Con la Liga y la Copa en el horizonte, el rugby local tiene una cita con la historia este domingo en Georgia. En su capital, Tbilisi, la franquicia Castilla y León Iberians buscará jugar la final de la SuperCup, primera competición de clubes de rugby emergentes en Europa.

Los castellanos y leoneses, con jugadores del VRAC Quesos Entrepinares, SilverStorm El Salvador y Recoletas Burgos, se miden a los Black Lion georgianos, que solo cedieron una derrota en la fase de grupos, en su feudo ante Lokomotiv Penza de Rusia.

Estas semifinales llegan tras una primera temporada con altibajos, tanto en el aspecto deportivo como en el organizativo desde la Federación Europea. 

En lo primero, los jugadores que dirige el vallisoletano Miguel Velasco arrancaron con dos derrotas ante Lusitanos de Portugal. Sin apenas ensamblaje ni entrenamientos, sufrieron en esos dos partidos, para luego remontar ante Brussels Devils belga y Delta de Países Bajos, superando a ambos en sus dobles enfrentamientos. 

En lo organizativo o institucional, la SuperCup comenzó con mucha fuerza pero se fue diluyendo entre competiciones y compromisos de las selecciones nacionales. La invasión de Ucrania castigó a los clubes rusos (había dos en esta primera edición) con la descalificación y puso en duda la finalización de la competición, que por fin vivirá sus semifinales este sábado y domingo.

En Georgia estarán los queseros Alberto Blanco, Pablo Miejimolle, Raúl Calzón, Sacha Casañas, Gavidi, Sio Moala y George Stokes, o los chamizos Andrés Alvarado, Lucas Santa Cruz, Víctor Sánchez, Kirk Tufuga, Facu Munilla y Martin Du Toit, entre otros citados por Miguel Velasco.