Amenábar señala el camino

SPC
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El cineasta compite por la Concha de Oro con 'Mientras dure la guerra', donde recupera el desafío de Unamuno durante la Guerra Civil

Amenábar señala el camino - Foto: Juan Herrero

El pasado histórico está de regreso con Alejandro Amenábar. El cineasta fue ayer uno de los grandes protagonistas de la segunda jornada del Festival de San Sebastián, donde compite por la Concha de Oro con Mientras dure la guerra, un filme en el que redescubre aspectos poco conocidos de los comienzos de la Guerra Civil y a la vez lanza un aviso sobre el actual «repunte del fascismo».

«Somos otra generación, crecimos en la Transición. Personalmente me sorprendió darme cuenta de que no sabía nada de lo que ocurrió», reveló durante la presentación. «Nuestra generación ha pasado de puntillas por la Guerra Civil y es bueno para un país conocer su Historia para evitar que algunos episodios vuelvan a pasar».

La película, que no fue acogida con excesivo entusiasmo, se centra en la turbulencia interior con que vivió el golpe el escritor Miguel de Unamuno -interpretado por Karra Elejalde-, por entonces rector de la Universidad de Salamanca, y en cómo pasó de apoyar la sublevación a enfrentarse públicamente a los franquistas con aquel famoso «venceréis pero no convenceréis». «Me interesaba ese torbellino interior y cómo eligió el momento más inoportuno para poner coherencia en su vida», señaló Amenábar. Pero la parte más interesante del filme es el relato de cómo Franco -Santi Prego- accedió al poder, lo que el director llama «el golpe a los golpistas», un hecho al que alude el propio título del metraje. La frase «Mientras dure la guerra» figuraba en un documento firmado por el bando nacional al comienzo del conflicto para dar el poder a Franco solo con carácter temporal, pero desapareció misteriosamente.

Amenábar retrata al dictador como un tipo apocado y tímido, una «mosquita muerta» con ambición y un gran tesón: «Queríamos profundizar en el personaje, dar una versión seria, intentamos entrar en su cabeza».

Sobre la situación actual, declaró que la cinta supone también una llamada de atención sobre el repunte del fascismo. «Creíamos que formaba parte de la mitología, que era algo extinto y estamos viendo que los extremos vuelven y posturas que a mí me inquietan en política, una pasión desaforada y una falta de respeto».