros delitos y por ello no se le aplicó este protocolo de prevención de suicidios.