Los menores de 30 aglutinan el 65% de los nuevos contagios

A. G. Mozo
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Niños, adolescentes y jóvenes acumulan casi 1.000 de los 1.500 casos desde el final de las clases. Las vacunas consiguen blindar a los mayores de los efectos de la 'ola joven' y la población de más de 60 ya solo concentra un 5% de los positivos

Ambiente en las calles del centro de Valladolid un sábado por la noche. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Dos semanas de libertad han sido suficientes para el estallido de una nueva fase pandémica. El final de las clases, los viajes de fin de curso, el aumento del contacto social y la relajación de las restricciones se han convertido en la combinación perfecta para que explotara la que se ha dado en denominar como la ‘ola joven’. Dos de cada tres nuevos contagios descubiertos durante las dos últimas semanas se han dado entre menores de 30 años y solo los veinteañeros aglutinan algo más del 40% de los positivos detectados en Valladolid.

Una quinta ola que se empezó a fraguar el 23 de junio, entre comidas y botellones de despedida de curso, ya que, hasta esos días, la incidencia acumulada se encontraba tan bajo control que se estaba en cuenta atrás para el avance a la fase de ‘nueva normalidad’. A ello se unió que justo el fin de semana posterior dejaron de ser obligatorias las mascarillas en exteriores y empezaron a esfumarse en interiores, lo que favoreció que el coronavirus empezara a rebrotar en un ambiente idóneo para él. La eclosión apenas tardó unos días en trasladarse a los datos pandémicos: 40 positivos el 29 de junio, 82 el 30, 149 el 1 de julio y 208 el 2. Pronto, la incidencia también se disparó, destrozando aquel esperanzador dato de 68 casos por 100.000 del 29 de junio (el mejor desde agosto) y saltando a los más de 400 con que se ha llegado a este fin de semana; otra vez, en riesgo ‘extremo’ de contagio.

Valladolid no estaba en tasas tan elevadas desde febrero, desde que se descendiera de una tercera ola que llegó a disparar la IA 14 días hasta los 1.534 puntos. Todos los expertos coinciden en que en esta quinta no se llegará a esas cuotas de contagio, aunque lo cierto es que el arranque sí está teniendo bastantes similitudes con aquella tercera ola, cuadruplicándose las ratios de incidencia en los primeros días de despegue.

LA VACUNACIÓN, AL 50%

Pero por suerte, aunque algunas cifras se parezcan, también hay diferencias ostensibles entre lo de enero y lo de ahora, gracias al avance de una vacunación que, precisamente, dio sus primeros pinchazos durante los últimos días de 2020 y que ahora, tras seis meses y pico, ya se acerca al 50% de los vallisoletanos con las dos dosis.

Toda la población mayor de 70 años ya tiene la pauta completa, mientras que aún llega al 70% en el caso de los sexagenarios (todavía hay años a la espera de las segundas de AstraZeneca) y al 90% entre los vallisoletanos de 50 a 59 años. La campaña se encuentra ahora en los de 40 a 49, una década en la que hay solo un 24% con dos dosis y casi un 70% con una.

Los datos que va reportando la quinta ola dejan bien a las claras que la vacunación ha conseguido blindar a la población inmunizada, hasta el punto de que los mayores de 60 años apenas representan un cinco por ciento de los nuevos casos (76), cuando al cierre de 2020 (hasta que empezó la vacunación) era un grupo que concentraba casi un tercio de los contagios. Mucho más claros son los efectos si se saca de la ecuación a los sexagenarios, que todavía están en fase de segundas dosis, ya que solo 27 mayores de 70 han sufrido esta enfermedad de los más de 1.500 infectados en estas dos semanas post fin de curso.

PADRES AFECTADOS

Al grupo de edad de 60 a 69 años, a pesar de no estar completamente inmunizado, le está yendo algo mejor que al de 50 a 59 años, donde sí ha habido un cierto repunte de los casos, según alertaba esta semana la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien lo explicaba por el hecho de que es la franja de edad de los padres de esos veinteañeros convertidos en los grandes transmisores de esta ‘ola joven’; en todo caso, sin apenas aumento de las hospitalizaciones. Los cincuentenarios protagonizan 97 casos, por los 49 que suman los sexagenarios. Los vallisoletanos de 40 a 49 son 136 y los 30 a 39, 197.

Lo peor está en esos menores de 30 años que están aglutinando el 65% de los casos de la quinta ola, casi 1.000 de los 1.500 detectados en atención primaria entre el 22 de junio y el 6 de julio. Pero son los veinteañeros los que se llevan la palma, porque de los 943 contagios descubiertos entre vallisoletanos de menos de 30 tras el final de las clases, 588 estaban en la franja de 20 a 29 años, por los 323 que se encontraban en la de los 10 a 19 y los 32 casos descubiertos en niños de hasta 9 años.