Los blanquivioleta, los mejores en el segundo tercio liguero

M.B
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El Real Valladolid solo cedió dos derrotas en los últimos 14 partidos

Plano, Aguado, Roque y Joaquín, en el Pinatar Arena la semana pasada. - Foto: realvalladolid.es

El Real Valladolid, con su victoria en Cartagena de la pasada semana, cerró el segundo tercio liguero como el mejor equipo, con 30 puntos, gracias a sus nueve victorias y tres empates en 14 partidos, cediendo solo dos derrotas.

Los blanquivioleta llegaron a la jornada 14 en el sexto puesto, con 22 puntos y a 9 del Almería, el líder por entonces. Acumulaba 4 derrotas, una de ellas, con goleada ante el Amorebieta (4-1). Tres encuentros más tarde, la desventaja con el conjunto andaluz se fue a los 12 puntos, tras perder en los Juegos del Mediterráneo. Tras volver a caer a domicilio, en Huesca, el Real Valladolid ha apretado el acelerador, con seis victorias y tres empates. 

Así, esos 30 puntos suponen haber sido los mejores en este segundo tercio, por delante del Eibar (29), Tenerife (28), Leganés (25) o los 24 conseguidos por Almería, Ponferradina y Girona, que son los equipos que hasta esta jornada ocupan las plazas de acceso directo y de playoff. A pesar de ese acelerón, los últimos empates (Fuenlabrada y Girona), unidos a los triunfos de sus principales rivales la han hecho quedarse en esa cuarta plaza cuando ya ha pisado puestos de ascenso directo.

Los blanquivioleta han logrado 23 goles y solo han encajado 12 en estas 14 jornadas, destacando el récord histórico de imbatibilidad fijado en 646 minutos (más de seis partidos sin encajar gol). De esos 23 goles, 7 los ha anotado el pichichi de los blanquivioleta, que recuperó la senda anotadora el pasado viernes; 3 fueron de Plata, 2 de Sergio León, otros dos de Cristo González, y uno de Plano, Nacho, Anuar, Luis Pérez, Roque Mesa, Morci, Toni y Kike Pérez (más uno en propia puerta).

De esas 14 jornadas, en 8 no recibió goles, demostrando esa solvencia defensiva que ha ido mejorando con el paso de las jornadas. Y en este tramo se ha hecho fuerte en casa, en un Estadio José Zorrilla que solo ha dejado escapar dos puntos, en forma de empate, ante el Girona.

Más de 80 puntos. Si los primeros clasificados siguen sumando al ritmo que lo han hecho en este tercio, lo normal es que el ascenso directo esté por encima de los 80 puntos, unas cifras que no se ven desde la temporada 2014-15, cuando el Girona se quedó a las puertas de subir, con 82 puntos (empatado con el segundo), campaña en la que el Pucela de Rubi también jugó el playoff, pero sin suerte.