Concha Velasco cumple 82 años disfrutando de su jubilación

D.V.
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La actriz vallisoletana celebra este día tan especial en la intimidad, rodeada de sus hijos Manuel y Paco, y de su único nieto, Samuel

Concha Velasco se despide de los teatros - Foto: M.E.

Completamente alejada del foco mediático y disfrutando de un ansiado y merecido descanso después de más de seis décadas dedicada en cuerpo y alma a la interpretación. Así celebra Concha Velasco este lunes su 82 cumpleaños, un día muy especial que la veterana actriz festejará en la intimidad, rodeada de sus hijos Manuel y Paco, y de su único nieto, Samuel.   Fue el pasado mes de septiembre cuando Concha dijo adiós a los escenarios en el Teatro Bretón de Logroño, interpretando por última vez 'La habitación de María', una obra escrita por su hijo Manuel con la que recorrió en los últimos meses buena parte de nuestro país en una extensa gira teatral que hizo que sus hijos dijesen 'basta'.   Convencidos de que su madre necesitaba descansar y disfrutar por fin de una merecida jubilación, de su familia y de un tiempo libre cuyo significado Concha desconocía hasta ese momento, Manuel y Paco hablaban con la actriz después de sus comentadas declaraciones sobre sus dificultades económicas a finales del pasado verano - cuando la vallisoletana confesó que había tenido que vender enseres personales para poder pagar sus compras en la farmacia - y la 'convencían' de que había llegado el momento de despedirse definitivamente de las tablas después de años volcada en el teatro y encadenando una obra de éxito con otra, informa Europa Press.

Y el 21 de septiembre, en su querido Logroño, la actriz se subía por última vez a un escenario, muy emocionada en este adiós definitivo que daba inicio a su nueva vida. Una nueva vida marcada, en primer lugar, por un nuevo hogar.  Días después de su última representación teatral Concha dejaba el apartamento en el que ha residido en los últimos años para mudarse a la casa de su hijo Paco - enfrente de la de Manuel - y disfrutar por fin de tiempo en familia, que es lo que más ha echado de menos la vallisoletana en los últimos años.

Desde entonces, y tal y como nos contaba su hijo mayor recientemente, Concha está feliz. Colocando sus enseres en su nueva casa, aprovechando para leer muchísimo, hablando por teléfono "todo el día" - confesaba entre sonrisas Manuel - y disfrutando de una de sus grandes pasiones, ver cine.