«Con el Campus de la Justicia hay que armarse de paciencia»

M.Rodríguez
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Lleva unos dos meses al frente de la Subdelegación del Gobierno, aunque esta funcionaria de la Junta recalca que no es ajena al mundo de la administración y de los presupuestos, lo que le permite estar tranquila para «avanzar» en los temas.

_24A3812_0208.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Lleva unos dos meses al frente de la Subdelegación delGobierno, aunque esta funcionaria de la Junta recalca que no es ajena al mundo de la administración y de los presupuestos, lo que le permite estar tranquila para «avanzar» en los temas. «Los presupuestos los he visto desde el otro lado y se manejarme más o menos», apunta.

¿Cómo gestiona que la crítica más dura al proyecto de PGE proceda del alcalde de Valladolid por la partida para el Campus de la Justicia?

Es, obviamente, el punto de vista que tiene que tener el alcalde, que está peleando por este proyecto, que es fundamental. Desde el Gobierno también se tiene interés en hacerlo, pero el movimiento en la administración es, a veces, excesivamente lento. Estamos a falta de un trámite, falta un informe que permitiría la desafectación del solar anexo al colegio de El Salvador para su incorporación al proyecto. En tanto no esté hecho no se puede meter en presupuestos una cantidad elevada para la ejecución. Se han dado 200.00 euros en previsión de que se vaya avanzando en esta desafectación.

El alcalde, en una entrevista en este periódico, dijo que la ministra le había prometido 500.000 euros para licitar la redacción del proyecto.

El compromiso existe, está desde la Delegación del Gobierno, donde se ha trabajado por el tema. Pero esos 200.000 son incrementables con las partidas de los presupuestos no regionalizados. Pueden ser más en el ejercicio de 2023 para llegar a esos 500.000 que son necesarios para la redacción del proyecto. 

Eso no parece que sea suficiente ya para el alcalde, que ahora se cuestiona ceder el inmueble.

Creo que es una interpretación no exacta. Ha dicho que no va a seguir tirando para adelante, que va a esperar a ver si ese trámite administrativo sigue, y así continuar con el proyecto. Lo que yo he querido entender es que no va a seguir poniendo toda la carne en el asador, entre otras cosas porque hay que armarse de paciencia y esperar que el mecanismo administrativo siga haciendo los trámites. Es que son lecturas muy tangenciales de lo que ha dicho. 

¿Ha hablado con él de este asunto?

No era necesario. El triángulo de conversaciones le corresponde al alcalde, la delegada del Gobierno y a la ministra. Yo he sido testigo de que se ha mantenido ese triángulo. Y he estado con él, pero no hay mucho más que decir. Los presupuestos van muy estancos, pero también tienen su cierta flexibilidad para acometer las inversiones que vayan siendo más necesarias. 

Este proyecto de presupuestos dedica más de 80 millones para dos tramos de la A-11, pero hay un tercero que no tendrá obras en 2023. ¿Caducará su declaración de impacto ambiental? ¿Cómo está administrativamente?

Tiene la dotación de redacción de proyecto y la DIA no caducará. Administrativamente se va a proceder a la licitación, y por eso tiene el compromiso de los 500.000 euros.

La A-11 es una de las deudas históricas del Gobierno central. ¿Cuándo se podrá inaugurar el primero de los tres tramos de la provincia?

Me alegro mucho que  me hagas esa pregunta… No lo sabemos. Dependerá de la marcha de las obras. De hecho, los dos tramos que están en marcha tienen una dotación que va a hechos y se sigue trabajando. No están las obras paradas, se están haciendo trabajos que son menos visibles. Cuando no están las grandes máquinas sobre el terreno parece que eso no avanza, pero una obra de ese calado no consiste solo en eso, también hay muchos trabajos  que no visibles.

Analizando las inversiones del Mitma hay un cajón desastre de proyectos pendientes, con dotación de 500.000 euros para los tramos pendientes de la A-60, tercer carril,… 

Es una previsión holgada para poder acometer la licitación de la redacción de proyectos.

Pero son tramos que acumulan años de retraso, sobre todo la Autovía a León. ¿Por qué no avanzan?

Esto ha pasado con distintos gobiernos y es porque la magnitud de la obra es inmensa. Muy necesaria, pero inmensa. Hay que bajar al fango y ver las tramitaciones que hay que hacer. La redacción de un proyecto lleva muchísimo tiempo. Y tampoco hemos vivido las mejores épocas, como la crisis del 2008 y la pandemia. No son excusas, pero los proyectos faraónicos llevan su tiempo. Son obras que llevan muchos años, pero la calidad del trabajo, cuando esté finalizado, será excepcional.

En los presupuestos casi siempre hablamos de las inversiones, ¿pero qué nivel de ejecución hay de las previstas para este ejercicio?

Estamos ahora mismo haciendo los análisis. En los dos tramos de la A-11 están por encima del 20%.

¿Y el resto?

Estamos en ello. Primero se presenta el proyecto de presupuestos y luego analizamos lo ejecutado. Conseguir saber qué va a pasar antes de final de año es complejo. Lo del nivel de ejecución es bastante engañoso porque puede estar en un 12% y, de repente, se terminan varias obras pendientes, y se pasa a un 40%.

En las inversiones solo aparecen dos referencias a los fondos europeos. ¿Por qué no aparecen más proyectos? ¿Son las únicas que se esperan? ¿De dónde llegará el dinero que anunció la ministra de Industria para la fábrica de baterías?

Está abierta la convocatoria del plan Moves, con 264 millones, para proyectos de innovación en movilidad eléctrica e hidrógeno. Pero no puedo decir de dónde podría salir ese dinero porque hace escasos días que conocemos ese proyecto. No se puede consignar en presupuestos una cosa que está en el aire. 

¿Cómo de importante es la intervención del Gobierno para la instalación de empresas como Switch Mobility o la de baterías?

En la medida que el Gobierno pueda apoyar la instalación de empresas fuertes, que van a traer un montante de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos en empresas subsidiarias, se volcará en la medida que pueda. Son dos empresas fundamentales para el futuro.

¿El futuro de Valladolid sigue dependiendo de la automoción, aunque ahora esté vinculada a la movilidad eléctrica?

Creo que no. Es uno de los focos, muy importante, pero no podemos volver a la época de los años 70 fomentando el éxodo rural, que es lo que no queremos. Hay que seguir trabajando en descentralizar posibilidades de empleo y de pequeñas empresas, ayuda a agricultores y ganaderos para permitir mantener la población en los entornos rurales.  Y dotar con las medidas necesarias, y aquí hago un  llamamiento a la Junta, para hacer que los servicios lleguen a todos los ciudadanos. 

No me gustaría que se focalizara en una o dos empresas porque sabemos que luego están las deslocalizaciones. La idea es que se asienten con carácter de permanencia, lo que nos lleva a tener que reforzar otra serie de empresas, de pequeño y gran tamaño, para fijar la población en la provincia.

¿Cómo ayudan estos presupuestos a fijar población?

Seguimos trabajando con la extensión de la banda ancha para que llegue a los pequeños municipios. Estamos finalizando el Peba 2019, que va muy avanzado. 

Pero este es un compromiso que se arrastra desde hace años, como el de las autovías.

No, no. Sí, pero ha sido el Gobierno de España el que lo ha facilitado. Esta promesa electoral ha sido del Gobierno central y del autonómico. Y ha sido el gobierno de Pedro Sánchez el que ha dicho adelante con esto. Tenemos tres planes en marcha. El Peba 2019 debe estar concluido antes de final de año. El Peba 2020 está terminado y el programa Único está en marcha y va por buen camino. Algo que nos llevan prometiendo 20 años, en cuatro se está viendo materializado, y creo que es importante. Esta es una de las medidas que favorecerá la fijación de empleo. La pandemia trajo para quedarse el teletrabajo y queremos fomentarlo con medidas como esta.

¿Qué implica que en los PGE aparezca el corredor Palencia-Valladolid-Medina del Campo?

Es un tramo prioritario. La OSP es más que necesaria porque el movimiento de viajeros en esos tres puntos a diario es inmenso. Se le da esa categoría porque realmente es una de las cuestiones prioritarias a acometer en materia de transporte.

¿Los bonos están redescubriendo la oferta de media distancia? ¿Hay ya datos de usuarios reales?

Claramente. Los trenes están siendo más utilizados. Si puedo venir de Medina aquí gratis en tren, no voy a utilizar el coche. Adapto mi horario y vengo en tren. Y la emisión de bonos se mantendrá en 2023 porque se ve que es una medida eficaz y viene bien económicamente al ciudadano. 

En materia ferroviaria, uno de los grandes proyectos del Gobierno es la estación intermodal. 

Ya se ha adjudicado la playa de mercancías, con lo que una infraestructura que nadie se creía que iba a salir va para delante. Vamos viendo como cobra fuerza una cuestión que es muy necesaria y que hará que Valladolid esté comunicada en todos los sentidos, pero también se va a acercar Madrid al norte.

¿Esa terminal es decisiva como polo de atracción de nuevas empresas?

Totalmente. Espero que las dos que conocemos no sean las únicas que se instalen aquí por las facilidades que dará tener la playa y la variante de mercancías o el 'by-pass' de Olmedo, que permitirá acortar muchísimo los viajes hacia el noroeste. 

Otro compromiso que se arrastra es la reforma de la Casa del Sol. ¿Qué pasa con este proyecto?

Se ha licitado la redacción del proyecto de remodelación y tiene una proyección de casi siete millones de euros hasta 2026. Se redactará el proyecto para empezar a trabajar y ejecutarlo. El Museo de Escultura es muy potente y está trabajando muy bien y es uno de los grandes atractivos de esta ciudad, que ahora podrá sumar un nuevo espacio.

Otro recurso turístico es el Canal de Castilla ¿Se está explotando todo su potencial?

Se ha terminado la primera fase de rehabilitación de la fábrica de harinas en Rioseco, y ahora se acometerá una segunda. Y probablemente se le pueda sacar más jugo; en los recursos turísticos y culturales siempre se puede hacer más, pero lleva un trabajo muy sordo para que vaya cobrando forma. 

Un capítulo más delicado es el de la seguridad. Se estrenó con una acumulación de sucesos mortales.

Pues no dimití porque no estaba en mi hoja de ruta, porque no me vengo abajo, pero sí que pregunté si todos los fines de semana eran así porque en 15 días hubo dos violaciones y tres asesinatos. Obviamente el tiempo me ha dado la razón de que no podía ser así. Todos los casos se resolvieron y ahora llevamos una temporada tranquila. 

Pero desde la Guardia Civil y la Policía se reclaman más efectivos. ¿Se cubrirá este déficit de personal en 2023?

Uno de los daños que hemos sufrido los empleados públicos han sido los recortes heredados del ministro Montoro, que impidió que la tasa de reposición se pudiera hacer con una cierta lógica y limitó muchísimo la incorporación de personal. Y eso es algo fundamental para que esto funcione. 

Ahora mismo estamos consiguiendo revertir esa situación y se avanza en una oferta de empleo público que incorpora más plazas. Obviamente cuando se ha perdido mucho no se puede recuperar todo al día siguiente, pero se está incrementando en todos los ámbitos de la administración. Y se está consiguiendo ya igualar los niveles que teníamos antes de estos recortes, que además motivaron que la media de edad del personal sea bastante avanzada y se avecine un número importante de jubilaciones. 

¿Y en los cuerpos de seguridad?

En este sector, además, se requiere de una formación adicional, no solo aprobar la oposición, que se tiene que hacer de una forma ordenada. No se puede acelerar la marcha porque entonces tendríamos unos cuerpos de seguridad con una formación precaria y eso es inviable. 

¿El debate de la seguridad ciudadana se incrementará en la precampaña de las municipales? ¿Le preocupa?

Ya se planteó los dos fines de semana del verano, donde en ocho días fueron los acontecimientos gruesos. Pero sigo manteniendo que vivimos en una ciudad muy segura y en una comunidad autónoma que es una de las más seguras de España. Valladolid mantiene unos índices de criminalidad lo suficientemente bajos para sentirse seguros, casi once puntos por debajo de la media nacional. Los cuerpos de seguridad trabajan de la mano y resuelven los casos rápido y bien. No tengo miedo a ese debate. 

¿Y cuál ha sido la mayor satisfacción que ha experimentado en estos meses tan complejos?

Creo que está por llegar. He tenido minicompensaciones muy agradables. Aunque estoy especialmente satisfecha con el resultado del trabajo en las juntas locales de seguridad para que se incorpore como un elemento más la instalación de los puntos violeta para dar información y una primera atención en caso de que haya cualquier sospecha de agresión sexual, sumisión química, pinchazo,… Se han instalado este verano en todas las fiestas locales, pero también en grandes eventos. La receptividad de ayuntamientos y empresas organizadoras ha sido fundamental y afortunadamente, a pesar de que se especuló con algún caso, todos los resultados a fecha de hoy han sido negativos. 

Entonces, ¿ha sido efectiva esa campaña? ¿Se mantendrá?

Sí. Tenemos unos carteles que estamos facilitando a los ayuntamientos para que decidan dónde van a colocar un punto violeta, sobre todo para que sirva de carácter disuasorio, pero también porque se ofrece información.

¿Los pinchazos fueron entonces una 'gamberrada'?

Es una gamberrada que es delito. Eso lo tiene que tener claro la sociedad. Es una agresión y como tal hay que tratarla. Si se les coge haciendo la gracia de pinchar, aunque piquen con un alfiler, se les detiene porque se considera delito. Al margen de que si realmente se produjeran pinchazos se podrían producir agresiones sexuales, que no se ha dado el caso. Lo fundamental es la concienciación e instalar estos puntos violetas, que es algo muy fácil. Y está claro que su puesta en marcha sirvió para rebajar la serpiente de verano de los pinchazos.