El Fundación Aliados encajó otra derrota, esta vez en el aplazado frente al líder, el Amiab Albacete, recuperado este miércoles. El partido no llegó en buen momento para los vallisoletanos, en mala racha y con la importantísima baja de Adrián Pérez.

Tratar de dar la sorpresa ante uno de los más firmes candidatos al título, invicto en lo que va de curso, implicaba tener que realizar un partido perfecto y contar con que el contrario fallara mucho, por no decir todo. Pero el objetivo del club era más realista: poder plantar cara, competir, no bajar los brazos ante la superioridad de Amiab y mejorar defensiva y ofensivamente. Y ese reto se cumplió, a pesar de lo abultado del resultado final.

Los 'cuatros', tanto Salzman como Johnston se mostraron más entonados que en otros compromisos y, sobre todo, en el plano defensivo, se actuó más como bloque, con una mayor aportación de Van Brunschot en la pintura, que impidió que jugadores como Manning o Filipski hicieran un roto aún mayor, y que obligó a los castellano-manchegos a tener que lanzar más desde el exterior.

Aunque en esa faceta también contaban con la calidad de gente como Marsh o Choudhry, por lo que la ventaja visitante, tras el descanso -en el que esta tan solo era de ocho puntos (24-32)- se fue ampliando, sobre todo, tras un mal tercer cuarto en el capítulo anotador del conjunto morado, hasta alcanzar esos 33 puntos del final.

El técnico vallisoletano, José Antonio de Castro, quiso destacar esa mejoría grupal, que permite ser "optimista" de cara al próximo choque ante el Amfiv de Vigo.