El «drama» del día a día en el 29 de Octubre

A. G. Mozo
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Los vecinos claman por el «deterioro aún mayor de la convivencia» en la barriada y critican la «imagen idílica que se quiere dar de la zona», aunque admiten que «la seguridad ha mejorado». El Ayuntamiento defiende su plan de intervención social

Colchón tirado en una de las calles de la barriada del 29 de Octubre. - Foto: J. Tajes

La vida en el 29 de Octubre no tiene nada que ver con lo que se vive en la inmensa mayoría de barrios de una ciudad teóricamente tranquila como Valladolid. Los vecinos de esta zona no claman por el tráfico de drogas ni siquiera por el miedo a esos convencinos que se ganan el pan con el menudeo. Lo asumen y casi hasta lo respetan, pues dicen que ahora al menos apenas venden en sus calles ni en las destartaladas casas de este polígono de viviendas a medio rehabilitar. Ellos hablan de convivir. De vivir a gusto. Y eso, aseguran, «cada vez más difícil»: «La realidad aquí es cada día más dramática, cada día es peor, por mucho que se intente dar una imagen idílica de la evolución de la situación de las calles del 29 de Octubre», censura un grupo de vecinos, unido desde hace unos meses para una recogida de firmas con la que sustentar su queja; con las que alzar la voz.

Las 222 rúbricas que lograron creen que han servido para que la presencia policial aumente y que, automáticamente, eso contribuya a mejorar «un poco» su día a día: «Desde que hicimos el escrito –a mediados de enero–, sí parece que llevamos unas semanas con más seguridad y la cosa está algo más tranquila. No sé cuánto durará, eso sí, pero ahora se ve a más policías y está todo más calmado, aunque el problema de base sigue siendo el mismo, la falta de educación y de respeto de muchas familias, que están las madres al lado y no les dicen nada a los niños que la lían».

Los vecinos impulsores de esta recogida de firmas se quejan de la convivencia, no de la seguridad, que era lo que ocurría hace años cuando la Coordinadora contra el Narcotráfico en Pajarillos tuvo que echarse a las calles para frenar el incesante trasiego de drogas por delante de sus narices. Eso ahora está más tranquilo, aunque creen que mucha culpa de eso la tiene el incansable trabajo de la Policía. El de la Nacional, con sus 'clausuras' de cualquier 'narcopiso' que trata de irrumpir en la zona; y el de la Local, con su presencia diaria para reconducir la difícil convivencia. «Hay mucho menudeo, mucho, mucho, mucho... Aunque es cierto que no se ven muchas revueltas ni tanto trasiego como había antes. Sabemos perfectamente quiénes son todos los vecinos que venden, por mucho que alguno diga que trabaja en FASA, pero parece que mueven cantidades pequeñas. Y no se ve a tanta gente viniendo a pillar aquí, no sé ahora cómo lo harán», confiesan desde el anonimato los vecinos de este grupo de nuevo cuño.

Varios vecinos en el epicentro del polígono de viviendas del 29 de Octubre.Varios vecinos en el epicentro del polígono de viviendas del 29 de Octubre. - Foto: J. TajesSus nombres, obviamente, son algunos de esas 222 firmas, a las que se sumaron vecinos de todo Pajarillos en solidaridad con los pocos que resisten viviendo en el epicentro de una de las barriadas más degradadas de la ciudad. Pero ellos, los impulsores, no quieren fotos ni poner su nombre a estas declaraciones que hacen en grupo. Temen represalias de esos vecinos a los que acusan de martirizar la convivencia: «No podemos, no. Luego nosotros tenemos que seguir viviendo aquí», explican.

«SITUACIONES INSOPORTABLES»

«Vivimos muchísimas situaciones insoportables, es que es mucho lo que tenemos que aguantar. Quizá antes el gran problema venía dado por el narcotráfico, eso ahora está más controlado por la Policía y no se ve tantísimo movimiento por el barrio, pero persiste el problema de la convivencia, porque ellos no quieren convivir con normalidad, por lo general son incívicos... Ellos mismos, cuando ves sus casas, te das cuenta de cómo las tienen, así que si les da igual sus propios hogares, totalmente destrozados, qué les va a importar las calles».

Y comparten con este periódico una decena de fotos de la situación de las viviendas ya reformadas por el Ayuntamiento y de las todavía sin intervenir. Y se quejan de que «el deterioro de la convivencia es cada vez mayor»: «Cuando vino el señor Sánchez, en una campaña electoral, se arreglaron las paredes, pero ya está otra vez todo fatal, de los balonazos de los chavales y de que no cuidan nada», recuerdan mientras enumeran otros problemas como el de las «zonas ajardinadas destruidas, desperfectos graves en fachadas y obras de rehabilitación paradas debido a los desagradables altercados que sufren las empresas que las realizan». Basta una vuelta por la barriada para ver colchones por el suelo, carritos de la compra abandonados a su suerte y obras de reformas interruptus, con los cables colgando desde hace muchos meses.

Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre.Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre. - Foto: J. Tajes«Las mediadoras vienen, claro que sí, y hablan con nosotros para que seamos comprensivos, porque son niños, pero nadie se da cuenta de los balonazos que sufrimos, que retumba toda la casa, que la calle no es ningún campo de fútbol», se quejan, así como de los ruidos que sufren «en navidades con petardos constantes» y «en el buen tiempo cuando están en la calle hasta altas horas de la madrugada». «Lo de la suciedad es tremendo. No tienen nada de cuidado. Si deja alguien un colchón en los contenedores, ya empiezan a usarlo para jugar y se pasa días de un sitio para otro».

«Desde que empezaron a bajar los del Poblado de La Esperanza, el barrio está hecho una mierda; es así, aunque suene mal. Casa vacía que se queda, casa que ocupan los clanes de por aquí, patada en la puerta y para dentro, y les da igual que tenga barrotes o lo que sea; se meten y ya no hay quien les eche», concluyen.

PROGRAMA MUNICIPAL

En este sentido, desde el Ayuntamiento se recuerda que comportamientos como la okupación de viviendas o el tráfico de drogas son delitos que se deben perseguir penalmente y que, por ello, «se va a insistir a la Subdelegación del Gobierno para que refuercen la presencia y control policial». Asimismo, se defiende su labor en esta zona y se muestran decididos a «seguir con el programa de actuaciones en marcha», según argumenta el teniente de alcalde y concejal de Planeamiento, Manuel Saravia.

Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre.Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre. - Foto: J. Tajes«El Ayuntamiento está volcado en esta barriada. Se ha rehabilitado el colegio Santiago López y en él se programan múltiples actividades. Se colabora con asociaciones de la zona (un caso conocido: Pajarillos Educa). Se han firmado convenios con la Universidad y los clubes de rugby (VRAC y El Salvador) para que residan estudiantes y jugadores en pisos municipales y contribuyan a dinamizar culturalmente la zona. Continúa en marcha (incluso con dificultades, sigue adelante) la mejora de todo el espacio urbano y la envolvente de los edificios, para que tengan un mejor comportamiento energético y frente a las humedades, para que sean más acogedores. Y también sigue en marcha el equipo social de VIVA, asesorando a la población en múltiples aspectos», enumera Saravia.

 «No puede decaer. Muy pronto se retomará la obra en viviendas de carretera de Villabáñez, con medios propios para evitar el retraso de un nuevo contrato; y en el resto, con las licitaciones oportunas», añade el concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda.

En todo caso, Saravia lamenta los problemas de convivencia que refieren los vecinos en sus quejas: «Se habla directamente de falta de educación, de un escaso interés de algunos vecinos por una buena convivencia, y menos todavía por atender o cuidar a esas personas mayores con las que comparten calle o edificio, a las que en ocasiones se hostiga o altera, que es todo lo contrario del afecto que se querría promover entre el vecindario».

Más fotos:

Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre.
Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre. - Foto: J. Tajes
Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre.
Cables sueltos, desperfectos en las viviendas ya renovadas y enseres abandonados en las calles del 29 de Octubre. - Foto: J. Tajes