Julio Valdeón

A QUEMARROPA

Julio Valdeón

Periodista


Contra la corriente

13/10/2019

El TSJCyL ha absuelto de agresión sexual a un joven denunciado por una amiga. El fallo confirma otro anterior de la Audiencia Provincial. Para los jueces resulta imposible concluir quién dice la verdad. En caso de duda, y frente a los requerimientos de los fanáticos, sentencian a favor del reo. Cosas de la civilización, queridos, la presunción de inocencia y etc. Parece que el acusado y la denunciante mantuvieron una relación, que él cortó el primero meses antes de producirse los hechos juzgados. Ella pedía 9 años de cárcel, 8 de libertad vigilada y una indemnización de hasta 12.000 euros. El fallo resulta doblemente importante por lo que tiene de contracultural, ahora que los principios de la democracia liberal son objeto de fusilamiento sumario, y porque rema contra los prejuicios de los que alertan los psicólogos cognitivos. En El caso de la víctima culpable: los efectos del género de la víctima y del perpetrador en las atribuciones de culpa y responsabilidad, un estudio publicado por la Asociación de Psicólogos de América al que he llegado, como tantas veces, leyendo a Félix Ovejero, los investigadores pidieron a unos voluntarios que estimasen la responsabilidad de perpetradores y víctimas en una serie de crímenes en los que cambiaron los sexos. Una y otra vez las víctimas masculinas fueron consideras más culpables que las víctimas femeninas, las mujeres perpetradoras recibían juicios menos duros que los hombres y ninguna combinación estigmatizó más al criminal y absolvió de culpa a la víctima que cuando el ejecutor era hombre y la víctima mujer. Esto, claro, que acaba por trasladarse al entramado de sentencias y compensaciones, tendría que vacunarnos contra los tópicos, más o menos generalizados, de una supuesta justicia heteropatriarcal. O contra las mismas invocaciones de un heteropatriarcado que invocan quienes no tienen ni idea de que es o fue o pudo ser la criatura. Ya no queda sino esperar a Pablo Soto convoque una manifestación. Sí, el mismo que ayer no más gritaba la justicia les ampara, las feministas respondemos.