La campaña de vacunación contra el coronavirus sigue caminando en Valladolid en pos de la mayor inmunidad de grupo posible, a la espera de que se extienda también hasta los menores de doce años y mientras se va a ir administrando ya la tercera dosis a los mayores de 70 años. La radiografía actual del proceso sitúa al borde del 83% el porcentaje de vallisoletanos que cuentan con la pauta completa, mientras que se eleva hasta casi el 85% la ratio de personas que ya ha recibido al menos una dosis, lo que se traduce en que hay unas 440.000 que habrían pasado por los circuitos de vacunación de la Consejería de Sanidad.
Precisamente, son estas últimas personas las que más han venido preocupando a las autoridades, ya que se entiende que alguien que se pone la primera dosis no tendrá ningún inconveniente en acudir a por la segunda. Pero el problema estaba en aquellos que no iban a a los centros de vacunación, fuese por negacionismo o por cualquier otra cuestión. Así, a la conclusión de la fase de vacunación masiva, se estimaba que todavía quedaban unas 50.000 personas sin ninguna dosis.
Era 16 de septiembre, se administraba la segunda a los últimos nacidos en 2009 convocados masivamente en un Centro Cultural Miguel Delibes que cerraría sus puertas un par de semanas después, el último jueves de septiembre para dar paso ya a la autocita.
Hace ya mes y medio que todas las vacunaciones contra el covid se llevan a cabo a través del sistema de autocita, repartido en los centros de salud de Arturo Eyries y Rondilla tras la clausura del CCMD como punto de vacunación masiva. A lo largo de estas siete semanas, el goteo de ciudadanos que iba acudiendo a por su primer pinchazo ha sido constante y se ha ido reduciendo esa bolsa de no vacunados que hoy se estima que está compuesta por algo más de 40.000 vallisoletanos; una cantidad a la que habría que añadir otros 40.000 menores de doce años que todavía no pueden recibir el suero, mientras que ya hay más de 10.000 con la tercera dosis.
Las estadísticas de la Consejería de Sanidad hablan de que, entre el pasado 16 de septiembre y el 3 de noviembre (son los últimos datos publicados) se habrían inoculado con la primera dosis a unas 8.000 personas, elevando la cifra total en esta provincia hasta los 440.000.
El gran acelerón se ha visto en los grupos de edad más jóvenes, aquellos a los que sus citas en la campaña de vacunación masiva del Miguel Delibes les coincidieron con agosto y los primeros días de septiembre, y pudieron aplazar ese pinchazo inicial más de la cuenta. En concreto, de esos 8.000 nuevos vacunados, cerca de 2.300 tienen entre 12 y 19 años de edad, lo que ha contribuido a elevar hasta el 90% el porcentaje de adolescentes con al menos una dosis, cuando hace mes y medio estaba todavía en el 84%. El análisis es más llamativo en el caso de la pauta completa de este grupo de edad, donde se ha pasado del 63 al 85 por ciento.
Entre los veinteañeros, la cosa también ha repuntado, gracias a otros 2.200 nuevos inoculados, lo que incrementa del 83 al 87 por ciento las personas de 20 a 29 años con una dosis y del 73% al 83% en el caso de la doble inyección.
LOS TREINTAÑEROS
El mayor problema sigue estando entre los vallisoletanos de 30 a 39 años. En estas siete semanas han ido 1.300 a por su primera dosis, pero todavía representan únicamente el 82% de los censados por Sacyl, apenas tres puntos más que en septiembre. Los treintañeros con las dos dosis son el 79%, cuatro puntos más que al final de la vacunación masiva.
El resto de grupos etarios ya está por encima del 90%, tras alcanzar esa ratio ya el de los vallisoletanos de 40 a 49, que ha sumado casi mil nuevos vacunados durante este mes y medio, para llegar al 90% con una dosis y al 88 con dos. Los de 50 a 59 años están en torno al 95% en ambas cifras tras acumular más de 600 en este periodo de autocita, mientras que los sexagenarios con una dosis se encuentran en el 100% y los mayores de 70 ya están todos al 100%.