Una medida para no terminar con la afición a la caza. La Junta de Castilla y León ha modificado la normativa para los aficionados a este deporte puedan obtener de forma gratuita? la licencia por un periodo de cinco temporadas, y también ocurre lo mismo con la pesca. Una medida que beneficia a los amantes de este deporte, pero que también servirá para salvar el negocio de la caza en la provincia de Valladolid. 

La ausencia de ejemplares, en especial de la liebre y la codorniz durante los últimos años, unido al hecho de que muchos cazadores de la provincia han 'colgado' la escopeta debido a su avanza edad han hecho que el número de permisos que se obtienen en las oficinas de Valladolid haya ido cayendo de forma constante durante las últimas campañas.

Según los datos proporcionados por la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid a este periódico, el número de licencias expedidas en la provincia se ha visto reducido en un seis por ciento en los últimos años al pasar de las 8.589 a las 8.067. Con esta medida de la gratuidad de las licencias, desde la Junta se espera generar una mayor actividad económica en los pueblos a partir de la práctica de este deporte. 

 La caída ha sido constante temporada a temporada y desde la Federación de Caza de Castilla y León tienen claro que los motivos también se basan en «las continuas campañas» en contra de la caza que se llevan a cabo a nivel nacional. «Nosotros tenemos cada vez más cazadores federados a pesar de que es verdad que cada vez hay menos permisos», aclara el presidente, Santiago Iturmendi, quien destaca que el hecho de que la caza sea un deporte en el que se tiene que hacer un importante desembolso sumado al hecho de que «se está demonizando su práctica» está mermando el número de cazadores. 

Iturmendi indicó que seguramente la medida de la gratuitad de los permisos favorece el hecho de fomentar el relevo generacional, ya que recordó que las personas «más favorecidas» son los aficionados más jóvenes. «Son, por norma, los que tienen menor poder adquisitivo. Recuerdo que las personas más mayores ya lo tienen gratis». En la Comunidad, la edad media de los cazadores es de 51 años. 

Pero más allá de esta medida adoptada por la Junta de Castilla y León, Iturmendi solicitó que se apoye «de forma decidida» al mundo de la caza y no se denomine a sus aficionados. «Llevamos muchos años así y lo que queremos es que la caza se vea como cualquier deporte».      

15 de agosto. Iturmendi se mostró pesimista sobre la posibilidad de que esta medida pueda suponer un cambio de tendencia con respecto a los últimos años y que el número de licencias vuelva a aumentar y más teniendo en cuenta que a falta de algo menos de dos meses para que comience la temporada las perspectivas no son buenas. Este calor que se está registrando durante las últimas semanas, especialmente los últimos días, no favorece «en nada» la cría por parte de codornices y perdices.  

«Las expectativas no son nada buenas porque el calor ha hecho que la cosecha se adelante mucho y la recogida comience antes, lo que no favorece la cría». No obstante, recordó que los cazadores responsables de los cotos llevan ya meses alimentando a los animales para intentar mantener su número». Por último, recordó que se deben gestionar los días de caza permitidos desde el 15 de agosto hasta el 15 de septiembre dependiendo de la existencia de codornices. 

Por otra parte, este descenso en el número de cazadores no ocurre en el caso de la pesca, donde el número de vallisoleanos que la practica se ha mantenido durante los últimos años o incluso ha crecido. Actualmente, ronda los 15.000.