"Valladolid es pionera en cómo enfocamos la economía circular"

D.V.
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Entrevista con Charo Chávez, concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio

Charo Chávez, concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio - Foto: Jonathan Tajes

¿Qué políticas de desarrollo de la economía circular está llevando a cabo el Ayuntamiento de Valladolid?

El Ayuntamiento aborda la economía circular con un enfoque holístico y transversal. No se trata de una política concreta sino de que los principios básicos de este modelo impregnen las políticas municipales, empezando por aquellas que más impacto tienen en la vida de los ciudadanos, como es el caso de la movilidad, la gestión del agua, los residuos, pero sin descuidar otras como el comercio o el uso de los espacios públicos. Los Ayuntamientos somos promotores de estas políticas y también debemos ser facilitadores, poniendo las condiciones necesarias para avanzar en la transición hacia la economía circular. 

¿De qué hablamos cuando abordamos la economía circular?

Es un cambio imprescindible del modelo energético, productivo y de consumo que tienen que dar las empresas para conseguir el objetivo que Europa se ha planteado: la neutralidad climática.

¿Y esta necesidad de cambio cree que llega a la ciudadanía?

Esta necesidad exige conocimiento, investigación e innovación y conlleva cambios que necesitan recursos económicos. El avance de la economía lineal a la circular depende en qué sectores puede ser más o menos fácil; en los industriales es bastante complicado y por tanto necesita un esfuerzo económico muy grande que no siempre las empresas pueden afrontarlo solas. 

También conlleva un cambio en la mentalidad de los ciudadanos en sus hábitos de consumo y luego implica decisión a nivel político. A veces, estos cambios no son muy populares porque llegan de manera abrupta pero ya no podemos postergar por más tiempo la conversación porque lo que está en juego es nuestra salud. Si el planeta no va bien, nuestra salud va a ir a peor. Es una cuestión de responsabilidad.

Valladolid ha sido referente en economía circular, primero con su adhesión a la Declaración de Sevilla, luego con la propia declaración de Valladolid en su compromiso por el cambio de modelo hasta llegar a este plan de acción. ¿En quién se inspira nuestra ciudad?

Nuestra ciudad hace unos años fue pionera, y sigue siéndolo, en cuanto a cómo enfocamos la economía circular. El enfoque que le hemos dado desde el Ayuntamiento no es solamente el tratamiento de los residuos urbanos, que parece que es lo que todo el mundo tiene en la cabeza, sino que también lo hemos abordado desde el objetivo de llegar a una descarbonización, para lo cual es imprescindible cambiar el modelo productivo. 

Lo hemos enfocado desde la oportunidad para el emprendimiento y para la transformación empresarial, siendo una oportunidad para el desarrollo económico, un elemento de competitividad para las empresas y para atraer y retener talento en las empresas; y es que este salto implica conocimiento, investigación, innovación y desarrollo.

Nos inspiramos en modelos nacionales e internacionales. De hecho, todo el trabajo de campo y caso de estudio para elaborar nuestro plan se ha llevado a cabo con la OCDE y en trabajo colaborativo con ciudades como Granada, Umea (Suecia), Groningen (Países Bajos), que son también una referencia. Además de con las que trabajamos, París y Ámsterdam son una referencia, de ahí la importancia de participar en redes internacionales que nutren nuestro trabajo.

Además finaliza ahora el proyecto Interreg Circular Labs en colaboración con Portugal, ¿qué promueve el nuevo modelo?

Ha sido un buen punto de partida para crear alianzas, analizar, diagnosticar y crecer juntos con el fin de impulsar la competitividad de las empresas. Este proyecto europeo está ligado al crecimiento de las pymes y a generar espacios de colaboración público-privadas, así como a favorecer ámbitos como el ecodiseño, clave si queremos cambiar la manera de producir, usar y reutilizar cualquier producto.

¿Cómo se refleja lo circular en el día a día del ciudadano, en la gestión de las empresas y la industria?

El concepto de economía circular está mucho más cerca del ciudadano de lo que en principio pensamos. La ciudadanía cada vez está más sensibilizada, está habiendo un cambio cultural importante y creo que esta responde incluso más rápido que otro tipo de sectores de la sociedad. No obstante, creo que aún queda mucho por hacer. No es un ámbito que esté lejano a nosotros pero sí nos obliga a tomarnos un momento hasta que nos acostumbremos a hacer determinadas cuestiones.

También tengo claro que las empresas cada vez más saben que es un elemento de competitividad y de responsabilidad. Si las empresas quieren seguir hacia el futuro haciendo negocios tienen que adoptar todas estas medidas de economía circular que, además, estoy convencida de que cuando los procesos sean mucho mejores y en los que habrá que aportar mucho conocimiento, tendrán procesos mucho más eficientes porque al final será mucho más barato reutilizar una materia.

Valladolid acaba de ser elegida entra las 100 ciudades de Misión Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutras. ¿Por qué es un hito para la localidad?

Es un hito porque hemos sido elegidas entre cien ciudades de toda Europa, siete de ellas españolas. Hemos sido elegidos como reconocimiento a las políticas que estamos haciendo y a los niveles que estamos obteniendo. Sobre todo, es un hito para Valladolid porque vamos a ser una ciudad modelo para mostrar al resto de ciudades cuál es el camino para tener futuro en el 2030, en el 2050 y para las próximas generaciones. Es decir, somos nosotros quienes vamos a mostrar las políticas innovadoras al resto y, además, abre una puerta a una financiación público-privada muy importante para los proyectos del Ayuntamiento de ciudad, el sector empresarial más innovador y para la transformación de la economía a un modelo circular. En definitiva, ser una ciudad misión significa que ya hemos hecho muchas cosas, tenemos ambición, queremos jugar este papel de futuro y ahora lo que nos hace falta es planificar las inversiones y ese proceso hacia la transformación absoluta.

Siempre hay que ir hacia mejor, eso es lo que estamos pretendiendo con esta etiqueta, y eso es lo que Europa nos está diciendo: «ustedes están preparados para dar ese salto».

¿Qué relación hay entre una Europa limpia de carbono y una Europa circular? Precisamente la hoja de ruta de la Misión Valladolid da prioridad a la Economía Circular como una de las palancas de transformación.

Para conseguir ese ideal de cero emisiones tenemos que ser ambiciosos y construir una ciudad de futuro para las generaciones de vallisoletanos. Para conseguir ese objetivo de descarbonización uno de los requisitos es la economía circular. Es decir, un modelo en el que se reutilizan las materias. Este modelo productivo conlleva también un cambio de modelo energético para no seguir estresando al planeta en la obtención de recursos, lo cual es un requisito imprescindible para ese objetivo de descarbonización y de cero emisiones; entonces la relación es absoluta.

También hemos identificado otros ejes como requisitos para conseguir esa neutralidad climática como la alimentación, la movilidad sostenible, la eficiencia energética y la descarbonización de la logística de distribución. En suma, son ejes tractores de un desarrollo económico nuevo para la ciudad.