Valladolid estrenará un obrador compartido

Maite Rodríguez
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Las obras para la puesta en marcha de este espacio, en Mercaolid, para el procesado de productos ecológicos están en su fase final

Fanny Díez Amo, gestora de Valladolid, en las instalaciones todavía en obras del obrador comunitario. - Foto: Jonathan Tajes

La Estrategia Alimentaria se potenciará en Valladolid en los próximos meses con la puesta en marcha de un obrador compartido, junto con un  centro de distribución. Unos proyectos que pretenden ser referentes en la región para conseguir una alimentación saludable, con el consumo de los productos de temporada producidos fundamentalmente en el entorno geográfico.

Ambos proyectos están gestionados por Vallaecolid, y cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Valladolid y la Fundación Daniel y Nina Carasso. Por un lado, el proyecto del obrador surge de la necesidad de transformar los excedentes de la huerta local.

«En esta época la producción de las explotaciones está a tope, pero no se vende todo porque la gente en verano se va», explica Fanny Díez Amo, gerente de la asociación. 

Esta instalación, que se ubicará en una nave que les ha cedido Mercaolid, servirá para atender esta necesidad.

«Además, hemos visto que hay un nicho para emprendedores en torno a la elaboración y la artesanía alimentaria», apunta.

Esta apuesta por transformar los excedentes también servirá para alargar las campañas y conseguir el máximo aprovechamiento. «Este tipo de iniciativas apoyan el emprendimiento, promueven la colaboración entre proyectos y facilitan a las personas productoras ecológicas poder transformar sus productos y sus excedentes porque es algo que no se hace ahora mismo en Valladolid».

La idea es que pueda empezar a funcionar en octubre, pero el camino hasta aquí no ha sido fácil. «Han sido casi dos años de recorrido con intensos trabajos de organización, planificación, diseño y puesta en marcha».

La instalación

El obrador contará con varios espacios y dos líneas de producción, una para productos con gluten y otra sin. Una de esas salas será para los proyectos estables durante todo el año, como pueden ser los de panadería, comidas preparadas,... Otro se destinará a los usuarios, prioritariamente los hortelanos que quieran transformar el excedente de campaña. También se operará mediante el sistema de maquila, que consiste en que un productor manda a otra persona a transformar el producto ecológico.

El obradot dispondrá de tres registros sanitarios comunitarios para todos los usuarios: sala de pan y repostería con gluten y sin gluten; sala para comidas preparadas y conservas y almacén de acopio y distribución. De hecho, el centro de acopio y distribución ya está en marcha desde noviembre. Desde aquí se reparten las cestas de los productores del Ecomercado y las llevan a los domicilios los pedidos los miércoles, gracias a un acuerdo de colaboración con la Fundación Intras y Artmo Bene. Se ha simplificado la gestión de los pedido respecto a la primera fase del proyecto, entre los meses de marzo y mayo durante el confinamiento, gracias a la puesta en marcha de una tienda online.

Además, en septiembre el centro de acopio abrirá una nueva linea de mercado con los comedores escolares. «Se trata de ir introduciendo producto ecológico en los menús de las escuelas infantiles y los colegios. Resulta una linea de trabajo muy importante para sensibilizar desde la infancia sobre la importancia de una alimentación saludable y de temporada y poder hacer llegar esta información también a las familias, los maestros y las empresas encargadas de la elaboración de los menús infantiles».