Los huertos urbanos se han multiplicado en la última década en la capital. Esta alternativa para la producción de verduras frescas se ha ido afianzando y ya hay casi 700 distribuidos por todos los barrios. La cultura de cultivar en la ciudad y convertir un solar sin uso en un lugar fértil es, además, una opción de ocio sostenible, pero también una apuesta social y que garantiza la transmisión de saberes tradicionales.
La mayoría de estos espacios están gestionados por el Ayuntamiento mediante convenio con distintas asociaciones o instituciones.
Los primeros que se pusieron en marcha son los huertos para jubilados en la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola (INEA). En la actualidad hay 430. Pero el Consistorio ha potenciado en los últimos años los que están dirigidos, principalmente, a personas desempleadas.
En este caso son 183, y solo hay ocho vacíos. Pero esta apuesta por la función social no solo se limita a los jubilados y parados. Por ejemplo, la pandemia ha demostrado su utilidad porque gran parte de la producción de los tres huertos comunitarios se ha destinado a familias con escasos recursos.
Por otro lado, también se han puesto en marcha nuevos espacios en colaboración con asociaciones como la Fundación Intrás y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) o programas como el de Cultivando en Educación ambiental, en el que han participado un total de 13 colegios y más de 3.500 escolares.
Gran demanda
En la capital hay cuatro espacios con huertos para desempleados, algunos con zona de explotación comunitaria.
Así en el Jardín Botánico hay 33, cada uno de 50 metros cuadrados, de los que 30 están ocupados y uno reservado. En la calle Valle de Arán hay 50, de los que 43 están adjudicados y uno reservado. Además, hay un huerto comunitario de 800 metros cuadrados.
En Parque Alameda hay 48, y todos están en producción, junto con un huerto comunitario de 300 metros. En Los Santos-Pilarica están ocupados los 50 huertos y hay un espacio comunitario de 800 metros cuadrados.
Esta gran demanda hace que se esté estudiando habilitar nuevos huerto en Girón y Villa del Prado, entre otros espacios.
También están ocupados la gran mayoría de los que se ofertan en el programa de huertos ecológicos para jubilados, con 430 usuarios. Esta actividad formativa y recreativa, financiada por la Concejalía e Acción Social e Inea, ofrece parcelas de aproximadamente 100 metros cuadrados para que sean cultivadas por personas mayores, con técnicas ecológicas. Ya lleva más de una década en marcha.
En los últimos meses, la Concejalía de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible ha suscrito varios acuerdos con organizaciones sociales.
Así, con la Fundación Personas e Intras y las asociaciones de Vecinos los Comuneros, Puente Jardín y la Asociación La Victoria de los Gatos se ha puesto en marcha un proyecto colaborativo de interés social, ecológico educativo y cultural en el invernadero del Jardín Botánico para dinamizar un espacio que llevaba quince años en desuso.
Y en mayo de este año se abrió el primer huerto urbano gestionado con la Asociación Española contra el Cáncer. La iniciativa bautizada ‘El vergel de AECC, cultivando salud’, quiere fomentar y divulgar los hábitos de de alimentación y vida saludables.
Pacientes, familiares, voluntarios y profesionales de la asociación conforman los cinco grupos de trabajo regular.
Además, estos espacios también se han conectado con formación de los más pequeños gracias el programa Cultivando en Educación ambiental, que fomenta que los alumnos conozcan, a través de la educación ambiental,el cultivo de alimentos básicos. Tambien se busca concienciar en hábitos de alimentación más saludables y sostenibles.
Huerto comunitarios
Estos tres espacios están gestionados por la asociación Entrevecinos, por la asociación vecinal Santos-Pilarica y por la Asociación Española Contra el Cáncer.
Huerto solidario
El espacio autogestionado que explota la asociación Entrevecinos con voluntarios de la asociación vecinal Unión Esgueva se ha convertido en el mejor ejemplo de la utilidad social de este programa. La producción de la parcela de 800 metros cuadrados se ha destinado, desde el inicio de la pandemia, a familias vulnerables. «El huerto solidario nació con esta vocación. Y es una parte muy importante del proyecto de Entrevecinos porque facilita el acceso a productos frescos a estas personas», detallan desde la asociación.
Banco de tierras
La Concejalía de Medio Ambiente está estudiando distintas posibilidades para poner en marcha un bando de tierras en la capital. entre las parcelas que se están estudiando están algunas ubicadas en Palomares, Soto de la Medinilla, Pinar de Jalón o en los Santos-Pilarica. La creación de un banco de tierras municipal para aumentar la empleabilidad de los productores locales se engloba dentro de la Estrategia Alimentaria de Valladolid puesta en marcha durante el pasado mandato.