Castilla y León ha visto como en lo que va de año se han dejado de firmar casi uno de cada tres contratos en comparación con la media de los últimos cinco años. La innegable influencia de la covid-19 en el mercado laboral y los devastadores efectos del confinamiento sobre el mercado laboral se traducen en 138.000 contratos de trabajo firmados menos entre enero y julio respecto al periodo 2015 - 2019, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo. Y es que, durante los primeros siete meses del este ejercicio se han suscrito en la Comunidad 354.890 contratos indefinidos, de obra y servicios, eventuales o de interinidad –los cuatro tipos más representativos–. Una cifra que dista años luz de los 533.000 registrados el pasado año o los 527.000 de 2018 y que viene a certificar la importante mella que la crisis económica derivada de la sanitaria está dejando en la Comunidad, que está viendo como el inicio del verano, la principal época de contrataciones, tampoco sirve para volver a la ‘antigua normalidad’.

Por tipos, entre enero y julio se han dado de alta 18.776 contratos indefinidos, un 26,7 por ciento menos que la media del último lustro; 114.059 de obra o servicio, un 27,27% menos; 192.284 eventuales, un 29,2% menos; y 29.771 de interinidad, un 24,85% menos. Son precisamente los contratos temporales, los más comunes en Castilla y León, los que experimentan un mayor batacazo por el parón forzado del 16 de marzo al 21 de junio, registrando casi 80.000 menos, unos 380 al día. Ni el mes de julio, epítome de la contratación estival y temporal, ha logrado acercarse a las cifras de otros años, firmándose casi 28.000 contratos menos que el año pasado –74.663 frente a 101.834–, acaparando los temporales el 99 por ciento del descuento.

No obstante, llama la atención en el caso de julio como los contratos indefinidos –3.404– son los que menor descenso han registrado, con un 10 por ciento, y solo 388 menos que el año pasado y superando incluso las cifras de 2015.

La Comunidad acumula ya un déficit de 140.000 contratos

Por otra parte, la tendencia a la baja del paro de los últimos meses continuó en julio, cuando descendió un 6,1 por ciento en la Comunidad, lo que se traduce en 10.158 parados menos en Castilla y León respecto a junio, con lo que la cifra total de desempleados asciende a 155.323. Esta tendencia es mejor que la registrada a nivel nacional, donde el paro bajó el mes pasado en 89.849 personas, es decir, un 2,3 por ciento, hasta los 3.773.034 millones de desempleados. 

Unas cifras que el viceconsejero de Empleo, David Martín, valoró como «positivas» para Castilla y León, y prueban que «se está haciendo un buen trabajo». Sin embargo, instó a valorar la caída del desempleo «con prudencia y serenidad, sobre todo teniendo en cuenta los datos de la EPA conocidos la pasada semana». En la misma línea se muestra desde CCOO, que destacaron que los datos, «con la que está cayendo con la covid-19, han sido positivos» y revelan una «inesperada mejoría». 

Menos optimistas se mostraron desde la UGT aseguraron que en la desescalada tras el confinamiento «se sigue manteniendo la concatenación de contratos, pero se sigue instaurando la precarización», ya que a pesar de la «buena práctica» de los ERTE «claramente se aprecia que el único nicho de empleabilidad es el sector servicio». Por último, Cecale advirtió del «grave deterioro» que sigue sufriendo el mercado laboral en relación al último año por los efectos de la actual crisis sanitaria con un aumento del paro registrado en comparación con julio de 2019 del 17,69%.