La agricultura ecológica se triplica en diez años

R.G.R
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Las organizaciones agrarias intensifican su apuesta por este cultivo, ya que ven «una oportunidad de futuro» para los pequeños cultivadores. La comercialización sin intermediarios y el aumento de las ayudas eleva las explotaciones hasta las 351.

La producción ecológica se ha triplicado en Valladolid en los últimos años. - Foto: Jonathan Tajes

La agricultura ecológica está de moda y más en el caso de Valladolid. Cada vez mayor número de personas se está decantado por el consumo de este tipo de productos, lo que está ocasionando que se registre un aumento del número de productores y de la superficie cultivada en la provincia. Teniendo en cuenta los datos que maneja la Consejería de Agricultura de la Junta, Valladolid se sitúa a la cabeza en la superficie dedicada a la ecológico en la Comunidad y ya superaba la barrera de las 12.175 hectáreas. 
Los datos ponen de manifiesto el liderazgo de Valladolid con respecto al resto de provincias, solo por detrás de Zamora. Entre ambas suman el 44 por ciento de la superficie total de Castilla y León. Por el contrario, Salamanca, con 2.442,81 hectáreas, solo contribuye con un cuatro por ciento al total de la superficie existente en la Comunidad.
El presidente de la Cámara Agraria de Valladolid, Ignacio Arias,  subraya la importancia de dar salida a este tipo de producción en «mercados de proximidad» para evitar que la misma siga estando destinada, en su mayoría, a la exportación, si bien reconoce también el esfuerzo que están realizando las grandes superficies comerciales por incluir en su catálogo los productos ecológicos.
En referencia a los productores, Valladolid también encabeza la cifra de profesionales que llega ya hasta los 351. La provincia también se sitúa en una situación de privilegio en comparación con el resto de la Comunidad, ya que Zamora cuenta con 264, mientras que Burgos y León se quedan en 161 y 147, respectivamente.  
La evolución de lo ecológico en el campo vallisoletano durante los últimos años ha sido exponencial. Sin ir más lejos, en el año 2001 solo había 326 hectáreas dedicadas a este cultivo en la provincia y Valladolid se situaba a la cola de la Comunidad en este tipo de cultivos, a excepción de Soria.  Desde ese momento, los agricultores y ganaderos de la provincia se han ido decantado por un cambio hacia lo ecológico con el objetivo de aumentar la rentabilidad de sus explotaciones. 
Las ayudas a la producción aprobadas por la Junta de Castilla y León, la convicción de los propios agricultores y la búsqueda de nuevos caminos hicieron que ya en el año 2011 fueran 4.420 las hectáreas destinadas a este tipo de cultivo. Un incremento que no se ha detenido en ningún momento hasta superar las 12.175 de 2019.  
cereal. Los cultivos que realizan los productos de ecológico en Valladolid son muy variados, aunque como ocurre en la agricultura tradicional predominan los cereales. También se producen desde las verduras de temporada, la leche fresca y las conservas, hasta pan, huevos y plantas aromáticas y medicinales. Las legumbres secas y proteaginosas para la producción de grano también acaparan 1.051 hectáreas de terreno, mientras que los forrajes se elevan hasta las 2.320. La apuesta de las bodegas por embotellar vinos ecológicos durante los últimos años ha ocasionado que aumente hasta las 3.610 hectáreas las sembradas de viñedo ecológico en la provincia. 
Ya son 351 las instalaciones industriales dedicadas a la elaboración y transformación de productos ecológicos. Con respecto a 2018, se han incorporado 48 instalaciones nuevas, lo que se traduce en un aumento de casi un 16%. Estos datos demuestran en gran medida el auge de un sector que está pujando en los mercados locales de la ciudad. 
La actividad de elaboración y de transformación que mayor número de instalaciones aglutina es la de bebidas, impulsada principalmente por el sector de las bodegas. Actualmente, hay 52 instalaciones certificadas en la provincia. Las denominaciones de origen también están fomentado la elaboración de vinos procedentes de uva ecológica. 
El presidente de la Cámara Agraria critica la disminución de las ayudas aludiendo a que la ecológica es una agricultura «muy tecnificada» y necesita apoyo público, al menos los primeros ocho o diez años, para ser rentable y poder afrontar la reconversión. 
España se sitúa a la cabeza de Europa como primer productor y en quinta posición en el mundo, con una superficie nacional de 1.968.570 hectáreas, 34.000 productores y 3.500 elaboradores.

 

Ramiro García. Cigunuela

Ramiro García tiene su explotación en Ciguñuela.Ramiro García tiene su explotación en Ciguñuela. - Foto: Jonathan Tajes

«Me cambié a esta agricultura por convicción y por rentabilidad»

 

Heredó la explotación de su familia. Fue en el año 2006 cuando comenzó de forma tradicional el cultivo de cereal. «Lo hacía casi en siembra directa, como se hacía entonces», recuerda. Comenzó con 63 hectáreas, las mismas que mantiene hoy en día. En el año 2009 llevó a cabo su primera campaña de forma ecológica y afirma que mantuvo «más o menos» la misma producción que un año antes. «Comencé a notarlo a partir de los tres años, cuando ya la tierra empieza a producir menos». Recuerda que arrancó en ecológico por dos motivos. No veía salida en lo tradicional y también por convicción. «El Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León me fue marcando un poco el ritmo. Ellos te van diciendo lo que tienes que hacer porque entonces no había mucha información al respecto y tenían que asesorarte». Asegura que el cultivo ecológico es más técnico y que requiere de una mayor presencia en el campo «para el cuidado de los cultivos» y afirma que a pesar de que la cantidad de producto es inferior se compensa al tratarse de productos «un poco más caros». La rotación de los cultivos es «fundamental» para que el campo se regenere y se alcance una producción suficiente para que la explotación sea rentable. «Afortunadamente, tenemos personas en la provincia que entienden mucho de este tipo de agricultura y eso nos ayuda a estar siempre cambiando de cultivo». «Procuro sembrar garbanzos, lentejas, girasol y también cebadas rústicas, aunque son más difíciles de encontrar». Critica la falta de ayuda por parte de la Junta de Castilla y León, ya que entiende que no se produce la investigación suficiente para mejorar los cultivos. 

Faustino López cría sus gallinas ecológicas en Alaejos.Faustino López cría sus gallinas ecológicas en Alaejos. - Foto: Jonathan Tajes

 

Faustino López. Alaejos 

«Al principio, tuvimos que regalar los huevos ecológicos a las monjas»

 

Faustino López cuenta con una granja de gallinas ecológicas en Alaejos. Unos 1.400 animales. También tiene más de 3.500 metros de producción de espárrago y no descarta la posibilidad de continuar ampliando su explotación. No siempre se ha dedicado a la agricultura, sino que salió del pueblo para ejercer como radiólogo industrial. «Sí fue un cambio considerable», bromea. Fue en el año 2014, cuando decide junto a su esposa embarcarse en un proyecto de ganadería ecológica. Lo hace en un terreno de la familia y después de cambiar de idea. En un principio, sopesó la posibilidad de trabajar con gallinas camperas, pero después de estudiar el mercado se dio cuenta de que podría estar saturado y se decantó finalmente por la construcción de una nave para un primer lote de 600 animales en ecológico. Relata que los comienzos no fueron nada fáciles porque, a pesar de que no paraban de visitar establecimientos para su comercialización, no lograban venden su producto. Durante un tiempo, decidieron regalar sus huevos a hermandades religiosas que elaboran dulces para no tener que tirarlos, pero poco a poco, y con toneladas de paciencia, han conseguido hacerse un hueco en el mercado. Principalmente, comercializan a tiendas de la provincia, pero también llegan a Salamanca y a Madrid. «Yo creo en este proyecto y creo en lo ecológico. Mi hijo ya forma parte de la explotación, está inmerso en ella y eso también ayudará a asentar población en los pueblos». Ha construido otra nave para más gallinas y espera continuar mejorando y potenciando la explotación con nuevos cultivos.