El eterno problema de la hora punta en el centro

M.Rodríguez / A.G. Mozo
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El punto más crítico de la circulación en la capital en todos los horarios es la conexión de López Gómez con Plaza España y el tramo hasta la plaza de Zorrilla. En el resto de las vías se ralentiza el tráfico y hay rentenciones puntuales

El eterno problema de la hora punta en el centro

¿Hay problemas de tráfico? ¿El centro se ha convertido en una ratonera para los conductores? Estas son preguntas con respuestas muy diferentes según a quien se dirijan. La polémica, política y en redes sociales, deviene de los cambios en la movilidad aplicados por el Ayuntamiento, que conllevan alteraciones en las rutinas de circulación, que no todos los vecinos consideran adecuadas. Los cambios se aplicaron en plena pandemia para «paliar» un posible incremento del tráfico en la vuelta a la normalidad. Una normalización que ya ha llegado con la casi recuperación de las intensidades anteriores a las restricciones. Un momento adecuado para comprobar sobre el terreno, aunque sin resultados determinantes sobre el estado de la cuestión.

El Día de Valladolid ha realizado tres trayectos, de una hora de duración cada uno, por la capital para ver el estado del tráfico. En todos se han empleado entre 25 y 35 minutos para un recorrido, en hora punta y en vehículo particular, de unos cinco kilómetros, en este caso entre la sede de este periódico y Plaza España. Una variación condiciona por la intensidad del tráfico y de los ciclos semafóricos, que en los tres itinerarios en distintos tramos horarios (mañana, mediodía y tarde) no ha variado mucho, salvo por incidencias en la circulación originadas por cortes puntuales o infracciones de los conductores, como paradas en el carril exclusivo para bus y taxi. 

En el recorrido también se ha comprobado que la intensidad de tráfico, en algunos puntos de la capital, se  ha ido modificando en los últimos meses tras las modificaciones en la movilidad. Los cambios en los recorridos ya se notan en las estadísticas, aunque también están condicionados por el incremento del tráfico con la 'nueva normalidad'. 

 

Punto negro.

El primero se realizó este martes, entre las 19 y las 20 horas. Comenzó en la avenida de Burgos, donde fueron necesarios dos ciclos semafóricos para superar el tramo entre la sede de la Policía Municipal y el Puente Mayor. Por contra, el trayecto hasta la rotonda de la Feria de Valladolid fue fluido, pero se ralentizó en el acceso a la avenida Gloria Fuertes. Aquí ya se nota el descenso del 30,75% del número de coches que utilizan el puente de Poniente para acceder al centro. Las retenciones iniciales ya no son  tan frecuentes, aunque la intensidad sigue siendo alta, con problemas puntuales generados por la ocupación de la zona intersección con Joaquín Velasco Martín.

De hecho, en este horario fue necesario un único ciclo semafórico para acceder a la plaza de Poniente. Desde donde se circuló con fluidez hasta el tramo inicial de López Gómez, pero el embudo se concentró en el acceso a Plaza de España y en el cruce con Miguel Íscar. Para superar unos 400 metros fueron necesarios hasta tres ciclos semafóricos. Un 'atasco' que se produjo, en parte, por la intensidad de tráfico, pero también por la invasión del cruce y del carril exclusivo para el transporte público, que obligó a los autobuses a incorporarse al carril normal.

Tras media hora de trayecto, volvió la normalidad en el inicio del paseo de Zorrilla y de Filipinos. En la calle Recondo sube la intensidad a la altura de la estación de tren, pero no genera retenciones hasta la incorporación al paseo Hospital Militar. En este punto, las obras para la instalación de las nuevas barreras acústica ralentizan la circulación, que vuele a aligerarse en el tramo del puente Adolfo Suárez y la avenida Salamanca hasta avenida de Burgos.

Horario de mañana.

La jornada entre las 9 y las 10 horas de este  miércoles deja una experiencia similar, algo que también se extrapola a la del mediodía: tráfico fluido, con picos de intensidad alta y otra vez el punto negro: Plaza España-Miguel Íscar. En el trayecto urbano de la mañana, la circulación no presenta problemas significativos en la zona centro. La salida esta vez es desde la calle Angustias para dirigirse hacia el hospital Clínico, por la calle Ramón y Cajal. La ruta sigue con incidencias por Ronda de Santa Teresa, donde el ciclo carril se utiliza para paradas puntuales, sobre todo a la altura del edificio Rondilla, donde el estacionamiento en doble fila se generaliza a ambos lados. 

Una vez superado es punto se llegó sin problemas a la plaza de San Bartolome.  Una zona crítica, donde el número de vehículos ha crecido un 5,4% respecto a los niveles registrados en la misma fecha de 2019. En este tramo horario se accedió sin problemas al Puente Mayor para girar después a la avenida de Salamanca. El trayecto desde aquí hasta el puente de la Hispanidad se realizó en unos diez minutos. En la avenida Zamora, el corte de un carril por trabajos de conservación de la mediana no afecta al tráfico. 

Una fluidez que se mantuvo con el giro hacia el paseo de Zorrilla, una vía por la que se circuló sin problemas. Situación que se mantuvo en Doctrino y la avenida Miguel Ángel Blanco. Las incidencias aparecen, de nuevo, en el giro hacia Joaquín Velasco Martín, donde la doble fila generada por la entrada a  un colegio altera cada día la circulación a las entradas y salidas.  La normalidad se retomó en el acceso a la avenida Gloria Fuertes y el viaje continuó sin problemas hasta el fin de ruta en la avenida de Burgos.

Intensidad.

La tercera ruta para pulsar los problemas de tráfico se realizó  entre las 14 y las 15 horas. Este recorrido fue el que registro la mayor intensidad de tráfico. En este caso se emplearon unos diez minutos para llegar desde la avenida de Burgos hasta la calle Angustias, una vía donde las estadísticas reflejan un descenso de uso, pasando por el puente de Poniente y  la calle San Quirce. Esta fluidez se mantiene hasta la parte final de López Gómez, donde se repiten los problemas en el acceso a Plaza España. Nuevamente son necesarios hasta tres ciclos semafóricos para acceder a la calle Miguel Íscar, que tiene problemas para asumir el tráfico que también llega de  Dos de Mayo, Gamazo. 

Se repite el trayecto por toda la zona centro y la avenida de Salamanca, con resultados similares a los anteriores recorridos: picos de intensidad y ralentización.