"Tenemos que despegar con el viento en contra, como hacen los aviones". La frase es de Miguel Ángel Gómez, director deportivo del Real Valladolid, experto además en Psicología. Y no hay mejor medicina para un equipo de fútbol que una victoria para creer. Creer en sí mismo y en un proyecto que ha comenzado en la temporada 2020-2021 con ciertas dudas por aquello de que, en la clasificación, el Pucela acumula tres jornadas en puestos de descenso, algo que no se había vivido hasta el momento con Sergio González en el banquillo. Sin conocer aún la victoria, el conjunto blanquivioleta recibirá este domingo ya con ciertas urgencias a un Alavés que no llega mucho mejor, con un discurso muy parecido en el césped y fuera de él.
Ambos han tenido que ‘lidiar’ con los cambios horarios de su encuentro, de la séptima jornada de LaLiga Santander. Primero se iba a jugar el sábado, a las 13.00 horas; luego el domingo, a las 12.00; para finalmente celebrarse el mismo domingo, pero a las 14.00 horas. Cosas de la ‘mejor Liga del mundo’.
En ella lleva tres años el Real Valladolid, que ha visto como su comienzo no ha sido el deseado. En seis partido solo lleva tres puntos, gracias a tres empates. Y ya sabe lo que es perder en casa, en Zorrilla; y lo que supone que te levanten un 0-2 a favor en el feudo de un recién ascendido.
Por eso, el encuentro ante los babazorros, como se conoce a los futbolistas del Alavés, es uno de esos que debe marcar el cambio de tendencia. Sergio, que esta temporada quería apostar por subir un poco las líneas del equipo y presionar más arriba, podría estar meditando dar un paso atrás viendo los resultados obtenidos, aunque a su favor juega el hecho de que varios de los nuevos, como Jota, Roque Mesa o Janko, aún no han podido entrar en dinámica ni debutar; y otros, como los centrales Bruno y el Jamiq y el lateral Luis Pérez lo han hecho por aquello de las lesiones.
Este domingo, con media jornada por jugarse luego, el Real Valladolid se enfrentará al Alavés y a sus propios miedos. Esos que le llevaron a pasar de optar a la victoria ante la Real Sociedad a caer tras un dudoso penalti en el Villamarín; o los mismos que le hicieron merecer más en Valdebebas tras ‘salvarse’ ante el Celta; o los que le impidieron sumar contra el Eibar y dejarse remontar en cinco minutos en Huesca.
Sergio, con el apoyo del club al cien por cien, tiene a casi todos los futbolistas a su disposición. Kiko Olivas, por supuesto, es baja; al igual que Javi Sánchez. El once genera dudas. Roberto parece que se ha asentado en la portería a pesar de que Masip ya está de vuelta. Sus paradas en Huesca salvaron de un mal mayor a los blanquivioleta. En la zaga solo parece fijo Nacho; y habrá que ver qué pasa con Joaquín, uno de los dos teóricos titulares en el centro; y con Janko, que le debería empezar a disputar el puesto a Luis Pérez. En el centro del campo también parece seguro Alcaraz. Su acompañante saldrá de la terna formada por San Emeterio, Kike Pérez, Míchel y Roque Mesa -que en principio no está para salir de inicio-. En las bandas, Orellana, Waldo, Plano y Hervías, además de Toni, buscarán estar en el once. Arriba está la duda de dos delanteros o uno, y sus nombres, tras el final de partido del pasado domingo de Marcos André.
El rival será el Alavés, conjunto que solo tiene un punto más que el Real Valladolid, y que ha obtenido una victoria en su casillero, en el derbi vasco ante el Athletic; y un empate, contra el Getafe. Su última derrota, en Mendizorroza frente al Elche, ha hecho daño a un club que pide paciencia en el proyecto que encabeza Machín y que no ha desembolsado ni un solo euro en fichajes(Jota Peleteiro llegó libre y Tavares, Lejeune, Battaglia y Deyverson, cedidos). La entidad cumple 100 años el próximo 21 de enero y anda inmersa, en parte, en ello; aunque lo que manda este domingo es el verde. El del José Zorrilla. A puerta cerrada. Hoy. A las 14.00 horas.