Mbappé, legalité, fraternité

Diego Izco
-

El Real Madrid hará todo tipo de equilibrios de aquí al próximo 1 de enero para salvaguardar el fichaje del siglo, y eso que hay señales que apuntan que podría renovar por el conjunto parisino

El delantero del PSG fue el mejor de los ‘bleus’ en la semifinal ante Bélgica de la Liga de Naciones. - Foto: MASSIMO PINCA

Si usted pensaba que iba a librarse de la tremenda brasa estival, la gran turra de agosto, nada más lejos de la realidad: en cuanto cerró el mercado de fichajes se abrió la cuenta atrás hacia el 1 de enero de 2022, el día en que Kylian Mbappé puede negociar abiertamente su salida de París. Una carga de información abrumadora que esta semana ha tenido dos movimientos fuertes (entrevista al jugador en Francia y reacción de Florentino Pérez en Madrid) y que deja claro que la negociación está en un punto delicado.  

 

Legalité

Legalidad y fraternidad, dos conceptos medidos con escuadra y cartabón en la planta noble del Santiago Bernabéu, en la que se intenta cocinar a fuego lento el fichaje del siglo. Legalidad por el artículo 18.3 del reglamento sobre fichajes: «Un club que desee concertar un contrato con un jugador profesional debe comunicar por escrito su intención al club del jugador antes de iniciar las negociaciones», texto que antecede al famoso «un jugador profesional tendrá la libertad de firmar un contrato con otro club si su contrato ha vencido o vencerá en un plazo de seis meses» (la famosa fecha del 1 de enero). El párrafo se corona con un amenazante «cualquier violación de esta disposición estará sujeta a las sanciones pertinentes». El resumen es claro: el Madrid no puede hablar directamente con Kylian Mbappé hasta 2022 (o no dejar pruebas de ello, porque en la práctica todos tantean primero al jugador y, si hay posibilidades reales, hablan con el club después).  

 

Fraternité

La fraternidad no está reglamentada, pero también hay que medirla porque tiene más que ver con «no cabrear» a un club hermano: la amistad entre dirigentes es consabida, y el propio Florentino Pérez anunciaba esta semana que siempre tratarán con respeto «al PSG, un club con el que tenemos buenas relaciones». Es posible que, en el neo-fútbol actual, el club parisino esté algún peldaño por encima del Real Madrid: deportiva y económicamente, así lo parece. Pero, además, existen precedentes de 'venganza' en la política de fichajes francesa que ponen en alerta al club blanco: cuando el Barça 'enredó' en el vestuario del PSG (interés por Rabiot primero o Verratti después) la respuesta de Al-Khelaifi fue poner 222 millones sobre la mesa para llevarse a Neymar. La idea de entrar en una guerra de despachos no parece buena. La estrategia madridista debe ser, dicho de forma muy gráfica: «Es cosa de Mbappé». 
El futbolista concedió una jugosa entrevista a RMC Sports en París. Algunas frases, ya alejadas de los rumores de los últimos días de verano, fueron concluyentes: «En julio dije que me quería ir», «si hubiese salido en verano, solo me habría ido al Real Madrid» o «mi idea era hacer el mejor trato posible para que todos salieran beneficiados. También quería darle tiempo a mi club para encontrar un reemplazo: que todos estén contentos y que yo siga mi camino». Por este último motivo, de entre todas las reflexiones del 'crack' parisino también se extrajo un 'palo' al propio Madrid: «La oferta llegó tarde». Que los pagos ofrecidos (según la prensa francesa fueron dos, de 160 y de 200 millones de euros) llegasen en los últimos días de mercado imposibilitaron, según Mbappé, su salida hacia la capital española. 

 

1 de enero

Como reacción a la entrevista, Florentino Pérez pulsó el botón del terremoto perfecto. «En enero tendremos noticias. Esperamos que el 1 de enero pueda solucionarse todo», palabras que durante horas se adjudicaron al presidente blanco y que tuvo que matizar después precisamente en RMC Sport: «Se han malinterpretado mis palabras. Lo que he dicho es que tenemos que esperar hasta el año que viene».  
De cualquier forma, la tormenta se desató en París, donde Leonardo directamente habló de «falta de respeto». El director deportivo del PSG añadía: «En una misma semana, un jugador -en referencia a Karim Benzema-, después su entrenador -Ancelotti- y ahora el presidente hablan de Kylian Mbappé como si ya fuera uno de los suyos».

 

...y la madre

Así que mientras el Real Madrid mide legalidades y fraternidades, el Paris Saint Germain no va a quedarse de brazos cruzados. De hecho, el pasado miércoles, Le Parisien anunciaba una estratosférica oferta de renovación, que le convertiría en el futbolista mejor pagado de la plantilla (actualmente cobraría unos 18 millones de euros por los 36 de Neymar o Messi). La noticia coincidía con unas declaraciones sorprendentes de Fayza Lamari, madre del jugador: «Las negociaciones para la renovación van bien». Si añaden su última reflexión («Con Kylian, todo puede cambiar de la noche a la mañana»), de aquí al 1 de enero quedan 84 días para seguir construyendo la historia sin fin.