Saravia: «Seguiré vinculado a VTLP y a la campaña»

M.Rodríguez
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Manuel Saravia explica que su renuncia a ser cabeza de lista de Valladolid Toma la Palabra (VTLP) debe servir para fomentar la renovación, aunque se tenga que ir sin ver algunos de sus proyectos más emblemáticos en el Ayuntamiento no terminados

Manuel Saravia. - Foto: Jonathan Tajes

Da un paso atrás, pero reitera que no abandona la política y que sigue a disposición de su formación. Manuel Saravia explica que su renuncia a ser cabeza de lista de Valladolid Toma la Palabra (VTLP)  debe servir para fomentar la renovación, aunque se tenga que ir sin ver algunos de sus proyectos más emblemáticos en el Ayuntamiento no terminados. Uno de ellos, la integración, es el que más dolores de cabeza le ha dado. Pero hay otros ya concluidos, como la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que destaca en el balance de deberes cumplidos y, además recalca, ha dado «estabilidad» al desarrollo de la ciudad.

¿Cuándo tomó la decisión de no volver a presentarse a las elecciones municipales?

Me gusta indicar que es una decisión que se visualiza en la manera de hacerla pública: la hemos tomado en conjunto los integrantes del grupo municipal. No es por  tanto una decisión individual. Hemos estado viendo las posibilidades de conseguir un equilibrio entre la continuidad y la renovación, algo fundamental en esta decisión, y también pensando en la formación política.

¿Y su visión personal?

No es que por mi parte yo diga: hasta aquí hemos llegado, sino que es que en conjunto nos parece que es buena opción que dos de los concejales opten a los primarias, y el otro de un paso a un lado, o atrás, para que haya más posibilidades de renovación.

Entonces, ¿se sacrifica por el futuro de la plataforma?

No, no lo considero para nada un sacrificio. Es una decisión que nos parece razonable y que también es lógica por la edad que tengo, que ya es de jubilación. Me parece que es más razonable que yo me retire que otra solución, teniendo en cuenta que creo que las cualidades de los tres concejales son muy equiparables. Nosotros no hemos estado únicamente a la especialización del área que nos corresponde sino que hemos estado llevando temas de política general, del Ayuntamiento,… con bastante trabajo similar y un esfuerzo muy importante. En los tres casos la aceptación y el reconocimiento público es claro. No lo considero sacrificio sino que diría que casi es lo contrario.

Una vez se anunció el cambio del código ético, ¿se había planteado personalmente no repetir? ¿Le queda alguna frustración con esta decisión?

Esta era una opción que siempre ha estado presente. Durante mucho tiempo la idea era atender a lo previsto en el código ético y dejarlo en mayo. Luego ha habido mucho debate sobre la limitación de mandatos y ha parecido oportuno, y yo lo comparto absolutamente, actualizar el código ético. Y ha habido también debate interno sobre qué era lo más oportuno con los candidatos, y finalmente se ha tomado una opción que reitero que está bien.

¿Se ve, de verdad, en junio, en su casa y con las obras de la integración en marcha, sin poder tomar decisiones o dibujar planos de proyectos?

En junio no creo que esté acabada toda la obra de integración y hay mucho trabajo para hacer, pero también es verdad que muchas veces se habla de que se necesita más tiempo para concluir un proyecto. Pero hay que tener en cuenta que esto puede convertirse en una espiral que nunca termina porque siempre se necesita más tiempo para alguna cosa. Y también pienso que si algo queda cerrado es que a lo mejor era poco ambicioso. 

¿Algunos proyectos avanzan muy despacio?

Una de las cosas que más me incomodan o disgustan es lo despacio que van tantas cosas. Siempre se ha dicho que la administración pública es desesperante. Es normal que haya controles, y tiene sentido, pero el resultado es que cuando tienes una decisión tomada, legítima y presupuesto para llevarla adelante, al final cuesta mucho trabajo sacarla adelante. Hay decisiones más fáciles que otras, pero en general todas son complicadas de llevar a término. Y hay muchos temas que han tardado más de lo previsto y eso sí lo lamento. Pero no puedo decir que continuo hasta que esto esté en marcha porque no tiene sentido.

En este tiempo, sobre todo con el tema de la integración, ha vivido momentos duros, con muchas críticas, a veces de grupos cercanos a VTLP. ¿Eso se ha olvidado en su despedida y está recibiendo reconocimientos?

No. Es que son dos cosas distintas. Hay algunos asuntos como el de la integración del ferrocarril, donde siento ser tan contundente, pero la decisión que se tomó era clarísima en su momento. Incluso me lo ha reconocido personalmente gente que está muy opuesta al proyecto, que era la decisión que había que tomar en aquel momento, pero que luego las circunstancias han cambiado. Apuntan a cambios en lo económico, pero no tengo claro si para bien o mal.

Pero eso está por ver. Y cuando se está desarrollando un proyecto de esta envergadura no puedes estar replanteándote permanentemente todo. Eso lo tengo clarísimo. Y por eso no siento más apoyos o críticas en uno u otro momento. Me parece que es algo que se planteó bien y también se ha ido llevando razonablemente bien. Está avanzando, aunque ha habido algún problema.

Cuando llegó al Ayuntamiento se hablaba de sus planteamientos un tanto utópicos. ¿Ha tenido mucho coste personal o ha supuesto mucho cansancio el trabajo complejo que conlleva desarrollarlos?

Hace unos días aprobamos en VIVA, y sin ningún voto en contra, la institucionalización del patrimonio municipal de viviendas. Esto ha llevado mucho esfuerzo porque cada vivienda se compra individualmente y lleva una tramitación farragosa. Es un proyecto que me produce satisfacción porque está bien y es necesario. Realmente cansancio lo he tenido más antes que ahora porque hay algo que es el conocimiento del funcionamiento a medio plazo, y eso me permite ir avanzando con expectativas más realistas. Ahora cansancio no tengo. 

Recalca que los tres concejales de VTLP tienen áreas muy equilibradas, aunque la suya se encarga de proyectos estratégicos para el gobierno municipal. De hecho, el alcalde avalaba que repitieran. ¿Qué le ha dicho al conocer la renuncia de su teniente de alcalde?

El alcalde ha sido muy respetuoso con la propuesta que hemos hecho pública. Se lo comenté antes de hacerlo público y él lo vio bien, sin entrar en decisiones de otros grupos. Y valora, sin ninguna duda y con claridad, el trabajo y las posibilidades de María Sánchez y Alberto Bustos, que tienen que pasar las primarias.

En términos electorales, ¿también  ve bien la renuncia del cabeza de cartel de VTLP?

Ha dicho muchas veces que le parecía bueno que continuásemos. En términos electorales y de trabajo conjunto hay que subrayar el buen funcionamiento de la coalición, con coordinación muy valiosa entre los grupos municipales para llevar adelante muchos de los temas que teníamos en el programa electoral. Ese saber gobernar con otro partido es importante y eso también estaba en el pensamiento de Óscar Puente.

Se están conociendo los candidatos de los partidos inusualmente tarde. Ustedes iniciaron hace un mes el proceso y ahora se conoce su renuncia. ¿Se han gobernado bien los tiempos de las fusiones y cómo elegir candidatos?

Sí, lo que pasa es que al ser una plataforma la manera de decidir es de la plataforma en su conjunto, no hay alguien que vaya marcando la pauta. El resultado es consecuencia de los procesos de debate. Ahora es un buen momento y es correcto. Se ha ido hablando, consiguiendo el acercamiento a otras formaciones, que es muy bueno para que haya una unión que no se había conseguido antes; estoy hablando de Podemos, Alianza Verde, Equo, Izquierda Unida,…

Pero algunos apuntan que la salida de una figura de referencia como la suya puede hacer perder votos frente a la inclusión de otros grupos más a la izquierda.

Creo que no. La población, en general, vota porque le interesan y le afectan los temas más importantes y la manera de plantearlos de cada formación: las garantías y las certezas que se llevan adelante y con seriedad. Está claro que en VTLP, tanto los dos concejales como el resto de la formación, es algo que tenemos muy claro y que a la inmensa mayoría que nos votará es lo que les importa realmente. María Sánchez, que se presentará a las primarias como cabeza de lista, es una persona que tiene unas cualidades públicas muy definidas y extraordinariamente valiosas, en muchos aspectos  mucho más que yo. 

En el proceso de configuración de candidaturas, ¿cómo influye el escenario nacional?

Es evidente que lo que sucede en el ámbito nacional, afectará en este proceso electoral. Eso es evidente. Creo que hay buenas expectativas, y lo quiero ver así, y ayudaría que haya un encuentro entre los mismo grupos que nos hemos unido aquí porque eso ayudaría mucho, sin ninguna duda.

¿En Valladolid puede estar más abierto el resultado de lo que pronostica el alcalde?

Los partidos de la oposición están dando una imagen un tanto difícil de entender al tardar tanto en tener candidato y mostrar públicamente sus desencuentros, pero cuatro meses y medio dan mucho de si. Las cosas cambian y el efecto del ámbito nacional influye mucho. No se puede decir ahora que se pueden trasladar los resultados de algunas encuestas que hay en Madrid, ni tampoco lo contrario. 

Está muy abierto y tenemos pendiente el trabajo de elaborar los programas y presentarlos, junto con las candidaturas, y acercarnos al electorado y que valoren la experiencia de gobierno que tenemos. No es lo mismo prometer en el aire que cuando has hecho valer que efectivamente lo estás cumpliendo.

¿Qué papel va a tener en la campaña electoral?

Estoy totalmente vinculado a la campaña y a VTLP.

Deja la lista, pero no la política.

Claro. No, no.

¿Es posible una repesca para que pase a algún organismo público o para otro puesto político fuera de lo municipal?

No. Seré sincero: la respuesta es no. Por mi parte he tenido y tengo un papel de cargo público. Y haciendo valer que estoy en edad de jubilación debo dar un paso atrás. Eso no quiere decir que abandone la política porque yo creo que no se puede abandonar, ni que abandone la formación porque sigo disponible y dispuesto a colaborar en todo lo que pueda, pero como cargo público no corresponde. 

En estos meses que le quedan en el Ayuntamiento, ¿qué proyecto de los que tiene pendiente de cerrar le gustaría ver concluido?

Tengo aquí (enseña una libreta) una lista. Y me gusta lo que dicen los americanos del pato cojo, cuando no te vas a presentar, es muy gracioso porque evidencia que tienes menos presión y presencia. Pero va mejor el ejemplo del gallo de Sócrates, que cuando va a tomarse la cicuta dice: ¡Acuérdate de que hay que llevar un gallo! Hay siempre cosas pendientes que hay que acabar, y que, por supuesto, a mí me gustaría dejar resueltas las máximas. Hay algunas menos relevantes públicamente pero son muy importantes para los vecinos afectados o por su importancia estratégica. Tengo una relación de 60 temas grandes, pero no sé si podré llegar a todos. Y pueden salir otros.

¿Y de qué proyecto se siente más orgulloso?

Si me hubieras dicho otra cosa a lo mejor te contestaba de otra manera porque lo de orgulloso no es el término. Antes he hablado del parque de viviendas, y me parece que está bien, pero no es la sensación de orgullo lo que me genera sino que es el deber cumplido. 

Ha sido un asunto problemático, es insuficiente todavía, pero me parece que en este momento y situación en la que estamos es importante haberlo redefinido de esta manera. Pero hay otros temas, que con el esfuerzo que están llevando y el debate público, como es el Campus de la Justicia, pues me parece que finalmente están ahí las parcelas.

¿Cuánto ha evolucionado el Manuel Saravia que apostaba por la expropiación del colegio al que finalmente lo ha comprado?

El planteamiento que se hizo para hacer uso de esa parcela, en lugar de ir al mercado y preguntar cuánto nos pedís, fue definirla como sistema general y, por lo tanto, los mecanismos permitían hacerse con ella (expropiación en especie) dando un suelo en otro lugar al propietario. Eso es lo que hemos hecho al final, lo que pasa es que en medio se sucedieron cambios de criterio del Ministerio y de los propietarios, el último Sareb. Y lo compramos para eliminar los procedimientos judiciales que había pendientes sobre la parcela. El fondo no cambió, pero en medio hubo muchos trámites para llegar a esa resultado. 

El 29 de mayo, como dice que está en edad de jubilarse, ¿le veremos detrás de las vallas controlando la evolución de las obras de la integración?

(Se ríe) He hecho dos listas, una de lo que me gustaría hacer y otra de lo que no. En la primera solo hay una cosa, que es la de actividad profesional, fuera de Valladolid. Y la de que no, es larguísima y una de las cosas que no me gustaría es vigilar las obras.

¿Tiene pensando volver a la arquitectura?

Sí, sí. Me encantaría. 

¿Y qué le apetece dibujar?

Temas en los que se integre arquitectura y urbanismo. No solo de planeamiento, ni solo de arquitectura.

¿Y escribir?

No. Eso está entre lo que no. Siempre me ha incomodado un poco cuando alguien que deja de ser cargo público valora lo que se hace.