Las reinas del 800 'se fabrican' en Valladolid

M.B.
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La madrileña Lorea Ibarzabal y la salmantina Lorena Martín, afincadas en la capital vallisoletana, han ganado los tres últimos Nacionales de pista cubierta, tomando el relevo de Mayte Martínez

Lorea Ibarzabal, Mayte Martínez y Lorena Martín, en la pista de Río Esgueva. - Foto: Jonathan Tajes

Cuando Mayte Martínez se colgaba el bronce en el Mundial de Birmingham, Lorena Martín tenía 6 años y Lorea Ibarzabal, 8. La vallisoletana fue 17 veces campeona de España de los 800 (9 al aire libre y 8 en pista cubierta), además de dos veces subcampeona de Europa y de obtener dos bronces mundialistas. Y ahora ve como el 'team Lores', como se llaman entre ellas la madrileña y la salmantina, está cogiendo su relevo.  

Lorea Ibarzabal fue campeona de España de pista cubierta de los 800 en 2021 y repitió este 2023 –«el título vuelve a Valladolid», señalaba ese día–, rozando la medalla en el Europeo de Estambul, con 2.00.87, segunda mejor marca de todos los tiempos de la distancia, solo por detrás de los 1.59.52 de Mayte Martínez de 2004. 

Lorena Martín ganó el Campeonato de España de 2022, siendo octava en el Mundial de Belgrado. 2.01:34, es su mejor marca personal y solo una lesión en el Aquiles, de la que se operó en junio del año pasado, le ha impedido seguir su progresión.

Lorea y Lorena, el 'Team Lores', viven y entrenan en Valladolid, bajo el paraguas de Uriel Reguero. Curiosamente su padre, Elías, fue el primer entrenador de Mayte. El 800 es cosa de esta tierra. «Son dos tías excepcionales, muy competitivas y con las cosas muy claras en la vida, en lo deportivo y lo profesional. Muy bien preparadas en ambas facetas», analiza Uriel, con una larga factoría de atletas, como Nassim Hassaus, Nuria Lugueros, Marta García... mirando a París 2024.

La historia de las 'Lores' se entrelaza casi desde la Universidad. Ambas estudiaron en Estados Unidos. Lorea, natural de Las Palmas aunque madrileña de residencia, hizo Ingeniería Mecánica en Portland y un Máster en Los Ángeles, hasta que en septiembre de 2018 decidió apostar por el atletismo... y por Uriel: «Fue Lorena la que me convenció». Lorena, de Peñaranda de Bracamonte, estudió Marketing y Dirección Comercial cerca de Chicago. Al volver, en junio de 2018, se decidió directamente por venirse a Valladolid con Reguero: «Me gustaba su personalidad, afín a la mía».

Ambas andaban por unas marcas de 2.07 y 2.08, coincidieron en el Nacional al aire libre de Getafe en 2018 y, desde entonces, sus vidas se unieron. En Valladolid y con Uriel: «Es el mejor entrenador de 800 de España».

«Es como nuestro segundo padre, pendiente de lo deportivo y lo personal. No todos son así y menos cuando recibe cero euros por ser entrenador. Se desvive por nosotras. Independientemente del nivel, da una oportunidad a cada uno. Vive por y para los atletas», señalan ambas, añadiendo que «sabe escuchar y dar consejos; y es flexible cuando hace falta».

Lorena y Lorea no solo comparten entrenador y medallas de oro en Nacionales. Vivieron juntas, además de con Marta García, más de tres años en dos etapas; y aunque son diferentes, se parecen. «Tenemos una competitividad muy sana y nos hace mejorar», señala Lorea, poniendo como ejemplo a Lorena, que hizo 2.01 en 2022 «con constancia y deseo, y me hizo ver que yo podía». La madrileña debutó hace unas semanas en una cita internacional y casi logró medalla: «Lorena me abrió la mente. Tenemos un historial largo de lesiones y me dije si ella ha podido...».

Resilientes y luchadoras, Lorea le dedicó el oro del Nacional a Uriel: «Es un reconocimiento hacia él».

Las dos ya están preparando la temporada al aire libre. Y claro que sueñan con luchar por el oro en el Nacional o por llegar a los Juegos Olímpicos, pero con los pies en el suelo.

Sobre todo Lorena, que asegura que aún le falta un poco para estar al cien por cien tras su operación: «Sobre todo para que las sensaciones de molestias vayan bajando». Reconoce que se vio dejando el atletismo tras alargarse los plazos de recuperación, pero ahora solo quiere volver a correr. «Lorea es una tía con mucho carácter y eso es muy bueno en este deporte», señala sobre su amiga.

«Pienso en marcas y en París, pero primero en volver con garantías», añade Martín.

Viven en Valladolid (Lorea teletrabaja como analista de operaciones en la startup ekhõ The Wood Way! y Lorena como asesor técnico de productor de traumatología en quirófano), entrenan en el Pinar de Antequera o Río Esgueva, donde coinciden todos los días con Mayte Martínez, «la reina del 800», dicen.

Mayte ya tiene relevo.