Unos 4.000 agricultores decidirán el futuro del campo el 12-F

R.G.R.
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Las elecciones del campo elegirán a los representantes de la Cámara Agraria con la PAC como principal tema de debate

130622JT_0104.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Más de 4.000 personas físicas y otras 750 jurídicas están llamadas a las urnas hasta el próximo 12 de febrero en las denominadas elecciones al campo, lo que hace tan solo unos años se conocía como los comicios a las cámaras agrarias. Los profesionales del sector primario de la provincia serán los encargados con sus sufragios de dar forma a la Cámara Agraria Provincial, que actualmente está presidida por el sindicato UCCL. Esta organización profesional agraria se juega en las urnas continuar al frente de la institución cameral y de la representación del Consejo Agrario provincial después un mandato convulso debido a la pandemia y a la falta de recursos económicos ante el nulo apoyo de las administraciones. 

Actualmente, la institución cameral está compuesta por 25 miembros. Trece pertenecen a la Unión de Campesinos (UCCL) y otros 12 a Asaja. La Alianza por la Unidad del Campo no tiene representación al no haber alcanzado el 20 por ciento necesario que recoge la legislación vigente para optar a sumar algún miembro del plenario. 

En esta ocasión, la normativa aprobada por la Junta de Castilla y León dictamina que la lista más votada tendrá mayoría en el pleno de la institución y por lo tanto elegirá al futuro presidente. Se da la circunstancia de que el actual, Ignacio Arias (UCCL) se encuentra de baja por motivos de salud y habrá que esperar para conocer si opta a la reelección en el cargo. 

Actualmente, la institución cameral tiene muy limitadas sus funciones debido a que tan solo cuenta con cuatro trabajadores. Entre ellos, un abogado que se encarga de atender las distintas cuestiones que presentan de manera habitual los presidentes de las juntas agropecuarias locales de los pueblos, así como dos administrativos que manejan los trámites burocráticos que se deben llevar a cabo.

La financiación es muy limitada, ya que la Junta de Castilla y León, que llegó a subvencionar con 300.000 euros el funcionamiento de la institución cameral, ahora no destina partida económica. Las aportaciones tan solo llegan de las propias juntas agropecuarias de los pueblos y de una aportación por parte de la Diputación de Valladolid, que se destina al análisis de tierra para la mejora de las producciones. 

Todo parece indicar que la victoria se la disputarán entre La Unión de Campesinos (UCCL) y Asaja, los dos sindicatos mayoritarios y con mayor número de socios en la provincia. La Alianza intentará llegar a a ese mínimo del 20 por ciento, aunque no será fácil partiendo de la nula representación actual.  

Objetivos. En el caso de que el actual presidente, Ignacio Arias, será el actual coordinador de UCCL, Valentín García, el que se hará cargo de la Presidencia de la Cámara Agraria. Sus pretensiones para los próximos cuatro años se basarán, en primer lugar, en mantener la institución abierta. «Solo funcionan en Valladolid y en Burgos y si gobernamos nosotros se mantendrá en el tiempo». El sindicato quiere también presionar a Bruselas para que rebaje las exigencias medioambientales de la nueva PAC aplicada desde este año, pero que fue diseñada hace siete y abaratar los costes de producción 

Por su parte, en Asaja, será Juan Ramón Alonso, presidente provincial, el que ocuparía la Presidencia de la Cámara. Pretenden ser el sindicato mayoritario años después de Lino Rodríguez y de superar sus problemas económicos. El primer lema de Asaja es: «Todos los agricultores y ganaderos de Castilla y León, a votar el 12 de febrero». El sindicato apela a lograr una PAC «profesional y productiva», por la incorporación de jóvenes, por impulsar el regadío, por concentraciones en el secano; por ayudas a las explotaciones para que sean «más productivas, cómodas y viables», así como por el control de la fauna salvaje. 

Por su parte, La Alianza, con David Garrido a la cabeza, pretende obtener representatividad.