Las bandas de timadores se ceban con los mayores

A. G. Mozo
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Son charlatanes, itinerantes y sin escrúpulos. Eligen sus víctimas al azar y se hacen pasar por revisores de gas, policías, abogados y hasta por viejos amigos para engañar a ancianos. En Valladolid se han hecho hace poco con un botín de 25.000 euros

Una timadora, durante la ejecución de un ‘hurto cariñoso’. - Foto: Policía

Son las víctimas preferidas de las bandas de timadores. Confiadas, vulnerables y solitarias, las personas de edad avanzada se convierten en presa fácil de la verborrea de unos delincuentes «sin escrúpulos» a los que no les tiembla el pulso ni la voz durante su puesta en escena para hacerse con botines que, en algún caso, no llegan ni a cien euros pero que en otras ocasiones alcanzan los 25.000: «Son personas que buscan dinero fácil, todo lo que puedan obtener, pero sin correr el riesgo de ser detectados, así que prefieren hacerse con una pequeña cantidad que levantar las sospechas», explican desde el equipo de Participación Ciudadana de la Policía Nacional en Valladolid.

Son los agentes encargados de sensibilizar a la población a través del denominado Plan Mayor, una iniciativa consistente en charlas y reuniones con estos colectivos en las que se les dan recomendaciones para evitar caer en las redes de esas bandas: «Son muy charlatanes y se dedican de un modo profesional a los timos, de modo que suelen ser muy convincentes, por lo que el consejo que damos es siempre que sean desconfiados, que no se fíen de gente a la que no conozcan, que no hablen con ningún desconocido porque ellos no tienen escrúpulos», detallan estas mismas fuentes, que apuntan que los estafadores «se suelen aprovechar de que actúan con unas personas muy confiadas, vulnerables y que suelen pasarse solas muchas horas, sin nadie que les pueda advertir de que les están engañando».

La gama de posibles tretas para engañarles es amplia: el timo del accidente, el del pariente, el del canalón, el del falso revisor de gas, el hurto cariñoso, el de la mancha, hasta el tocomocho sigue vigente mientras que el de la estampita es casi historia...

Últimos casos

En Valladolid, la Policía Nacional ha detectado dos de esos timos este otoño. A finales de octubre, la denuncia de una de las víctimas alertó de la presencia de una banda dedicada al llamado timo del falso revisor. «Son grupos más o menos numerosos pero que funcionan de un modo itinerante, no pasan más de tres o cuatro días en cada ciudad para evitar que se les detecte. Por eso apelamos tanto a la prudencia de las víctimas como a la colaboración ciudadana para su identificación y detención», tal como señalan desde el equipo de Participación Ciudadana. 

En este caso, la identificación del delincuente ya es plena porque, con las prisas, no se puso guantes y dejó sus huellas por toda la casa de su víctima, de 91 años de edad, a la que arrebató varias joyas y dinero después de hacerse pasar por un revisor de la instalación eléctrica y convencer a esta anciana de que debía permanecer sentada en una silla, con los pies en una alfombra, para evitar cortocircuitos. Cuando la mujer reaccionó y se dio cuenta del engaño, el delincuente había abandonado la casa. Un timador que tiene cara, nombre y apellidos, y sobre el que ha cursado orden de detención.

Semanas después, las oficinas de denuncias de la Policía también empezaron a recibir noticias de la existencia de otra banda, una que actuaba por teléfono y que también tenía en el punto de mira a los más mayores. «No hacen ningún estudio previo, sino que van llamando al azar. Pero, claro, ellos eligen a sus víctimas y saben que es más fácil engañar a una persona mayor que a una más joven», especifican estas fuentes.

En el timo del accidente, estos delincuentes solo dan la cara en el momento del cobro del dinero; el resto se hace por teléfono: «Ellos les llaman asegurando ser policías o abogados para hacerles creer que un familiar suyo ha provocado un accidente de tráfico, suelen hablar de atropellos a embarazadas o a menores de edad, y les dicen que  si no abonan la fianza, su familiar va a ir a prisión», detallan. En uno de los casos detectados este otoño en Valladolid, la víctima llego a dar 25.000 euros, unas entregas que se suelen hacer en efectivo (también cogen joyas) en las inmediaciones del domicilio de la estafada, con la excusa de agilizar el proceso.

«Son charlatanes, saben bien lo que tienen que decir, cómo pueden camelarse a sus víctimas y también saben bien hasta dónde pueden llegar pidiendo dinero sin hacer saltar las alarmas. Lo que tengan en efectivo en casa, las joyas y a por otra víctima».

La Policía explica que este tipo de engaños van por temporadas, que ahora no se han dado caso del timo del pariente (se hacen pasar por el familiar de un vecino para reclamar dinero para un taxi) o del canalón (fingen ser trabajadores de una empresa de reparaciones que va a hacer trabajos en la comunidad de vecinos y les convencen de que deben adelantar el dinero, hasta fingiendo una llamada del propio presidente de la comunidad con la ayuda de un compinche) que hace poco eran más frecuentes. 

«El del hurto cariñoso se suele dar en verano, sobre todo, en épocas de buen tiempo, para que las ladronas puedan tener más fácil el acceso a las joyas», puntualizan. «Cuando la víctima es mujer, fingen que son conocidas, hijas de viejas amigas o vecinas, cualquier excusa para dar una abrazo a la anciana y quitarle el collar, el reloj, una pulsera... lo que sea. Cuando atacan a hombres, las estafadoras suelen insinuarse, fingir hasta que son prostitutas y les quitan el reloj, la cartera, la cadena...».

'Ciberestafas'

Timos a la cara que se siguen dando, obviamente, porque funcionan, si bien para la Policía la mayor preocupación se encuentra en las 'ciberestafas', ya que ahí no hay nadie hablando y tratando de engañar a la persona mayor, sino que las organizaciones de delincuentes digitales se limitan a lanzar sus redes para obtener de la víctima el número de tarjeta y su contraseña, o sus claves de banca online: «Con los mayores suelen funcionar mucho los mensajes esos de que tiene que pagar dos euros para recibir su paquete de Correos y los de su cuenta bancaria ha sido bloqueada, por lo que en las charlas les insistimos en que no den esos datos a nadie».