La Catedral de Sevilla acogerá este sábado 30 de abril el funeral por el cardenal Carlos Amigo, que falleció ayer, a los 87 años, como consecuencia de una insuficiencia cardiaca tras haber empeorado su estado de salud días después de haberse sometido a una intervención quirúrgica en los pulmones y que se sumó a la operación de cadera del 23 de febrero, tras la caída sufrida en la Misa que se celebró en la Catedral de la Almudena en conmemoración del XXV aniversario de la ordenación del cardenal Osoro. La noticia de la muerte de Amigo, natural de Medina de Rioseco (Valladolid), provocó ayer una gran consternación en la comunidad católica andaluza y castellano y leonesa. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, lamentó su muerto, y recordó que era una persona «orgullosa y enamorada de su pueblo, Medina de Rioseco». En su cuenta de la red social Twitter, el jefe del Ejecutivo destacó que dedicó su vida «al servicio pastoral» y que su muerte suponer «una gran pérdida para Castilla y León y para la Iglesia». «Mi cariño y sentido pésame a su familia y amigos», trasladó Mañueco.
Por su parte, el Ayuntamiento de Medina de Rioseco (Valladolid) decretó dos días de luto por la «irreparable pérdida» del cardenal, nacido en una vivienda de la localidad el 23 de agosto de 1934, en la calle que hoy ya lleva su nombre. El alcalde del municipio, David Esteban, indicó a la Agencia Ical que la población se une «al profundo dolor» por la muerte de su «principal embajador», que ha demostrado ser «patrimonio mundial de la Iglesia».
Una medida que también ha tomado la ciudad de Sevilla, donde fue arzobispo metropolitano desde 1982 hasta 2009, aunque en este caso será de una sola jornada. En la ciudad hispalense se sucedieron durante todo el día mensajes de pésame y condolencia por parte de autoridades religiosas y civiles pertenecientes a diversos ámbitos sociales, entre ellas, cargos de administraciones públicas y representantes del mundo de la educación, el deporte y las hermandades.
En la misma línea, el arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez, ensalzó la «capacidad de palabra fácil y de decir cosas que ayuden, iluminen, conforten y exhorten» de fray Carlos Amigo. «Siento mucho que nos haya dejado; ha pasado a mejor lugar», sentenció Blázquez, quien expresó sus condolencias a su familia en unas declaraciones recogidas por Ical.
Las campanas de la Giralda tañen en su honor
Trece años después de dejar el episcopado hispalense al cumplir los 75 años marcados por el Derecho Canónico, los lazos que le unían a la diócesis que dirigió durante 27 años eran aún muy fuertes. De hecho, en 2013 el Ayuntamiento de Sevilla rotuló un tramo simbólico de la calle Placentines a su nombre, el que va desde la Giralda a Alemanes, junto al Palacio Arzobispal. Las campanas de la Giralda tañeron durante la jornada de ayer en señal de luto y recuerdo del que comandará durante 30 años la diócesis. Y es que su muerte provocó un gran impacto en la sociedad hispalense durante la jornada de ayer, con mensajes de recuerdo del regidor municipal, Antonio Muñoz; el presidente de la Diputación provincial, Fernando Rodríguez Villalobos; del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; los rectores de las dos universidades de la ciudad, e incluso, los dos equipos de fútbol a orillas del Guadalquivir, Betis y Sevilla.