La falta de semiconductores redujo un 15,5 por ciento la matriculación de vehículos el año pasado en Valladolid, para dejarla en 5.592, según los datos facilitados este lunes por las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam. La bajada en el sector de los particulares fue mayor que la de empresas, un 17 por ciento frente a un 12 por ciento. Por otro lado, el descenso de ventas fue mucho más pronunciado en los vehículos diésel, casi un 50 por ciento, que los de gasolina, un 28,4 por ciento.
El mercado del automóvil se encuentra en una situación muy delicada por la incapacidad que tienen muchos fabricantes de satisfacer la demanda debido a la falta de piezas. Esto ha hecho que se dilaten los plazos de entrega de los vehículos. El impacto de esta crisis, unido a los problemas económicos que la pandemia ha generado en muchas familias, han hecho que las matriculaciones se desplomen en comparación con 2019, último año sin los efectos de estos dos contratiempos. De los 9.230 que se matricularon entonces se ha pasado a los 5.592 de este año. Una bajada de casi el 40 por ciento.
Las marcas locales no han sido ajenas a esta situación. Renault, Iveco y Michelin han tenido que programar paradas por falta de semiconductores, un problema que no ha tardado en repercutir a los concesionarios. Las cifras de Anfac lo confirman. La marca del rombo solo vendió el año pasado 1.024 vehículos en la provincia, lo que representa un descenso interanual del 18,2 por ciento. Con todo, sigue siendo la marca que mayor cuota de mercado tiene en Valladolid: con casi una de cada cinco ventas.
La caída de las ventas en Valladolid respecto al año pasado, y la de todas las provincias de Castilla y León, contrasta con el uno por ciento de aumento de matriculaciones que se ha registrado a nivel nacional. Aunque en toda España en 2021 se vendieron un 32 por ciento de coches menos que en 2019.
En Castilla y León
La crisis por la escasez de semiconductores lastró la venta de vehículos durante el 2021, cayendo las matriculaciones en Castilla y León un 13,77 por ciento en el conjunto del año en comparación con el 2020. Por el contrario, en el conjunto del país el sector de la venta de turismos vivió un ligero crecimiento de cerca del uno por ciento con respecto al año precedente, al matricularse 859.477 turismos frente a los 851.210 de 2020.
En concreto, en Castilla y León, se matricularon durante el último año 22.737 vehículos, un 2,6 por ciento del total de turismos matriculados en España a lo largo de 2021, y un 13,77 por ciento menos que los 26.369 que se vendieron en 2020, según refleja el informe realizado por Anfac, Faconauto y Ganvam y al que ha tenido acceso Ical.
Por tipo de combustible, las matriculaciones de turismos de gasolina en Castilla y León se contrajeron un 25,35 por ciento a lo largo del año, al pasar de las 13.351 unidades vendidas en 2020 a las 9.966 del año recién terminado. Mientras, en diésel las ventas se cerraron con 4.368 unidades matriculadas por las 7.258 del año anterior, lo que supone un descenso del 39,82 por ciento. El resto de combustibles, entre los que se encuentran los vehículos híbridos, eléctricos y de gas, experimentaron por el contrario un crecimiento del 45,89 por ciento hasta alcanzar las 8.403 unidades vendidas en 2021.
Las tres patronales coincidieron en apuntar a "la falta de microchips" como la principal causa de esta caída de las matriculaciones en Castilla y León. En concreto, la directora de Comunicación de Anfac, Noemí Navas, señaló que "el año terminado ha resultado ser incluso más complicado a nivel de matriculaciones que el anterior" debido a "la incertidumbre y la crisis económica provocada por la COVID-19" a lo que se ha unido "la escasez de producto por la falta de semiconductores y los cuellos de botella en la logística". No obstante, desde Anfac se considera que "la situación coyuntural de los microchips irá mejorando a lo largo de 2022", lo que liberará "parte de la demanda embalsada que hay ahora".
Por su parte, el director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, sentenció que el mercado de la automoción durante 2021 "ha sido un quiero y no puedo" por el impacto de la crisis de los microchips y la consecuente falta de stock, a lo que se han unido "los vaivenes de la crisis sanitaria", provocando que el sector de la automoción haya sufrido "dos años consecutivos de pandemia". Para el año que viene, no obstante, aseguró que se manejan dos escenarios: "uno optimista, en el que se matricularían alrededor de 970.000 unidades, y otro pesimista, en el que apenas se sobrepasarían las 900.000".
Por último, la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, afirmó que "la falta de microchips ha provocado que las matriculaciones retrocedieran a niveles de 2014", una situación que, en su opinión, "se va a prolongar durante este recién estrenado ejercicio", y a la que se suma "los efectos de la falta de voluntad política para neutralizar la subida del impuesto de matriculación", por lo que desde Ganvam fían la recuperación "a 2023".