El restaurante María sucumbe a la crisis

Óscar Fraile
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La dueña decide cerrar definitivamente para iniciar nuevos proyectos personales y ante las dificultades que todavía tiene por delante un sector que ya está muy castigado

El restaurante está ubicado en el número uno de la calle Rastro. - Foto: J. Tajes

La pandemia se lleva por delante otro negocio histórico de Valladolid. Se trata del restaurante María, ubicado en la calle Rastro, abierto en la capital desde el año 1999 y más conocido por María Gastronomía. Alejandra Cuadrado es la segunda generación de un negocio que puso en marcha su padre, Ángel Cuadrado, pero esta empresaria ha decidido dar un giro radical a su vida para preparar su ingreso en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y lo hace porque después de muchos meses de dificultades extremas, Cuadrado considera que el sector todavía tiene un desierto por delante que atravesar. De algún modo, esta crisis le ha dado el empujón para dar un paso que hace tiempo le rondaba la cabeza. «Los tiempos que nos ha tocado vivir me impedirían llevar a cabo mi filosofía empresarial, ya que me obligarían a reducir plantilla y a aumentar considerablemente el esfuerzo a mi equipo, lo que se traduciría en más horas de trabajo, dejando atrás la conciliación familiar», asegura. Por eso ha preferido cerrar un negocio que cuenta con diez empleados. De hecho, el restaurante ya llevaba cerrado desde agosto (solo abrió unos días septiembre).

 

Este negocio se caracterizaba por su oferta tradicional, con platos de cuchara, aunque impregnados de un toque de vanguardia. Su impulsor, Ángel Cuadrado, es el antiguo gerente del Mesón Panero, una de las primeras estrellas Michelin de Castilla y León. Hace tres años que se jubiló y dejó paso en la gestión a su hija. «Quedan atrás esos maravillosos momentos de felicidad alrededor de una mesa que nos brindó este espacio gastronómico durante más de 22 años», señala.

 

Cuadrado quiso recalcar su «total y absoluta admiración» por los empresarios hosteleros de Valladolid, «que siguen luchando a contracorriente, día a día, como auténticos guerreros para seguir generando esa riqueza gastronómica tan reconocida a nivel mundial».

 

El cierre del restaurante María se une al de otros negocios emblemáticos de la ciudad en las últimas semanas. Por ejemplo, el bar Penicilino, cuyo punto final ya se había anunciado hace tiempo por problemas con el edificio en el que se instala. También han tenido que dejar su actividad otros negocios de hostelería con décadas de historia, como el bar El otro trastero (antes, El Trastero) y el Ambigú, enfrente del Teatro Calderón.