Emblema para los abogados

A.G.Mozo
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La presidenta del Consejo General de la Abogacía, Victoria Ortega, nos desvela sus diez lugares preferidos de Valladolid

Emblema para los abogados - Foto: Jonatan Tajes

Fachada histórica de la Universidad de Valladolid. El paseo sentimental por la ciudad de Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía, en realidad empieza donde acaba, en una Feria de Muestras que hasta estos días no era tan especial para ella como lo fueron otros puntos  de la que fue su ciudad durante su etapa universitaria y los primeros años de ejercicio letrado. Pero es que esta Feria de Valladolid se ha convertido en el epicentro de esa profesión que tanto defiende y que ha celebrado en esta ciudad, con un rotundo éxito, el XII Congreso Nacional de la Abogacía. Pero en realidad el paseo de Ortega tiene su arranque frente a la conocida como la fachada histórica de la Universidad de Valladolid, en la plaza homónima, donde está en la actualidad la Facultad de Derecho en la que ella estudió y de la que destaca esa «serie de columnas que rodean a la fachada y que lo que hacían era delimitar el fuero del rector», circunstancia que, según recuerda, «impedía a los policías traspasar esa delimitación en los tiempos de protestas estudiantiles».

Pasaje Gutiérrez. «Es una galería comercial cubierta que está situada entre las calles Fray Luis de León y Castelar», recuerda la presidenta de los abogados, en un paseo por el casco histórico que acaba, en su caso, en la Plaza Mayor, «una de las más grandes de España» y que «tuvo una influencia grande en la posterior construcción de las plazas Mayor de Madrid y Salamanca».

Campo Grande. «Es un gran parque público, ubicado en pleno centro y que es el auténtico pulmón de la ciudad», avanza la abogada, quien aún no olvida sus paseos por el Campo Grande en su etapa vallisoletana: «Recuerdo haber estado pasando por allí la hucha del Domund». «Tengo que destacar del Campo Grande su abundante población avícola, así como la barca del ‘Catarro’».

Estación del Campo Grande. El paseo de Victoria Ortega no continúa muy lejos, en la estación de trenes, «en la que recuerdo que había una fonda en la que se terminaban todas las noches de copas vallisoletanas», ya que, tal y como apunta, era «el único local abierto de madrugada». «Además íbamos a gritar cuando pasaba el tren», apostilla la presidenta del Consejo General de la Abogacía en el repaso a sus Diez Lugares.

Iglesia de San Pablo. Del quinto, la iglesia de San Pablo, Ortega rememora cómo en sus años en Valladolid era un punto de parada casi obligatoria para todas las parejas de novios... civiles. «Delante de sus fachada se hacían las fotos los novios que salían de casarse del juzgado, hasta  que el párroco lo impidió alegando que dentro de la Iglesia solo se hacían fotografías de los casados por la iglesia».

Teatro Zorrilla.  La abogada, que estudió y se doctoró en Derecho por la Universidad de Valladolid a principios de los años ochenta, viaja en el tiempo, en su sexto lugar del paseo, hacia ese Teatro Zorrilla, al que en la época universitaria acudía: «Veíamos las películas de arte y ensayo que nos aburrían un poco, pero que a su conclusión todos aclamábamos como magníficas», confiesa Victoria Ortega.

Río Pisuerga. No se queda con ningún puente, con ninguna ribera, con ninguna imagen de uno de los emblemas de la ciudad, ella lo alaba en su conjunto, habla  de ese «río Pisuerga, que, por cierto (bromea), sí pasa por Valladolid y que es el afluente que da toda su fama al río Duero». 

Museo Nacional de Escultura. Victoria Ortega apuesta sobre seguro, con su octavo lugar y lleva su paseo sentimental vallisoletano hasta el Colegio de San Gregorio y el imponente Museo Nacional de Escultura, que, tal y como ella misma destaca, «es el centro de arte policromado más importante, con la colección escultórica de mayor entidad de España y una de las más destacadas europeas.

Bar Montesol. El paseo de la presidenta de la Abogacía da un penúltimo paso amparada en la noche: «Bares. Todos. El Montesol (ya desaparecido y que estaba en la calle Marqués del Duero, cerca de la Universidad), quizá el mejor, donde muchos pasamos más horas que en la facultad».

Feria de Valladolid. Y el paseo de Ortega termina justo donde empezó, en esa Feria de Valladolid en la que posa: «La he visitado muchas veces, pero que tras la celebración del XII Congreso Nacional de la Abogacía tengo que reconocer que se ha convertido en un lugar emblemático donde la abogacía transformadora ha dado valor al lema del Congreso: ‘Fuimos presente. Somos futuro’».