La provincia de Valladolid contará a partir del mes de abril de 2023 con una red de generación de energía solar que permitirá a ayuntamientos rurales, negocios y particulares ahorros de luz de entre el 25 y el 30 por ciento, gracias a la constitución de la comunidad energética 'Toda Valladolid', un proyecto pionero en Castilla y León desarrollado por la Cámara de Comercio y la Diputación y que copia un modelo desarrollado en alrededor de 60 municipios de Navarra, aunque también iniciado en Crevillente (Valencia) y por el que ha mostrado interés, a título individual, Aldeamayor de San Martín (Valladolid).

La iniciativa se presentó hoy en el espacio de La Granja de la capital del Pisuerga ante los representantes de una treintena de municipios, si bien el presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, confió en que se sumen "muchos más". Se trata de un modelo de gestión participativo que permitirá reducir y estabilizar el coste energético a través de la instalación de placas fotovoltaicas en espacios municipales de los ayuntamientos adheridos al proyecto.

La comunidad energética 'Toda Valladolid' permitirá que cada ayuntamiento genere su propia energía y permitirá que los ciudadanos y empresas, usuarios finales, cooperen en la generación, distribución y almacenamiento. De este modo, se calcula que la factura de las localidades participantes pueda reducirse entre un 25 y un 30 por ciento.

Durante la presentación, Íscar destacó que "este modelo proporciona a los ciudadanos un acceso justo y fácil a recursos locales de energía renovable y otros servicios energéticos o de movilidad, pudiendo beneficiarse de inversiones en los mismos, lo que permite, además, la creación de oportunidades de inversión, creación de empleo local, así como una mejora del cuidado del medio ambiente". Estimó que se podría poner en marcha en el cuarto mes de 2023, una vez que se concrete qué ayuntamientos se adhieren, se contraten los trabajos y se empiece la instalación. "Las administraciones tenemos que ser una herramienta para el sector privado y para los vecinos", subrayó Íscar, quien destacó que el proyecto "encaja perfectamente" en la idiosincrasia rural de Valladolid y en el cumplimiento de la Agenda 2030 y la "sostenibilidad ambiental".

Por su parte, el presidente de la Cámara de Valladolid, Víctor Caramanzana, saludó una iniciativa por la que la entidad cameral se interesó al ver su desarrollo en Navarra y por considerar que el va en línea con la situación energética actual, ya que "generará beneficios económicos y sociales a través de la participación de todos los ciudadanos y empresarios locales de una manera sostenible".

Partirá de una apuesta de la Comisión Europea que hasta ahora solo se había desarrollado en Alemania y que da el salto a España. Además, apunto que no solo contempla el ahorro en la factura del 25 al 30 por ciento, sino que el 75-70 por ciento restante saldrá a subasta por el socio tecnológico y elevará el beneficio, dado que "éste repercutirá en las administraciones y en los particulares, con un fuerte componente ambiental y social".

Caramanzana concretó que podrán agruparse en la comunidad energética los municipios menores de 20.000 habitantes; aunque también podrán hacerlo los de más de esa población, como la capital, "pero ya de forma individualizada".

Coste medio

El presidente de la Cámara vallisoletana aseguró que a día de hoy es difícil detallar el coste medio que supondrá este proyecto, dado que dependerá del número de ayuntamientos adheridos, ya que cuantos más sean más se podrá abaratar. Sí aclaró que dentro de tres años la instalación "estará amortizada y el ahorro será aún mayor".

Quien sí concretó fue el presidente de la Cámara de Comercio de Navarra, Javier Taberna, encargados de presentar las conclusiones de un estudio sobre administración local y pymes en el desarrollo de las comunidades energéticas, elaborado por el Gobierno de Navarra, que a comienzos de 2022 arrancó esta modalidad de gestión energética y que ya suma la participación de más de 60 municipios, con 6,5 megavatios instalados de potencia y con una inversión global que asciende a seis millones de euros.

"Incluso localidades menores de cien habitantes son partícipes de esa comunidad, deciden y se aprovechan de las instalaciones en su frontón, en un centro cívico, en el colegio, etc. Es un modelo bendecido por Europa y por el Gobierno central", destacó.

Taberna ensalzó a las comunidades energéticas, "gran revolución a través del empoderamiento de los ciudadanos, que es lo que quiere Europa" y una "figura imbatible" porque supone un coste de entre cinco y nueve euros en ese 30 por ciento de ahorro y es una "mejora en la economía de escala".