"Realmente no tengo palabras para describir lo que se siente en este momento. He sido un aficionado al baloncesto desde pequeño, crecí con la plata de Los Ángeles 84, vi en primera persona, como un íntimo amigo y un hermano, como Nacho Coque ganaba el oro en Saitama; y estar viviendo esto me parece un sueño. La verdad es que me imagino que tarde una temporada en asimilarlo y ahora mismo estoy encantado". El vallisoletano Javi Hernández Bello hablaba así tras ser parte protagonista del oro de la selección española de baloncesto en el Campeonato del Mundo de China.

Javi Bello ha tomado, de esta forma, el testigo de otro vallisoletano, Nacho Coque, que llevó la preparación física de la selección en el otro oro Mundial, el de Japón 2006. "Sabíamos que nuestro campeonato estaba en Italia. Y una vez que ganamos a Italia vimos que si ganábamos a Serbia el camino a las medallas era un poquito más llano, vamos a decirlo así. Pero después de ver la actitud de estos 'tíos' contra Serbia, nos dimos cuenta de que no había ningún equipo que fuera mejor que nosotros. Entonces, personalmente, me di cuenta de que ahí podíamos ganar el Campeonato", reconocía como clave del Mundial en declaraciones a Onda Cero Valladolid.

Bilbaíno de nacimiento pero vallisoletano de adopción, lleva desde 1994 vinculado a la Federación Española en combinados de categorías inferiores. Desde el año pasado está con la absoluta, con Scariolo al frente. Y solo tiene buenas palabras para jugadores y entrenador: "La preparación no tiene nada que ver con lo que es la temporada de un equipo profesional. Y es más, no tiene nada que ver un sub 20, que son los mayores, a los que son los profesionales. Estamos hablando de estar con jugadores como Marc Gasol, que viene de casi 100 partidos al año; de Sergio Llull, que viene con 80 y tantos. Es muy importante la conexión con el entrenador para calcular las cargas de trabajo, tocar lo menos posible… podría decir que hemos hecho un grandísimo trabajo. Hemos intentado que lleguen en las mejores condiciones al Campeonato y con Scariolo es todo muy fácil".

Además, apunta sobre otra de las claves: "Aquí, hemos jugado 8 partidos en 16 días, una locura. La preparación física es súper individualizada. No tiene nada que ver lo que necesita Quino Colón con Marc Gasol. La idea era individualizarla al máximo e intentar sacar el máximo rendimiento para llegar a la fase de la verdad, porque al final un Campeonato siempre es un día en el que te juegas todo. Aquí, Italia era la clave".