El Black Friday no es, ni mucho menos, una tradición española, pero la importación de esta costumbre norteamericana ha marcado en los últimos años el inicio de la campaña de Navidad para el comercio. Un periodo de suma importancia para el sector, más si cabe en un año marcado por los últimos coletazos de la pandemia y por la guerra de Ucrania, que ha derivado en una espiral inflacionista y en sendas crisis energéticas y de consumo.
Ante este panorama, si hay una palabra que pueda definir lo que tiene por delante el comercio en las próximas semanas es la incertidumbre. De poco sirve que sea la primera Navidad sin restricciones tras la pandemia, porque no hay mayor restricción que un sueldo que no da más de sí. Y eso es lo que está pasando en muchas familias después de que se haya disparado la cesta de la compra, el gas, la luz y la gasolina. Además, las hipotecas amenazan con seguir el mismo camino en los próximos meses.
Un futuro incierto que ven con distintos ojos las principales asociaciones de comerciantes de Valladolid, aunque ambas anhelan remontar un año que no ha sido nada bueno. «Nos gustaría ser optimistas, pero la palabra que está definiendo este 2022 y que definirá la campaña de Navidad es 'incertidumbre'», asegura el presidente de la Agrupación Vallisoletana del Comercio (Avadeco), Alejandro García, quien reconoce que es una buena noticia el fin de las restricciones, ya que favorecerá el consumo, pero recuerda que hay otros aspectos lesivos, como los costes energéticos, «que pueden subiendo». Más optimista es el presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid y Provincia (Fecosva), Jesús Herreras: «Esperemos que la cosa se anime y que lo que no se ha facturado en los meses previos se pueda facturar ahora», señala.
Porque esos meses previos a los que hace referencia también han estado marcados por otra piedra en el camino, sobre todo para el sector textil y calzado: una meteorología atípica. El retraso en la llegada del frío ha provocado una importante caída en las ventas de ropa de invierno que, por otra parte, son mucho más importantes para los negocios a nivel de facturación que las del verano.
A esto se suma el incremento de costes energéticos, principal preocupación de cara al invierno. «Sí que se ha notado la subida, los comerciantes han reducido el número de horas de uso del aire acondicionado en verano y seguro que pasará lo mismo con la calefacción», señala el presidente de Avadeco. No habrá tantos cambios con la iluminación, ya que casi todos los negocios tienen instalados sistemas LED de bajo consumo. «No hace falta que nadie nos diga a qué temperatura tenemos que poner los termostatos o apagar las luces por la noche, llevamos ajustando el consumo energético todo el año», asevera García.
En este sentido, tampoco ha tenido mucho impacto la obligación, desde el pasado 30 de septiembre, de disponer de un sistema automático de cierre de puertas, puesto que la mayoría de los negocios ya contaba con un brazo articulado. «Ha habido bastante confusión con este tema, ya que se ha generalizado la idea de que había que instalar una puerta automática con motor y no es así», añade el responsable de Avadeco.
Las contrataciones aumentarán un 8%
Las previsiones de contratación para la campaña de Navidad y el Black Friday e sitúan en un crecimiento del 8% en todo el país, con la firma de 1.118.000 contratos, uno de los menores incrementos de los últimos años. La compañía maneja para Valladolid las mismas previsiones de incremento a nivel porcentual, hasta llegar a los 17.500 contratos. En cambio, Adecco espera que en Castilla y León solo se produzca una subida del 6 por ciento. En cuanto a los perfiles más buscados, serán mozos de almacén, carretilleros, preparadores de pedidos, empaquetadores, promotores, dependientes, conductores, repartidores, camareros, cocineros, operarios en la industria alimentaria y personal de atención al cliente.