Seis a cero. 'Set en blanco', en términos tenísticos. Que, de forma cristalina, evidencia una victoria -o una derrota- severa, contundente. Ese fue exactamente el resultado del último enfrentamiento entre España y Alemania, que hoy se volverán a ver las caras en el partido de la segunda jornada del Mundial de Qatar 2022.

Hace poco más de dos años de aquello. El 17 de noviembre del 2020, para ser exactos. En el estadio de La Cartuja. En Sevilla. La Roja vapuleó a la otrora imbatible 'Mannschaft' en la Liga de Naciones. En un choque en el que al conjunto nacional lo dirigía Luis Enrique; pero en el que en el banquillo germano aún no se sentaba su actual entrenador, Hansi Flick, ganador ese año del 'sextete' con el Bayern de Múnich.

El preparador teutón era ese día Joachim Löw, que seis años antes había conducido a Alemania a su cuarto título, en el Mundial de Brasil, y que unos meses después cedería el testigo al entrenador de Heidelberg.

Morata abrió ese día el marcador; Ferrán Torres firmó un 'hat-trick' y también marcaron Rodri y Oyarzábal: el único de los cuatro que -al no estar totalmente recuperado de una lesión- no está  en Catar.

«Al fútbol juegan 11 contra 11 y al final siempre ganan los alemanes», dictaba una legendaria sentencia acuñada por el exinternacional inglés Gary Lineker, tras perder, en los penaltis, la semifinal del Mundial de Italia'90, en el que el bloque germano logró el tercero de sus cuatro títulos.

La Roja había firmado alguna de las excepciones que confirman la regla. Lo hizo en la Eurocopa de Francia'84, con el famoso gol en plancha de Antonio Maceda. Y cuestionó duramente la frase de Lineker en la de Austria y Suiza de 2008, al derrotarla en la final, con tanto de Fernando Torres, dos años antes de eliminarla en semifinales en la Copa del Mundo que la selección nacional ganó. Pero Alemania jamás había sufrido un correctivo tan severo ante la campeona en 2010 como el de la media docena de goles que se llevó en Sevilla.

Hoy, la historia será completamente diferente. Y a buen seguro que Luis Enrique y su cuerpo técnico han trabajando con esmero la gestión psicológica del grupo, con el fin de evitar situaciones de euforia que pudieran derivar en grandes decepciones a las primeras de cambio en el torneo.

Rémora

El pasado viernes, Julian Brandt y Kai Haverts hablaron sobre aquel golpe encima de la mesa que dio la Roja en la pasada Liga de Naciones, en la que, con ese abultado resultado, se clasificó para la Final a Cuatro en la que posteriormente caería en el compromiso definitivo ante Francia.

«¿El 6-0 de Sevilla? Eso ya está olvidado», enfatizó el delantero del Chelsea, con el que coincidió Brandt. «No creo que tenga nada que ver, es algo que pasó hace dos años. Hemos mejorado en muchas cosas», opinó el centrocampista, que apeló a la resiliencia de su equipo.

«No sirve para nada empeñarnos en decir que nos encontramos en una situación de mierda o este tipo de cosas. España viene de ganar con enorme claridad, con una goleada de 7-0. Pero nosotros tenemos que ver este partido como una oportunidad», opinó.

El jugador del Borussia Dortmund estuvo en La Cartuja, pero no pisó el césped.Del once que dispuso Löw, solo siete están en la plantilla actual de Alemania.