El ADN libera a un conductor después de tres meses en prisión

A. G. Mozo
-

El juez encarcela a otro hombre que huyó del Camino Viejo de Simancas, se fue a su casa y dijo que le había dejado el coche a un conocido. Una investigación de la UDEV de la Policía Nacional demuestra que era él quien conducía y no el primer acusado

Citroën causante del atropello mortal del 8 de julio de 2021. - Foto: D.V.

Una investigación de casi seis meses de la Policía Nacional ha provocado un vuelco en el caso del motorista de 61 años fallecido el pasado mes de julio en un grave accidente registrado en el Camino Viejo de Simancas y que acabó con el encarcelamiento de un hombre de 33 años acusado de un delito de homicidio imprudente, después de que la Policía Local de Valladolid le situase al volante del coche que arrolló mortalmente al motorista. Pese a que Karim A.A. negó en todo momento ser quien conducía ese Citroën de alquiler, el atestado policial le imputó la autoría de la muerte y el juez del caso le envió a prisión. Y allí se ha pasado más de tres meses hasta que el resultado del análisis de ADN del interior del vehículo ha dado un giro radical al asunto, motivando el ingreso en la cárcel de otro hombre que ahora se ha demostrado que huyó del lugar del accidente y que, presuntamente, era quien conducía.
El cambio de encarcelado tuvo lugar el pasado octubre, en cuanto la Brigada de Policía Científica descubrió que los restos biológicos que recuperó del volante y, sobre todo, del 'airbag' del conductor del coche no se correspondían con el perfil genético de Karim A.A., sino que contenían el ADN de Juan Manuel A.H., un hombre de 44 años que era quien había alquilado el Citroën, pero que había negado ir a bordo del coche en el momento del arrollamiento del motorista. El titular del Juzgado de Instrucción 1 liberó al marroquí y dictó auto de prisión para el español, al tiempo que ordenaba a la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional reabrir un caso, que, inicialmente, había sido instruido por la Policía Local de Valladolid.
Los seis meses de pesquisas que han empleado los investigadores han servido para confirmar que, en efecto, todas las pruebas sitúan a Juan Manuel al volante del coche que se llevó por delante la vida del propietario de un taller de motos que iba a trabajar en el momento del accidente.

HUIDA DEL LUGAR

El accidente se produce sobre las 23.00 horas del jueves 8 de julio de 2021, a la altura del colegio Apostolado (conocido como Las Cubanas), muy cerca de Vallsur. Un Citroën invade el carril contrario y choca frontalmente con un motorista, que muere minutos después en el lugar de los hechos. Mientras se debate entre la vida y la muerte, los dos ocupantes del vehículo se dan a la fuga del lugar, puesto que, según la investigación, ambos iban bajo los efectos de las drogas. Juan Manuel salta la valla del colegio y se dirige a su casa de la zona del Matadero, mientras que Karim sale corriendo hacia el otro lado y termina cayendo al suelo y durmiéndose en un parque junto al Callejón de la Alcoholera, donde la Policía Local le encontrará a la mañana siguiente, detallan fuentes jurídicas a El Día de Valladolid.
Mucho antes se localiza a Juan Manuel, apenas una hora después. Son sus datos personales los que figuran en el contrato de alquiler del coche y los agentes de la Policía Local le encuentran en su vivienda. Él asegura que lleva ya varias horas en el piso y que había prestado el vehículo a un conocido, le llevan al lugar del siniestro, pero consigue convencer a los policías de que él no tiene nada que ver; y acusa a Karim.
Cuando el marroquí aparece dormido en un parque cercano, ya es el principal sospechoso, pese a que la investigación desarrollada por la Policía Judicial constata que hubo testigos que aseguraban que hubo dos personas huyendo del lugar, si bien es cierto que solo había una descripción precisa de Karim. Él niega ser el conductor, pero, tres días después, el atestado le imputa un homicidio imprudente y el juez instructor decreta su ingreso en prisión provisional.

TESTIGOS, MÓVIL...

Juan Manuel se habría salido con la suya, de no ser porque la Policía Científica se acercó al depósito de vehículos y recogió esas muestras biológicas del interior que dieron un vuelco al caso. Aunque no son las únicas pruebas que le incriminarían, ya que esta tenaz investigación de seis meses de la UDEV ha terminado por imputar al español el delito de homicidio imprudente. Junto al ADN, los expertos han encontrado contradicciones en la declaración de varios compañeros de piso de Juan Manuel, quienes habían sido su coartada en esa teoría de que se encontraba en el domicilio cuando se produce el siniestro. Junto a ello, se desmontaba también la tesis de que el posicionamiento del móvil le situaba en casa, puesto que otro estudio de la Policía descubría que era la misma antena de telefonía la que da servicio a la zona del Matadero (donde vivía el acusado) y al Camino Viejo de Simancas.