A falta de más de dos meses para terminar este año, 2022 ya se está convirtiendo en una de las anualidades con mayores cifras de indemnizaciones al campo por parte de los seguros por los daños causados por los fenómenos meteorológicos. Lluvias intensas, tormentas en muchas ocasiones acompañadas por granizo, incendios, pero sobre todo la sequía y las elevadas temperaturas de este último verano han hecho mella en los cultivos de la Comunidad.
Las inclemencias son cada vez más habituales en los últimos cinco años ocasionadas por el cambio climático y los agricultores ya se están acostumbrando a ellas. Una situación que ha hecho que durante este tiempo se haya disparado la contratación de seguros agrarios que permiten suscribir pólizas hasta de sequía.
Castilla y León había sobrellevado el número de siniestros agrarios declarados durante el primer semestre del año en comparación con otras comunidades que sufrieron numerosos daños en los frutales. Sin embargo, estos últimos meses ha aumentado el número de comunicaciones de daños por parte de los profesionales del campo. De momento, según los datos facilitados por Agroseguro, las indemnizaciones del seguro agrario en Castilla y León en 2022 se elevan hasta los 77,12 millones de euros. De esta cantidad global, más del 84% de las indemnizaciones ya han sido abonadas, es decir un total del 65,14 millones de euros. Las cifras suponen que en los nueve primeros meses de este año ya se han registrado indemnizaciones un 15 por ciento superiores a todo 2021, cuando se pagaron 67 millones de euros.
Según los últimos datos recogidos por Agroseguro, la superficie siniestrada total supera las 826.000 hectáreas en Castilla y León. Especialmente llamativos son los siniestros producidos en el girasol, ya que de momento han afectado a 167.000 hectáreas en la Comunidad, casi el 70 por ciento del cultivo asegurado en la región. «Los daños por sequía son muy intensos en este cultivo, debido a que buena parte de su desarrollo se produce durante el verano, y este año se ha visto muy afectado por la ausencia de precipitaciones», como destacaron fuentes de Agroseguro.
En términos generales, y desde el año 2017, el sistema español de seguros agrarios ha abonado 564 millones de euros a los agricultores y ganaderos asegurados en Castilla y León.
Calor y sequía.
Las elevadas temperaturas y la sequía están detrás de la mayor parte de las comunicaciones de los agricultores. La sequía ha provocado más del 60 por ciento de las indemnizaciones, ya que suponen casi 50 millones de euros. Los daños se acercan a los registrados en 2019, y son aún provisionales puesto que las evaluaciones en algunos cultivos –como el girasol- están finalizando, como recuerdan desde Agroseguro. Las lluvias registradas en el mes de marzo, y algunas tormentas posteriores han evitado que los daños se asemejasen a la grave sequía que vivió la Comunidad en 2017 con cifras más elevadas. Además, se han abonado 8,02 millones de euros por daños de pedrisco, principalmente en herbáceos y uva de vino.
Por líneas de cultivos, los herbáceos registran más de 55,35 millones de euros en indemnizaciones. Además, los seguros pecuarios suman otros 16,00 millones de euros. La uva de vino, por su parte, es la tercera línea con mayores indemnizaciones, roza los cuatro millones de euros (3,97 millones).
Si se analizan las cifras por provincias, Burgos con indemnizaciones que superan los 13,6 millones es la más elevada, seguida de Valladolid (12,88 millones), Soria (12,25 millones), Zamora (11,61 millones), León (7,10 millones), Palencia (6,57 millones), Segovia (5,69 millones) y Salamanca (4,31 millones). La que menos daños ha tramitado ha sido Ávila (3,02 millones).