Alta cocina en un convento del siglo XVIII

R.G.R
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Alta cocina en un convento del siglo XVIII - Foto: Jonathan Tajes

Ir a un restaurante dentro de un hotel parece que no está de moda. Pero poco a poco, el hecho de acudir a comer a un hotel, está marcando tendencia en Madrid. Una iniciativa que, con total seguridad, se extenderá al resto del país, y, como no podía ser de otra manera, también a Valladolid.  Una clara muestra de ello es el restaurante Los Jerónimos, dentro del Hotel AC Palacio Santa Ana. Con capacidad para 60 comensales, los fogones del chef mexicano Jorge Gómez ofrecen a los clientes múltiples posibilidades de degustar auténticas delicias culinarias con una base castellana sólida, acompañada de destellos del país centroamenricano. 

Los Jerónimos es un establecimiento para comensales seguros de sí mismos, que no ofrece una carta al uso, sino que se guarda la capacidad de sorprender a sus clientes con platos variados. Lo hace siempre con una base de cocina castellana, pero luego bucea por las cocinas de todos los países para orientar cada plato con un toque personal. 

Jorge Gómez lidera unos fogones donde trabaja sin descanso un equipo de diez personas para ofrecer a los clientes platos perfectamente combinados. Carnes, pescados..., todo ello acompañado de deliciosos postres. La carta del restaurante cambia de forma mensual y se basa en las sugerencias del chef. Tres o cuatro entrantes, con tres o cuatro primeros y segundos. Platos muy seleccionados  que intentar llevar a los comensales a lo lugares más recónditos de? Castilla, a la vez que lo hacen viajar hasta algún otro país exótico. Los comensales pueden elegir entre todos estos platos o bien pueden vivir un auténtica aventura gastronómica.  

Aquellos clientes que lo deseen pueden dejarse llevar por las exquisiteces y ocurrencias que tenga el jefe de cocina. Se trata de un menú degustación que el chef puede ir ideando sobre la marcha. «Algunos clientes se pueden decantar por esta opción», relata el director del Hotel, Ramón Montaña. De esta forma, los comensales se 'abandonan' en manos de Jorge Gómez, quien crea en cada momento los platos que considera que se pueden adaptar mejor a cada cliente. 

La carta de vinos ha sufrido una gran modificación, ya que en un principio se trataba de una gran extensión de variedades de muy diversa índole. Referencias de todas las denominaciones de origen para que cada cliente pudiera encontrar cualquier vino dependiendo de sus gustos. Eso ha cambiado. Se ha reducido en gran medida, con una clara apuesta por la Ribera del Duero, aunque sin dejar atrás otras marcas y denominaciones de origen. 

El producto de proximidad marca en buena medida los platos que se elaboran en la cocina de Los Jerónimos. Buena muestra de ello son la existencia en todas las ocasiones de dos o tres platos fuera de las recomendaciones del chef, que se elaboran con aquellos productos que llegan en cada temporada. Este mes, uno de estos platos son los espárragos de Tudela de Duero. El chef Jorge Gómez los elabora con una crema de apio, emulsión de ajo negro y caviar de aceite de oliva. El truco está en su cocción a baja temperatura? para que su textura sea mejor. 

El precio medio para comer en este restaurante varía mucho dependiendo de los gustos de los clientes, aunque el plato medio puede rondar los 45 euros y 48 en el caso de los menús degustación elaborados por el chef. Toda una mezcla de texturas, sabores, olores y colores de no dejan indiferente a ningún comensal, ni a aquellos que pernoctan en el hotel, como a aquellos que llegan de fuera solo para disfrutar la calidad de los fogones de un convento perteneciente al siglo XVIII.