Los ayuntamientos sacrifican inversión y ahorro por luz y gas

R.G.R
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Algunos consistorios han tenido que afrontar costes tres veces más elevados que en 2021. Otros ya han consumido el 60% de su partida de gasto corriente

Los ayuntamientos sacrifican inversión y ahorro por luz y gas - Foto: Miguel Angel Santos

El incremento del coste de la vida que atraviesa al país pone en una situación complicada a miles de familias, que ven cómo sus ingresos rinden menos cada mes. El coste de productos de toda índole, en especial los relacionados con la energía, merma el poder adquisitivo de los españoles con una inflación desbocada. Esta compleja posición económica no afecta solo a las familias, sino que las administraciones locales también están viendo cómo sus presupuestos también se descuadran por completo ante la imposibilidad de afrontar los elevados costes de luz y gas, entre otros.  

Algunas de estas facturas han llegado a triplicarse y los alcaldes de los pueblos vallisoletanos tienen claro que esta problemática va a lastrar sus presupuestos para este ejercicio, ya que las previsiones se han visto desbordadas y será necesario obtener dinero de otras partidas para sufragar los elevados costes del funcionamiento diario. En algunos casos, se han llegado a triplicar las facturas y en otros el 60 por ciento de la partida destinada a gasto corriente en los presupuestos ya se ha gastado en tan solo los cuatro primeros meses del año. 

¿Cómo solventar esta situación? Los alcaldes entienden que únicamente hay tres soluciones y ninguna les satisface, aunque no tendrán más remedio que decantarse por alguna. La primera es lastrar la inversión prevista. Es decir, dejar de cara al próximo presupuesto algunos de los proyectos previstos para este año. «Si tenías previsto asfaltar cuatro calles, pues no tendrás más remedio que hacer dos y utilizar el resto del dinero para pagar facturas», aclara el alcalde de Quintanilla de Onésimo, Carlos del Barrio.

La segunda será recurrir al crédito bancario. Aumentar la deuda de los consistorios para solventar este problema, que se entiende coyuntural. Nuevos ingresos procedentes de las entidades financieras debido a que las nuevas normas fiscales aprobadas por el Gobierno lo permitirían. Y un tercero. Recurrir al remanente de tesorería de cada ayuntamientos. Los ahorros de los consistorios también se pueden utilizar para paliar la subida del gasto corriente que tienen que afrontar los consistorios. 

Casas consistoriales, auditorios, colegios, casas de cultura o de la tercera edad, bibliotecas, piscinas climatizadas..., son muchas las instalaciones cuyo coste energético depende directamente de los ayuntamientos, a lo que hay que añadir la propia iluminación de las calles de los municipios, cuyas facturas se han visto incrementadas en algunos casos de forma notable. En el caso de aquellas calefacciones que funcionan a base de combustible, el gasto ha aumentado casi el doble. A esto hay que sumar la compra de cualquier tipo de material necesario para el funcionamiento diario de los pueblos. 

«Hace unos días, el herrero del pueblo nos ha dado presupuesto para unos trabajos, pero nos ha dicho que el presupuestos no dura más allá de una semana», comenta la alcaldesa en funciones de Aldeamayor de San Martín, Virginia Almanza. La localidad ya sabe que este año tendrá que destinar 100.000 euros más a la factura de la luz del pueblo. «Ya nos ha avisado la empresa de luz que el coste subirá este año». 

Es solo un ejemplo de los muchos que sufren los pueblos. El alcalde de Tudela de Duero, Luis Gómez, apunta que algunas partidas de gasto corriente ya han destinado el 60 por ciento de sus cuantías a pagar facturas, cuando aún restan más de ocho meses para que acabe el año. «Estamos en abril todavía». Sin ir más lejos, en la piscina climatizada se ha pasado de pagar 3.500 a 9.000 euros de luz mensuales. «Nosotros tenemos la piscina también con fines terapéuticos. ¿Cómo la cerramos? Así, no tendrá más remedio que recurrir a modificaciones presupuestarias en un breve espacio de tiempo. «El Auditorio ha pasado de 1.500 euros al mes en luz en invierno del pasado año a 3.200 euros actuales». «Así no podemos continuar». 

En el caso de La Cistérniga, el aumento en los presupuestos para el gasto corriente es de 300.000 euros, lo que supone un aumento por el momento del 12 por ciento. De momento, la alcaldesa, Patricia Gómez, advierte que no descarga recurrir a remanentes si el coste continúa aumentando.

Previsión. El Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda pagó por la factura de gas del colegio Kantic@ 2.691 euros en enero de 2021. En enero de 2022 han sido 4.306. En el caso de la Casa de Cultura fueron 3.961 en enero de 2021 de gas. En 2022 han sido a 6.599 euros. Las facturas han llegado casi a doblarse en un solo año. Sin embargo, en el caso de Arroyo sí se hizo una previsión previa, ya que las facturas de gas y luz de los últimos meses del pasado ejercicio ya fueron muy elevadas. «En un principio, y por el momento, no va a hacer modificaciones porque en presupuestos ya preveía. Se trata de una subida desproporcionada. De todas formas, tiene remanente de tesorería por si acaso».

En el caso de Íscar, algunas de las facturas se han llegado a triplicar algunas facturas. Su alcalde, José Andrés Sanz indicó que no tendrán más remedio que realizar modificaciones de crédito. «Los ayuntamientos no vamos a hacer todas las obras que teníamos previstas». 

Laguna de Duero tiene cinco millones de remanente de tesorería y ya son conscientes de que los tendrán que usar para paliar los costes. «No queda más remedio que hacer modificaciones presupuestarias. «No vamos a tener más remedio porque los costes se nos han disparado y no tenemos otra solución», destaca el concejal de Urbanismo de Laguna, Avelino Álvarez.  

Zaratán es el único municipio de la provincia donde las facturas no han registrado un cambio significativo en el pago de sus costes. En enero de 2021 en el Centro Cultural pagó 2.340 euros en luz. Y en enero de 2022 fueron 2.483. En la Casa Consistorial hace un año en enero fue una factura de 481 euros y en enero de 2022 fueron 331. «No sé muy bien el motivo, pero la verdad es que hemos bajado», aclara el alcalde, Roberto Migallón.